Desde los 10 años, Latifa le ha confesado su amor al Príncipe Salomón y le ha pedido que se case con ella. Su destino es ser sólo una candidata a novia del heredero al trono del reino Sufan. Ella sólo es una agregada cultural, alguien a quien nadie ama y nadie extrañará una vez que se cumpla el objetivo de unir a los protagonistas.
Así era hasta que llegué yo, una persona madura que murió en otra realidad, pero esta es una nueva oportunidad para mi, así que no quiero seguir el destino marcado de Latifa, dejaré atrás rogar por el amor de un hombre, las declaraciones sin sentido y pedir el reconocimiento de los padres, es tiempo de darle a esta chica un destino donde ella sea la que tome las decisiones. ¿Habrá alguien que la quiera así?
NovelToon tiene autorización de Belegui Baccelieri para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Recuerdos y compras
Latifa: Gracias por acudir abuelita… (la abraza) De verdad hasta ese momento siempre había pensado que estabas muerta y que mi madre sufría tanto que por eso no te mencionaba nunca… pero no imaginé que se tratara de un pleito por el matrimonio entre mis padres.
Marquesa Leibe: Eso fue orquestado por tu abuelo… (suspira) que los demonios lo quemen lentamente… era un hombre terrible, cuando supe que había hecho el compromiso entre tu madre y ese hombre Rofan me enojé mucho.
Al inicio tu madre no estaba nada contenta, al final de cuentas desde que nació la cuidé como a una princesa única, en casa sus hermanos y yo la tratamos como si fuera un tesoro… creía que ella era la más parecida a mí… yo pensaba que ella estaba enamorada del Rey Assim.
Pero un día llegó diciendo que estaba enamoradísima de tu padre y tuvimos una gran pelea porque yo no lo quería en mi familia… lo único bueno que ha hecho ese hombre es ayudar a tu nacimiento… me alegra mucho que tu seas diferente y te parezcas a nuestra familia, lástima que tu hermano es igualito a él.
Latifa: Abuelita, por cierto… el rey dijo que seguiré siendo candidata a Princesa heredera. No me obligarás como mis padres a pedirle que se case conmigo, ¿verdad?
Marquesa Leibe: Claro que no mi niña, a partir de ahora nadie puede obligarte a hacer nada que no quieras. Pero me gustaría saber qué es lo que planeas. No me gustaría que quedaras sola.
En ese momento Latifa se dio cuenta de que habían llegado a la mansión Leibe, que era mucho más luminosa y alegre que la casa Durand, pero además de todo el personal que las esperaba en la entrada, sus ojos se humedecieron cuando vieron entre todos a Lara, su nana.
Latifa: Lara, estás aquí… (corrió a abrazarla)
Lara: Sí mi señorita, la marquesa Leibe fue muy amable al contratar mis servicios, así que a partir de ahora estaré a su servicio.
Latifa: Abuelita, mil gracias por traer a Lara (regresó para abrazarla).
Marquesa Leibe: Claro, claro, vamos a la sala y ahí podremos platicar, pero antes… (al llegar a lo alto de la escalera se dio la vuelta y dijo firmemente al personal) El Rey Assim ha confirmado mediante este edicto que la joven Latifa es a partir de hoy miembro de pleno derecho del marquesado Leibe, espero que le muestren el mismo respeto que me tienen a mí y a mis hijos. Ahora, todos, regresen a sus puestos de trabajo.
A partir de ese momento las cosas cambiaron radicalmente para mí, mi abuela me dijo que no necesitaba nada de las baratijas que me había dado la familia Durand así que mandó llamar a modistas, diseñadores de zapatos y joyas.
Además, le enfaticé a mi abuelita que definitivamente no deseaba ningún compromiso matrimonial y, como la escuela queda lejos del marquesado Leibe, deberé quedarme en la semana, pero regresaré los fines de semana; también le compartí el hecho de que quería emprender algún tipo de negocio, aunque aun no estaba segura de qué hacer exactamente.
Ella estuvo de acuerdo conmigo, y me pidió que siguiera estudiando mientras definía el tipo de negocio que quería. Me explicó que, en su juventud, ella fue la mejor amiga de la madre del Rey Assim, de ahí que, en consecuencia, mi madre y el Rey fueron, en su momento los mejores amigos y fueron juntos a la escuela, pero cuando ella se enamoró de mi padre dejó de hablarle, en consecuencia, él comenzó a cortejar a la entonces princesa Jinan y mi madre se volvió la “mejor amiga” de la ahora Reina.
No sé cuáles eran las verdaderas intenciones de mi madre, pero me surgieron más dudas sobre su relación con los reyes, y por qué desde que me presentaron al Príncipe mis padres me obligaban a confesarle amor y pedirle que se casara conmigo.
Lo que no imaginé es que la noticia de que había dejado de ser miembro de la familia Durand y ahora era una Leibe se difundió como la pólvora… ¿Cómo fue tan rápido sin internet? Eso sí, todos tenían una versión diferente, pero esa era otra historia.
Lo que era claro es que una vez que regresé a la escuela muchos me miraban con pena, escuché a varias chicas decir que como era tan fea y tonta mis padres me habían abandonado y por eso adoptaron a Salma, que era la que tenía más posibilidades de convertirse en Princesa heredera, no estaban del todo errados, pero la verdad no me importaba.
Así que decidí entre otras cosas comenzar a hacer ejercicio y poner este cuerpo en una buena condición física. En la primera parte de mi vida anterior hice gimnasia, ballet, natación y patinaje, entre otras actividades físicas, porque mi padre era un atleta y quería darme lo mejor, pero él murió cuando era yo una adolescente y nuestra familia se vino abajo, a partir de ese momento todo en mi vida comenzó a fallar.
Eso sí, ahora como no tengo la obligación de hacer confesiones de amor, comencé a concentrarme en mis estudios y presto más atención a las clases, especialmente a las de magia, me dicen que cuando cumpla 16 años podré probar si tengo algún atributo mágico, al parecer, para que se manifieste el cuerpo debe haber pasado por los cambios hormonales y si bien hay quienes manifiestan esto antes, en realidad no se hacen pruebas hasta después de la edad que tengo en la actualidad.
Debido a que en la novela no se menciona que mi personaje tuviera algún tipo de magia, la verdad no me preocupo mucho, aunque sinceramente me gustaría.
.
.
.
hay mi pobre zaid /Grimace/ ojalá se le aclare lo que siente por latifa y actúe como le dijo el tío lou