Después de encontrar a su hermanastra junto a su prometido en la cama. Lina Connor huye despavorida y mete a una habitación prohibida que le cambiará la vida al ser devorada por un extraño ardiendo en deseo.
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Más disgustos.
Lina no sabía que tan lejos había caminado, cuando sonó la bocina de un automóvil detrás de ella. Pensando que era Olivia Cameron ella lo ignoró. Cuando el coche pasó delante de ella una cabeza lanuda se asomó por la ventana.
—Señora Lina, súbase.
Lina se quedó parada mostrando desconfianza, jamás había visto al hombre.
Lina se secó incoscientemente las lágrimas que se habían secado hace mucho tiempo en su rostro para luego hacer una serie de preguntas.
—¿Me conoce?.
—Si Señora. El amo Torner me contrató antes de irse, para su servicio.
—¿Cómo se que no eres un secuestrador?.
El hombre de unos 45 años sonrió con gracia.
—Si está insegura puede llamar al amo Said o al Señor Camay.
Lina lo dudó por unos segundos "Said no debe de llegar todavía, mejor llamo a padre".
Tomó su teléfono y marcó rápido, después de oir que su amado esposo había echo ello, sintió que su cuerpo congelado recuperaba el calor. Se subió muy rápido sin dejar de sonreír.
—Mi nombre es Marco Marín, un placer servirla Señora —Añadió el hombre al volante.
—El gusto es mío, gracias por darme el alcance.
—Es mi deber, cuidarla como a la piedra mas preciosa.
Lina solo sonrió, su corazón pasó del agobio al gozo, con tan sólo pensar en Said.
Al llegar al chalet su adorado suegro salió a recibirla.
—Mi niña, bienvenida.
—Padre buenas noches.
—Vamos niña, Tutty ya tiene la mesa servida, estas trabajando hasta muy tarde eso no me gusta.
—El trabajo me distrae, ahora más que Said no está, debo ocuparme en algo para no extrañarlo.
Lina mostró su hermosa sonrisa tímida mientras se dirigían a la mesa, una ves sentados el Señor Camay dió unas palmaditas.
—Bravo, me encanta que este matrimonio esté envuelto en miel, hay hija perdón mi impertinencía pero....... ¿Ya habrá un nieto mío en tus hermosas entrañas?.
Lina no pudo calmar su sonrojéz, sólo mostró una risa agraciada y dijo:
—No padre, es muy pronto.
—Bueno bueno, seguiré esperando con ansias la hermosa noticia, bueno comamos que se enfría la comida.
Después de una cena agradable llena de risas, Lina subió a su habitación y se dió una ducha, después de su rutina se metió a la cama, estaba meditabunda cuando de repente sonó su teléfono.
—¿Hola? —Lina se apresuró a responder.
Al otro lado de la línea la voz ronca y sexy de Said Torner se escuchaba.
—Hola mi amor, leí tu mensaje, también te extraño y te super amo.
Lina se mordió los labios mientras se sentaba.
—¿Cómo estás?.
—Muy bien amor, ¿tu como estas?, me enteré que unas modelos te molestaron.
—Sobre eso, cariño ¿podrías no despedirlas?.
Hubo un silencio impaciente. La voz dulce de Said se tornó frío.
—Mmmm, pero esas se lo buscaron, tienen que ser castigadas, no soporto que se metan contigo. Eso me enloquece de rabia.
—Eres tan dulce, me encantas, pero cariño quiero darles una oportunidad.
Said dio un suspiro y no evitó sonreír.
—Está bien amor, esta ves lo dejaré pasar.
—¡Gracias! te amo.
—Yo más a ti, me haces tanta falta, extraño tus besos, tu piel tu aroma, todo tu...
—Ya pronto estaremos juntitos, más bien debes descansar debes de estar agotado.
—Un poco, pero quiero seguir oyendo tu melodiosa voz.
—Jeje, en serio cariño, descansa , te amo.
—Como digas jefa.
—Hasta mañana, dulces sueños.
—Tu también mi reina, descansa, besos.
Después de cortar la llamada Lina se arropó con las sábanas transpirando felicidad.
—¡Soy la mujer mas feliz del mundo!, gracias a esas zabandijas pude conocerlo, esto es mi sueño echo realidad.
Después de estar moviéndose en la cama, recordando sus noches de pasión en los brazos del dios griego, Lina se quedó profundamente dormida.
A la mañana siguiente Lina salió muy temprano a la empresa, vestida con un hermoso vestido morado que le llegaban hasta las rodillas,con unas pequeñas aberturas a los lados, acompañado de un abrigo de piel marrón oscuro y botas del mismo color. Justo cuando se sentó en su escritorio Rouss del Solar apareció de la nada y comenzó a golpearla con su bolso.
—¡Lina Connor, maldita perra!.
Lina agarró las carpetas y la arrojó al instante para quitársela.
—¿Estás loca?—Rouss gritó cuando la carpeta chocó en su cara.
—Tu te lo buscaste.
—¡¿Me pegaste?! Lina Connor déjame decirte. Eres sólo una hija bastarda que mi madre concibió en las calles. ¡Ni siquiera eres digna de ser mi sirvienta!.
Lina se puso de pié con una expresión helada.
—¿Qué dijiste?.
Rouss seguía gritando con su voz chillona.
—¿O me equivoco?.
La tolerancia de Lina había llegado su límite. Buscó el número de Olivia Cameron en su teléfono, pero Rouss lo tiró al piso cuando estaba por llamarla.
—¿Llamar a mi mamá?¿crees que eres digna?. Mantente alejada de mi mamá y de Said. ¡De lo contrario haré de tu vida un infierno!.
—¿De qué se trata este alboroto?—Preguntó Rosa asombrada, mientras cerraba la puerta.
—Ella me golpeó—Los dedos de Rouss apuntaban a Lina, mientras lloraba como un grifo roto.
—¡Bien merececido! Seguro molestaste a mi jefa. Déjame avidinar...... eres una de las gatas que van tras el Señor.
El rostro de Rouss se tornó en enojo, pensó encontar apoyo en Rosa pero esta ves se equivocó.
—Maldita, como ye atreves ¿sabes quién soy?.
—No me interesa asi que ¡largo!. Si no quieres que mi jefe te mate.—Mientras señalaba la salida.
Rouss se mordió el labio de impotencia, antes de marcharse giró su esbelto cuerpo.
—¡Sólo espera y verás!—En tono amenazante.
Cerró la puerta de un tiro y se marchó furiosa.