MI DESTINO SIEMPRE FUE AMARTE

JUANJO

Ese imbécil de Félix tenía que aparecer justo ahora. Que René no sea mi novia y que a mí me atraigan más los hombres no significa que no pueda romperle la cara. Pues me gustan los hombres, pero tengo los pantalones bien puestos para romperle la cara y sacarle los dientes uno por uno a ese idiota.

No sé qué tiene Félix en contra de nosotros, pero me da mala espina. No me gusta cómo mira a René ni cómo se le insinúa. No lo golpeé ahora mismo porque esta carrera es un escalón para ser corredor profesional, por eso es tan importante, aunque estuve a punto de golpearlo, pero René me contuvo.

Pero la próxima vez le hago tragar sus dientes. Nadie mira a mi novia falsa así. Además, ¿qué clase de novio sería si no soy capaz de golpear al idiota que la molesta? René es mi hermana y ¿qué clase de hermano sería si veo a un idiota mirando a mi hermanita con ganas de comérsela y no hago nada?

Antes de tomar mi lugar en el punto de salida, le pedí a Manuel que no la dejara sola. No quiero que nunca le pase nada por mi culpa. Desde el punto de salida, pude ver cómo ese idiota se acercó a René y Manuel, también lo que me tranquilizó un poco.

Pero me quedé más tranquilo cuando ella me mostró el pulgar arriba y me relajé. Entré al auto con los vidrios abajo, me coloqué el audífono y el micrófono, y escuché la voz de René.

—Tranquilo, campeón. Gana esta carrera para que me lleves al cine —habló René muy alegre.

—así lo haré princesa, así que ve escogiendo las entradas de la película que quieres ver y nos iremos a penas, salgamos de aquí —respondió y mire por mi ventana para verla sonreír con Manuel a su lado, cabe destacar que él escucha lo que estamos hablando. 

—Ya las compre, es de terror, así que te necesito para que me abrace —me informa y yo vuelo a mirarla y la veo sonreír mientras em salida con la mano 

—No me gustan las películas de terror y lo sabes —le recordé 

—Lo sé, pero eres valiente y la verás conmigo, mientras comemos muchas palomitas y refrescos —René 

—Eres una niña consentida — opiné y la vi sonreír de lejos 

Mi visión clara hacia ella fue interrumpida por uno de los organizadores que vino a hablar sobre las reglas de la carrera conmigo y luego comenzó el conteo para la carrera 

—Tranquilo Juan, esto es tuyo —hablo Manuel 

—Gracias Manuel —respondí y encendí mi auto, cuando la bandera a cuadros baja comenzó lo mejor del mundo, la adrenalina.

Éramos un total de diez corredores, la carrera consistía en diez vueltas. Gana por supuesto el primero en cruzar la línea en la última vuelta, afortunadamente cuando la bandera a cuadros dio la señal de salida todos pisamos nuestro acelerador.

No voy a decir que comencé de primero porqué no fue así, aquí hay muchos corredores con más experiencia que yo y pues nos acomodaron en el orden según nuestra experiencia, yo estaba al medio junto al idiota de Félix, pero me concentre en la meta y no en él.

Las primeras tres vueltas fue un poco difícil mantener el ritmo a los otros corredores, pero ya cuando luce descifrar su manera de conducir lo demás fue pan cómodo, fui pasándolas de a poco hasta quedar de segundo lugar, falta una vuelta y el único que me separa de mi objetivo es el número 5 un corredor con más experiencia que yo, pero eso no me importa hoy debo ganar.

Pero lo otro que me preocupa es el imbécil de Félix, me ha golpeado varias veces y lo tengo pegado a mí, en un mínimo descuido él podría aprovechar la disputa entre el número cinco y yo y tomar la delantera, por lo que debo ser cuidadoso.

Comencé a buscar rebasar al número cinco, pero el idiota de Félix no disimulaba sus ganas de aprovechar la oportunidad de quedar de primero.

—Juanjo reversa —escucho la vos de René en mi oído y sonrió, ella es la mejor

En un rápido movimiento, golpeó a Félix, provocando su enojo, lo pude ver en sus ojos, ya que tenemos los vidrios abajo jajajá es tan predecible que inmediatamente quiso golpear mi auto por de tras, pero me quite, derrape y quede con el auto en reversa mientras él se impactaba con el número cinco, yo conduje en reversa los últimos cinco kilómetros y estuve a nada de perder. 

Cuando detuve mi auto vi a Félix correr hacia mi furioso, cuando salí del auto intento golpearme, pero el resto de conductores lo frenaron, es una competencia legal, no puede estar haciendo esas tonterías o podría crear una mala reputación en el mundo de las carreras y eso no es bueno.

—Eso fue trampa —grito Félix mientras otros conductores lo detenían 

—Eso lo deciden los jueces, no tú —respondió conteniendo mis ganas de matarlo

—estuviste genial —René se lanzó sobre mí, me abrazo con fuerza y me sacó del medio de tanta gente

—Gracias, hermosa —comenté 

—sí, no te saco de ahí, seguro lo golpeas y usted caballero tiene una carrera muy grande como corredor para perderla por ese idiota —René, me abrazo y los jueces, hablando 

Quede de primer lugar, el segundo lugar fue el número cinco y el imbécil de Félix de tercero, casi muere del coraje, pero después de recibir mi medalla y mi premio en efectivo, me acerque a René, le coloque la medalla y caminamos tomados de la mano al auto.

—Vamos a dejar el auto en el taller con Manuel para que repare los golpes mientras te llevo al cine en la moto, si tu padre ve los golpes en el auto sabrá lo que hacemos —le comente a mi novia falsa 

—Como el campeón quiera —la muy tontina me dio un beso en la mejilla y liego la ayudé a subir al auto, como dije hasta el taller y deje el auto ahí con Manuel 

Saque mi moto y René quiso conducirla, pero le dije que despacio que esta apenas es su segunda clase y así fue, a ella no le gusta ir despacio, pero si quiere que yo le siga enseñando a manejar la moto irá despacio en las primeras clases.

Al llegar al cine René ya había apartado las entradas para una película de terror, ni modo no soy fan de esas películas, pero creo que es su manera de castigarme por no haberla llevado a una carrera donde ella pudiera correr y no verme simple, así que ahora lo estoy pagando con esta película.