Mi Bella Mentirosa.

(Alex)

Anoche por primera vez en 12 años cené sintiéndome en familia, conocer la historia de la Madre de Jazziel, me conmovió al extremo y me hizo recordar mi propia historia; lo raro es que, es la primera vez que comparto lo de mis padres, Jazziel ha venido a romper con todos mis estereotipos de conducta, en tan solo 15 días.

Cuando llegué mi casa, lo primero que hice fue reportarme con mi preciosa, y agradecerle una vez mas, por hacerme sentír tan maravillosamente bien.

Después, llamé a mi amigo Karlo para pedirle me ayudé, con un regalo especial para mi Jazzi y uno para Maxito; sé que tal vez es paranoia mía, pero el mafioso de la cafetería no me dejo tranquilo y es mejor prevenir.

Luego dormí tan maravillosamente bien, con chepe deseando tener actividad, pero no solo por desahogarse, chepe el quiere amar por primera vez.

Ahora, es el día de la gala, y lo mejor es que lo pasaré con mi pequeña, ya la llamé y me dijo que todo está resuelto con su primo Santiago.

 Él llevará a su esposa también, así yo me podré adueñar de mi Pequeña y tenerla para mí en toda la fiesta.

Estoy ansioso por qué sea de tarde y no es por la gala, es por verla a Ella...<> el sabor de sus besos ha quedado impregnado en mi paladar, la deseo... deseo tenerla, pegada a mí.

El tiempo paso lento pero llegó la hora.

... Ya casi estoy listo, la verdad me veo muy bien, y al verme al espejo solo pienso en que quiero impresionarla solo a ella, y me río de mi mismo, pues antes en ocasiones como esta, solo pensaba atrapar a la mujer más llamativa de la fiesta y llevármela a la cama; pero ahora como todo un enamorado quiero gustarle solamente a Jazziel.

Despues de verme como un adolescente en el espejo, salí de casa, voy en mi vehículo, le pedí al chófer me trajera porque no sé si Jazzi traerá su carro, y pues quiero estár preparado por cualquier cosa.

Llego puntual al Salón del evento en un lujoso y reconocido hotel de Milán; Ya hay bastante gente, al entrar al salon, me doy cuenta que como siempre, soy el centro de atención de todas las mujeres solteras y no solteras; pero eso ya no me interesa.

Voy en busca de Karlo y su esposa que ya están presente, en la mesa principal, los saludo y me quedo compartiendo con ellos un momento.

—¡¡Y qué, me vas a decir que como siempre, viniste solo Bruno!! ¿que paso con Tu bella Mentirosa?—Me dice Karlo.

Mientras que su esposa me mira con ojos de detective, y esta atenta a mi respuesta

—Si Karlo vine solo; aunque te puedo asegurar que me iré con la mejor compañía.—Le respondo, tranquilo

—Pero eso es lo que haces siempre, venir solo y salir con cualquier mujer ciega que te haga caso.

—Jajajajaja, ando de tan buen humor que tus idioteces me parecen graciosas, amigo.—Le digo a Karlo, él mira para la entrada principal y dice.

—Mira, ya vienen algunos de los representantes de Gucci,

Viene el Señor Aldo Gucci heredero de la marca, su Padre también se llamaba Aldo, quién fue hijo del creador de esta casa de Moda; es divorciado y a sus 52 años tiene tu mismo nivel de mujeriego, una mujer cada noche; eso y más, es lo que dicen las revistas; entre su comitiva también está, la Arquitecta que estará supervisando el proyecto.

¿Guapa verdad? —Me dice Karlo.

—Hace 15 días te hubiera dicho que sí; pero después de ver a alguien realmente bella, creo que sé mi verdadero gusto en belleza.

Además, como me dijo alguien, es mandada a remodelar con bisturí, no es original.

—No puedo creerlo, oírte hablar así es como un milagro, y ya quiero conocer a quien hizo ese milagro—Agrega Elieth.

—La conocerás cuñadita.—Le digo a Elieth guiñandole un ojo.

—Vamos es hora de cerrar un importante contrato.—Me dice Karlo.

Y yo lo único que quiero es ver llegar a mi Jazzi.

Sé que viene en camino, porque le escribí y me dijo que ya venían un poco cerca.

El Señor Gucci se acerca, nos saludamos cordialmente, la Arquitecta, me saluda coquetamente y a mí aunque es una mujer despampanante, no me interesan sus coqueteos.

De repente veo a Aldo Gucci quedarse viendo a la entrada principal, con sus ojos fijos, y hacer un gesto con sus labios.

—Viene, mi Auditor contable y creo que recibirá una muy buena retribución, porque aparte de su esposa, trae a la mujer más bella que he visto en mi afortunada vida.—Es el comentario de Aldo Gucci.

Todos volteamos a la entrada y veo a Santiago Mendiola, con la que supongo es su esposa, muy bella por cierto, y a su otro lado veo a Jazziel, y por Dios está Mujer no se cansa de impresionarme.

Mis ojos van directo su vestido...

¡¡Algo impresionante!!

Su vestido es quizá el menos pomposo de la fiesta; es el color perfecto, se ve demaciado espectacular, tanto que la hace atraer todas las miradas de los hombres.

—Wow que mujer tan hermosa, —dice Aldo, y continua... con todo el conocimiento de la moda que tengo, sé que es una mujer muy arriesgada; pero acertada. Saben amigos toda mujer que viste de ese color para una fiesta, es una mujer, que confía en ella, demasiado segura de sí misma, es transparente y sumamente elegante.

No es una mujer común eso lo aseguro...

Y si agregamos, que es joven y hermosa... creo que con alguien así, me volvería a casar... todos se carcajean, menos yo..

Yo estoy ardiendo en celos por dentro, pero con mis ojos puestos en mi Pequeña, a la que ya me encargaré de presumir.

Esta bellísima tanto que me quedo hipnotizado, viendo como con su primo caminan hacia donde estamos.

Mientras todas las mujeres visten de negro, rojo, azul, etc. Y sus vestidos son en extremo pomposos a esta belleza, se le antoja ponerse blanco y atraer a todos los hombres, con sus bien delineadas curvas y ese tan divino escote.

Le sonrió a mi Jazzi, mientras Ella se acerca junto a su primo, está seria, viendo a La Arquitecta que está parada cerca de mi, con su tradicional vestido negro, pero que a mi no me atrae en lo absoluto.

—Buenas noches, Señores — Dice Santiago Mendiola.

Yo sin esperar las presentaciones, me acerco a Jazziel y sin meditar en lo que voy a hacer, la tomó de la cintura la pego totalmente a mí y la beso en los labios, un beso discreto pero demostrándoles a todos que Ella es mía.

Oímos un carraspeo, es Santiago que esta observando sorprendido.

—Mi amor, tardaste mucho.

Ya estaba impaciente por verte.—Le digo mientras ella sonríe y se queda en silencio.

Disculpen mi mala educación señores; pero necesitaba saludar a mi Novia...