Klaus Relish acaba de tomar su lugar como el Rey Alfa, junto a su amada esposa, Liz. Todos creen que son un feliz matrimonio, pero Klaus sabe que Liz no lo ama, ella solo ama el poder que tiene como reina.
Todo cambia cuando los ancianos empiezan a cuestionar el hecho de que ellos aún no hayan concebido un heredero y es que descubren que Liz en realidad es estéril, por lo que Klaus acepta tomar a otra mujer para que esta conciba a su heredero.
Ava Williams es la elegida para ser la madre de su heredero, una joven loba que había perdido a su mate en un accidente o al menos eso es lo que ella cree y sin imaginar que aceptar concebir al hijo de Klaus sería el inicio de todos los problemas que le esperan cuando los secretos comienzan a salir a la luz.
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Capítulo 24
Klaus
* Llegue a la puerta de la habitación de Ava y decir que me sentí nervioso era poco, ella despertaba tanto en mi qué me asustaba un poco, llame a la puerta pero nadie contesto, por un momento pensé en irme, tal vez ella se había quedado dormida pero quise asegurarme de verla aunque sea un poco más, así que despacio abrí la puerta, la recámara estaba a obscuras, iluminada por la luz de la luna qué entraba por la ventana, hice un pequeño repaso de la habitación para dirigir mi mirada a la cama y decir que me sorprendí era poco, mi hermosa estaba ahí, recostada y tocándose de la forma más sensual y erótica
Me quede observándola por unos segundos, ella no pareció darse cuenta de mi presencia, comenzó a suspirar y yo ya estaba más duro que una roca, comencé a caminar hacia la cama, me acerque a ella para susurrarle al oído, qué era una dulce tentación y en cuanto lo hice ella abrió sus ojos asustada y detuvo sus manos
Klaus: no mi vida, sigue quiero verte
*Le di un beso suave en los labios, ella no dijo nada pero me sonrió y continuó con el espectáculo, sabía que estaba avergonzada pero su deseo era más fuerte, bese sus labios y después su cuello, baje a sus senos para deleitarme con ellos, la despoje de su sostén para continuar mi camino de besos por su vientre, me detuve para quitar sus bragas para dejarla completamente desnuda ante mi, camine para observarla desde el pie de la cama, ella seguía observándome, y yo a ella
Ante su atenta mirada me quite el saco y la corbata, despacio comencé a desabrocharme la camisa y seguí con mi pantalón, me deshice de mi ropa interior y quede desnudo frente a ella, comencé a tocarme y eso al parecer la éxito más seguí moviendo mi mano de arriba a abajo sobre mi longitud, sus ojos llenos de deseo y los míos, no perdían ningún movimiento, vi que comenzó a vibrar estaba a punto de acabar nuevamente y me subí a la cama para evitarlo, detuve su mano y de nuevo su frustración se hizo presente, no pude evitar reírme, era como una niña chiquita a la que le habían quitado un caramelo
Su malhumor duro solo unos segundos, solo hasta que sintió mi lengua acariciando sus pliegues, comenzó a gemir y a decir mi nombre entre jadeos, esto era una locura pero no detuve mi asalto hasta que la sentí de nuevo a punto de llegar y me retire, sabía que eso la iba a volver loca, y al parecer así fue, porque en cuanto vio que no la dejaba llegar a su clímax, me miró con una mezcla entre odio y lujuria
Sus ojos intentando cambiar del azul qué me encanta al verde de su loba, ahora tenía frente a mi a una mezcla de ambas y como la primera vez, Heyat también intento tomar el control, 3 años de que mi lobo no daba señales de vida, pero cuando interactuaba con Ava y su loba, él quería liberarse, intentaba hacerse presente, no sabía que era lo que estaba sucediendo pero necesitaba averiguarlo
Ava no solo me tenía a mi enamorado, mi lobo también la deseaba, por eso la había reclamado, si tenía dudas ahora no las tengo, por alguna razón la diosa me dio una segunda oportunidad de tener una compañera, una a la que me aseguraría de no perder, a la que protegería con mi vida si era necesario, nuestro vínculo era más fuerte cada día, podía sentirlo y a mi lobo fortaleciéndose con él
Ella me miraba con una mezcla de muchas emociones, pero solo quería confirmar mi teoría, ellas estaban de alguna manera sanando a Heyat, mi corazón cada vez estaba más acelerado, mi lobo arañando por salir, así que no opuse resistencia, lo sentí salir a flote y abalanzarse hacia Ava
Ava
*Estaba en la gloria de nuevo, ver a Klaus en mi recámara desnudo y dándose placer, hizo qué mi excitación se elevará, estuve a punto de llegar otra vez y me detuvo, gruñí de frustración pero no alcance a decir nada, porque metió su cabeza entre mis piernas, comenzando a darme placer de nuevo, no paraba de decir su nombre y gemir, hasta que otra vez a punto de llegar se detuvo y esto ya no podía soportarlo más, no sé que demonios pretendía este idiota pero me estaba cansando, tanto así que Zoe, mi loba comenzó a querer salir, no lo podía creer 4 años de no hablarme y cuando de este imbécil se trataba, era toda una cachorrita obediente
Pero la verdad estaba feliz, ella quería tomar el control y no pensaba negárselo, ya había sufrido demasiado y si estar con este lobo tonto le gustaba y eso hacia qué volviera a mi, no lo iba a evitar, así que deje que hiciera lo que quisiera, pero la muy ladina no me bloqueo, me dejó para que viera todo lo que hacía, y por la diosa no sabía que podía ser tan flexible, mi loba y el lobo de Klaus eran unos pervertidos, hicieron lo que quisieron y por momentos me sentí muy avergonzada, esperaba que Klaus no viera nada de esto pero lo dudaba
Así paso un rato, al parecer ellos no quérian parar y no voy a negar que toda esa acción me tenía a mil, pero derrepente mi loba me dio el control, Klaus estaba sobre mi y al parecer su lobo hizo lo mismo, cuando reaccionamos, solo soltamos una carcajada, ese par de lobos nos harían las cosas difíciles