Mi Bella Mentirosa.

(Jazziel)

¿Y ahora que es lo que pasó? No entiendo absolutamente nada.

Este no es el mismo hombre de hoy en la tarde, no es Él que estaba hecho una furia, y me miraba desconcertado.

Y el Alex que acabo de dejár parado, esperando una mirada mía, estaba triste y angustiado.

Que pasa con Anacleto, será que es bipolar.

O me trató así porque estaba con la Kim Kardashian Italiana.

Parecía celoso, y me dijo que había pasado 15 días pensando en mí.

Pero eso no es escusa, para que me tratara como lo hizo.

Así que; aunque haya llegado con cara de arrepentimiento, no lo voy a perdonar, no señor.

En todo caso, no merece atención mía, no cuando me trato prácticamente de prostituta, sin ningún miramiento, pero eso me ganó andar besando desconocidos... Y lo peor de todo es que ese beso me gusto tanto que no me arrepiento de haberlo hecho.¡¡que beso!! fue riquísimo; Ahhhh y estoy consiente que lo volvería a hacer, claro que sí.

Fue el beso más maravilloso de mi vida, nada se puede comparar con lo que sentí al tener sus labios pegados a los míos... ¿por qué? No lo entiendo; que me pasa con Él, tampoco lo entiendo, porque tuve que sentir esto, que tiene de especial Alex, es un abuelo, es bipolar, tiene novia, es un patán, es un imbécil.

Ahh... pero esta rico el desgraciado...

Tengo que, dejar de estár pensando, en ese bendito beso.

—Por que? Vas asi de callada Prince.—Me dice Sebas sin mirarme, pues va manejando.

—No voy callada, Sebas.—Le digo con una media sonrisa.

—Pues, ya casi llegamos al autobús y no has dicho ni una sola palabra.

¿Acaso es por ese tipo? ¿quién es?. ¿Es quien te molesto o es el sapo a quien besaste?.

—Él es el hombre que me ayudo, Sebas, él es a quien besé.—Le digo a mi primo tratando de parecer serena.

—Oh ya veo, parece que lo dejaste en un trauma total, se le ve angustiado y bastante triste, ¿o es que ha pasado algo más con Él? Hay algo que quieras contarme, Prince.—Me dice Sebas un poco serio.

—No Sebas, No ha pasado nada más.—Le digo tratando de ser convincente.

—Bueno entonces, compadezco al hombre, debe estar soñando con tu beso.

Pero me parece muy bien que le hayas dejado claro que tú, no tienes nada que hablar con Él.

Por eso es que te digo que debes tener cuidado con tus impulsos, hay hombres que pueden confundirse.

Llegamos Prince, si todo sale bien mañana ya te podrás ir en tu propio carro.

Cuidate, no olvides que te quiero.—Me dice mi Primo ya despidiéndose.

—Yo Igual...—Le digo y

me despido de mi Primo y me subo al Transporte público.

Al tomar mi asiento lo único que hago es pensar en Alex y sus ojos de cachorro arrepentido.

Él estaba triste muy triste. Y quisiera saber que es lo que pasa con Él; pero no, me trato mal y Yo no le doy mi atención a quien no merece mi atención.

Así que, mejor tratare de pensar en otra cosa, Alex no merece mis pensamientos; pero como le hago si esta dentro de mí mente, y dentro de mi corazón, como es posible que este hombre me haya calado hasta el alma.

Después de 1 hora en el autobús, llegó a casa. Papá ya tiene la cena lista, y Maxito esta haciendo las tareas como siempre.

Después de cenar, Papá se acerca a mí y por la confianza que nos tenemos y por qué es la persona que más me conoce, sabe que algo no anda bien.

—¿Y ahora? ¿Qué paso, mi amor? se que pasa algo—Me dice Papá tomando mi rostro entre sus dos manos para que lo vea a los ojos.

Por primera vez, no quiero decirle la verdad a Papá, y me siento mal por eso, Porque yo sé que le puedo decir mentiras a todos menos a mi Padre y a Maxito.

Pero tampoco me gusta la idea de que sepa, como me trato el idiota de Alex, decido contarle la verdad a medias.

—Papi, El Italiano que bese llegó ahora a la cafetería; estoy segura que fue por casualidad, llegó acompañado de una mujer, la presentó como una amiga, pero; me afecto, me gustaba ese Italiano Papi y me gustaba mucho.

—Mi amor, que puedo decirte, él debe tener su vida resuelta, no te ilusiones con alguien que no conoces por favor Jazziel.

Tu siempre has sido muy madura y prudente en esto de los chicos, y ahora debes serlo aún más.

—No te preocupes Papi, Yo se que debo ser prudente. Fijate que, después en la tarde cuando ya venía de salida, con Sebas. Volvió a llegár y me pidió unos minutos para hablar conmigo, pero le dije que no teníamos nada de que hablar, creo que lo entendió perfectamente, pues no insistió, creo que no lo volvere a ver.

Asi que no te preocupes Pa. Tú sabes que mi prioridad es mi estudio.

Lo sé hija, lo sé. —Finaliza mi Padre dándome un beso en la frente.

Después de hablar con Papá subo a mi habitación, realmente me siento mal por ocultarle cosas a Papá, y no lo hago por defender al imbécil de Alex, lo hago para que Papá no se preocupe de más; y que no deteste al Italiano, por haberme insultado.

Así que prefiero que piense que estoy triste porque me afecto verlo con alguien más y no por los insultos que recibí de Él.

A decir verdad, que estuviera con esa plástica no podría afectarme, pues Alex la ignoro todo el tiempo, El jamás dejo de verme a mi; aun con sus intentos de llamar su atención, no lo logro.

Pero ya para qué voy a pensar en Él.

No, no quiero volver a verlo.

Como ya dije no merece mi atención.

Después de hacer algunas tareas pendientes.

Me voy a la regadera, como siempre lo hago antes de dormir, quiero dejar de pensar en Alex, y en sus palabras; pero no puedo, recuerdo lo duro que fue, y se me hace un nudo en la garganta, y es aqui donde nadie me ve, donde las gotas de agua se pueden confundir con lágrimas; lloro, lloro por Él, Lloro porque pasé 15 días soñándolo y deseando encontrármelo y volverlo a besar; pero cuando nos encontramos de nuevo, me insulto.

Deseaba estár en sus fuertes brazos y sentirme segura en ellos, deseaba, volver a sentir el sabor de su boca, ese sabor, que me dejo con ganas de más.

Yo pensaba que era el indicado para mí, pues lo que sentí al ser tocada por Él, es lo que Mamá me decía que sintió con Papá, esa sensación de mariposas, en mi estómago y esa electricidad en todo el cuerpo.

Pero todo se quedó solo en una experiencia más, en un sueño y un deseo que jamás se hará realidad.

Salgo de la regadera, seco mi cabello y mi cuerpo, hidrato mi piel como es mi costumbre, me pongo mi pijama y me acuesto.

La imagen de Alex viene de nuevo a mi mente, ese hombre tan bello y tan grande, Dios es que esa estatura que tiene me hace suspirar, su cuerpo se ve tan fuerte, tan bien trabajado, su cabello oscuro su rostro como de modelo de revista. Alex es como mandado a diseñar para mí.

Dios, eres Él mejor diseñador que existe, y a Alex lo hiciste, tal y como Yo lo soñaba, es una lástima que no sea para mi...