Los Ojos Mágicos Cambian El Destino

Bastian miró a Miranda y comenzó a hablarle.

"Señorita, su padre me debe 3 mil millones, ¿qué opina?", le preguntó Bastian a Miranda.

"Señor Bastian, he traído el dinero, ¿puede soltar a mi padre?", respondió Miranda.

"Jeje... no hay prisa", dijo Bastian.

"Me debía 3 mil millones, pero eso es solo el principal, no es tan fácil para mí prestar dinero", continuó Bastian.

"¿Qué quiere decir?", preguntó Miranda.

"La señorita Miranda puede llevarse a su padre si paga los intereses de 3 mil millones, por lo que deberá darme un total de 6 mil millones", respondió Bastian.

"¿Qué?", Miranda se sorprendió al escuchar eso.

"Esto no tiene sentido, incluso si fueran intereses, no serían tan altos", dijo Miranda.

"Depende de usted si quiere pagarlo o no, o si quiere perder a su padre", continuó Bastian.

"Señor Bastian, ¿no dijo antes que mi préstamo no tenía intereses?", dijo Joni, también sorprendido.

"Entonces, ¿por qué me pide intereses ahora? Si lo hubiera sabido, no habría pedido prestado", continuó Joni.

"¡Cállate!", respondió Bastian gritándole a Joni.

"No tienes derecho a hablar, no dudaré en golpearte de nuevo", continuó Bastian.

Inmediatamente, Joni se quedó en silencio por miedo a Bastian. Joni volvió a preocuparse, 6 mil millones era mucho dinero, no sabía si Miranda tenía tanto dinero.

Mientras tanto, Miranda parecía estar callada y confundida sobre qué hacer. Los 3 mil millones de la empresa eran el capital circulante para la fabricación de cosméticos en su empresa. Anteriormente, el dinero que le dio Rangga se utilizó para pagar todas las deudas de la empresa con el banco.

Su empresa acababa de estabilizarse, si volvía a utilizar los 3 mil millones de la empresa, seguramente volvería a tener dificultades.

Joni era su padre y había muchos empleados en su empresa que dependían de ella para vivir. Además, parecía que Bastian claramente la estaba poniendo en una situación difícil.

"¿Y bien, señorita, tiene el dinero?", preguntó Bastian.

"Señor Bastian, 6 mil millones es demasiado, ¿podría reducirlo?", preguntó Miranda.

"Jaja... Yo, Bastian, no conozco el término regateo", respondió Bastian.

"Sin embargo, puedo darte otra solución, si estás de acuerdo puedo eliminar los intereses o, si estoy satisfecho, ni siquiera tienes que pagar un centavo", continuó Bastian.

Los ojos de Bastian no dejaban de mirar a Miranda lascivamente, pero ella no se dio cuenta. Desde el principio, Bastian la había estado apuntando.

Bastian había oído que Joni tenía una hermosa hija. Sin embargo, no esperaba que su hija fuera tan hermosa. Eso fue lo que le hizo querer acostarse con ella.

"¿Qué quiere decir, señor Bastian?", preguntó Miranda.

"Jaja... es fácil, seré directo", respondió Bastian.

"Eres muy hermosa, solo tienes que acompañarme a dormir esta noche y por la mañana dejaré ir a tu padre", continuó Bastian.

"¿Qué?", preguntó Bastian.

"¿Qué?", Miranda se sorprendió al instante por las palabras de Bastian.

"Señor Bastian, no puedo creer que sea tan descarado", dijo Miranda enfadada.

"Gracias por el cumplido, ahora depende de ti, si no quieres, no estoy seguro de que tu padre aguante hasta mañana", respondió Bastian amenazante.

Miranda pareció quedarse callada, con la cabeza gacha y las manos fuertemente cerradas en puños. Rangga, que estaba allí, también empezó a enfadarse con Bastian. Rangga estaba a punto de hacer algo, pero se detuvo porque Joni gritó de repente.

"¡No!", gritó Joni.

"Miranda, vete, no pienses en mí", dijo Joni a Miranda.

Joni prefería morir antes que sacrificar a su hija. Antes tenía mucho miedo, pero como padre no podía permitir que su hija cargara con sus actos.

"Maldita sea, te dije que te callaras", Bastian se enfadó con Joni.

"Pero no estás haciendo caso a lo que digo", continuó Bastian.

Bastian se levantó de inmediato, se acercó a Joni y balanceó su pierna derecha hacia el cuerpo de Joni, dándole una fuerte patada.

"¡Uf!", Bastian pateó a Joni en el estómago.

La patada fue tan fuerte que Joni se tambaleó hacia atrás y cayó al suelo agarrándose el estómago. Joni se quedó inmediatamente en silencio, tumbado en el suelo agarrándose el estómago dolorido.

Bastian volvió a levantar la pierna derecha y estaba a punto de darle otra patada a Joni.

"¡Detente!", gritó Miranda.

Miranda no podía permitir que siguieran golpeando a su padre. Ya no era joven, si seguían golpeándole así, sería muy peligroso y podría poner en peligro su vida.

"No vuelvas a hacer daño a mi padre, iré a por el dinero y volveré pronto", dijo Miranda.

Miranda iba a ir a su empresa a por más dinero. Pensaría en una solución al problema de su empresa más tarde, lo más importante era salvar a su padre primero.

Miranda empezó a caminar hacia la puerta de salida, pero de repente los hombres de Bastian cerraron la puerta.

"Señor Bastian, ¿qué significa esto?", preguntó Miranda.

"Jaja... he cambiado de opinión", respondió Bastian.

"Ya no me interesa el dinero, olvídalo, solo puedes acostarte conmigo", continuó Bastian.

"¡Eres un desgraciado!", Miranda pareció muy enfadada de repente.

"Me gustan las mujeres temperamentales, seguro que será interesante en la cama", dijo Bastian impaciente.

"Viktor, atrapa a esa mujer, asegúrate de no dañar su delicada piel", ordenó Bastian a su hombre, Viktor.

Viktor, con su gran y temible cuerpo y una cicatriz en la cara, empezó a acercarse a Miranda. Miranda también empezó a sentir pánico y miedo.

"Quien se atreva a tocarla, lo mataré", dijo Rangga de repente.

Rangga se puso inmediatamente delante de Miranda para protegerla.

"Miranda, no te preocupes, estoy aquí, nadie podrá tocarte", dijo Rangga a Miranda.

Rangga empezó a acariciar suavemente la cabeza de Miranda. De repente, Miranda sintió algo extraño en su interior. Las palabras de Rangga, por alguna razón, hicieron que su anterior miedo se calmara, como si Rangga siempre fuera a protegerla.

"Mocoso, ¿quién eres tú? ¿Cómo te atreves a entrometerte?", preguntó Bastian enfadado.

"Soy su marido", respondió Rangga.

"Si alguien se atreve a tocarla, le romperé la mano", continuó Rangga.

Bastian también había oído que la hija de Joni se había casado y que su marido era un inútil.

"Jaja... así que tú eres el inútil", se rió Bastian.

"Seré directo, quiero acostarme con tu mujer, solo tienes dos opciones", dijo Bastian.

"Primero, me entregas a tu mujer y te vas de aquí, segundo, te quedas aquí y me ves jugar con ella, jaja...", continuó Bastian riendo a carcajadas.

"Como has insultado a mi mujer, ahora también estoy enfadado, solo hay dos condiciones si quieres seguir con vida", respondió Rangga.

"Primero, suelta a mi suegro y pídele perdón a mi mujer, segundo, no puedes ni imaginar lo que te haré si te niegas", continuó Rangga.

De repente, Bastian se enfadó mucho. Él, que antes había amenazado a Rangga, ahora estaba siendo amenazado por Rangga. Nunca nadie le había desafiado así.

"Maldita sea, esta vez no solo quiero a tu mujer, también quiero tu vida", dijo Bastian.

"¡Viktor, mata a ese mocoso!", ordenó Bastian a su hombre, Viktor.

Inmediatamente, Viktor, con su enorme cuerpo, empezó a caminar hacia Rangga, preparándose para atacarle.

"Viktor es mi hombre más fuerte, puede vencer a 10 hombres a la vez, tengo que matar a este mocoso rápidamente y jugar con su mujer", pensó Bastian.