Una semana antes de su boda, Amelia, de 25 años, descubrió que su prometido la engañaba con su mejor amiga Lisa… y que ella está embarazada, sintiéndose asqueada, decepcionada y traicionada, Amelia se negó a derramar una sola lágrima porque no les daría el gusto de verla rota, así que en silencio, trazó un plan: avergonzarlo públicamente el día de la boda y poner fin a una relación construida sobre mentiras y lo que comenzó como una humillación planeada se convirtió en el primer paso hacia una nueva vida, donde Amelia ya no será la víctima, sino la autora de su propio destino.
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Capítulo XXIII: Lo que se mueve, no se quiebra
Kate recordó las palabras de Emilio acerca de que Amelia necesitaba algo más que una palmada en el hombro, y a veces el amor duro es lo único que funciona.
—Amelia—Dijo Kate con un tono de voz firme— si no te sientes cómoda con tu cuerpo entonces toma las medidas necesarias para cambiarlo, no por los demás sino por ti.
Amelia la observó con una mezcla de desconcierto y defensa.
—¿A qué te refieres con eso, Kate?
Kate se acercó mas a ella, intentando no invadir su espacio, pero sin intenciones de retroceder, porque sentía que era el momento de hablar no de la estética sino del control sobre sí misma.
—A que es verdad lo que le dijiste a tu ex suegra, tu problema con el peso tiene solución, lo único que necesitas hacer es tomar el control de tu propio cuerpo y de tu historia.
Esas palabras de que podía tomar el control de su cuerpo resonaban en su cabeza, por años pensó que ya no podía hacer nada para cambiar su situación y debía conformarse, pero ahora se preguntaba y ¿Si tal vez aún estaba a tiempo de hacer algo?, pensó en sus dolores de rodillas y de espalda y las veces que agacharse parecía un castigo y luego al levantarse una condena y ni hablar de hacer algún tipo de esfuerzo porque era casi como subir a una montaña.
Y por primera vez no sintió vergüenza sino rabia, y esta rabia quizás era el principio de algo.
—Está bien, Kate… intentémoslo —dijo Amelia con un hilo de voz— Después de que regresemos de nuestras vacaciones.
Kate esbozó una sonrisa porque se dio cuenta de que Amelia estaba dispuesta a darse una oportunidad para cambiar y aunque esto no sería sencillo, este era el primer paso.
—Te prometo que no te vas a arrepentir — dijo Kate con un brillo de emoción en sus ojos.
Amelia no comprendía que estaba haciendo Kate, pero la escuchaba mientras hacía un par de llamadas y llegaba a acuerdos y debía reconocer que Kate era un hueso duro de roer, y ahora entendía porque en la agencia era tan respetada no solo era por el respaldo de su familia, sino que ella de por sí, era una persona muy firme en sus decisiones y estaba acostumbrada a cerrar tratos comerciales con mucha seguridad.
—Descuida Mely cuando regresemos de nuestras vacaciones todo va a estar listo — le aseguró Kate.
Kate estaba decidida a aprovechar esta oportunidad por eso se puso de acuerdo con Josefina la cual era una entusiasta de la vida fitness y ya estaba en conversaciones con un endocrinólogo y un nutricionista para que su hermana fuera evaluada, mientras que Kate por su parte buscaba un coach adecuado para su amiga, pensando en que Amelia necesita a una persona de carácter fuerte, pero a la vez empático y que supiera motivarla cuando más lo necesitara.
—Mely aceptó intentar un cambio —dijo Josefina, abrazando emocionada a Adrián.
Adrián la observó y luego bajó su rostro y le dio un beso, y la verdad es que estaba muy feliz por su cuñada porque como cardiólogo le preocupaba mucho su salud, la conoció siendo una adolescente y la quería como a una hermana y recordaba que ella en ese entonces no tenía problemas con su peso y verla apagarse poco a poco le afectaba.
—Lo importante es que todos estamos para apoyarla — dijo Adrián
Todos estaban muy preocupados pensando en las consecuencias de la traición de Tomás, pero Amelia cada día les demostraba que era muy fuerte y que al final de esta vicisitud, ella emergería como la única ganadora.
Tomás por su parte pensaba en que hacer con Lisa y revisó su saldo bancario y suspiró con resignación y con un gran dolor en su alma decidió que arrendaría un lugar para que ella se mudara, por suerte pronto viviría en la casa de Amelia y no tendría muchos gastos.
—Yhon, te juro que este es el ultimo favor que te pido —dijo con tono de súplica.
Tomás recordó que Yhon tenía un inmueble en alquiler y decidió pedirle ayuda una vez más.
—Eso fue lo que dijiste, sobre tu matrimonio en secreto con Lisa y aquí está pidiendome otro favor.
Yhon no estaba dispuesto en ayudar a Tomás, pero por otra parte le preocupaba que esa molesta pareja le causase mas enojo a Amelia, así que suspiró hondo y le dio una salida no por que estuviera de acuerdo sino para que no la molestaran.
—Este es el numero de mi agente inmobiliario —dijo finalmente con tono cortante.
—Yhon somos amigos…
—En los negocios la amistad no vale de nada, así que si quieres el inmueble llama a mi agente inmobiliario.
Tomás colgó la llamada sintiéndose muy contrariado porque era como si de la noche a la mañana su vida ya no era tan perfecta y lo peor es que no encontraba manera de recomponerla.
Ezra se sentía un poco intimidado cuando se reunió con Miguel porque seguía siendo el hombre de rostro severo que recordaba de su infancia, pero cuando le sonrió con tanta calidez y le estrechó la mano con tanto afecto sintió alivio porque era como si el tiempo no hubiera pasado.
—Ezra ya eres todo un hombre — dijo Miguel con la alegría de quien se encuentra con un pariente perdido.
—Sr. Hidalgo es un gusto verlo de nuevo.
La conversación sobre el menú de la celebración del cumpleaños fue muy amena porque estuvo aderezado con los recuerdos del pasado y lo trascurrido durante estos años los dos hablaban de anécdotas familiares y de recuerdos compartidos mientras sonreían.
—Me alegra que hayas regresado, porque Mely siempre habla con mucho cariño de ti.
—Yo también la recuerdo con mucho afecto.
—Ezra tengo muchas expectativas para el día de la celebración de mi cumpleaños.
— No se preocupe Sr. Hidalgo que voy a asegurarme de que el banquete de su cumpleaños sea algo que todo recuerden.
A pesar de las palabras de Tomás, Lisa no dejó de insistir en hablar con Amelia, sin embargo, no obtuvo ningún resultado, luego llamó a Josefina pensando en que podría hacer cambiar de parecer a Adrián, pero esta le respondió: “Es su apartamento y no puedo opinar nada al respecto”
—¿Cómo si no supiera que Adrián hace lo que ella le dice? — murmuró Lisa con sarcasmo.
Dado que nadie de la familia Hidalgo le respondía, Lisa comenzó a empacar, a pesar de que ignoraba a donde se mudaría.
—Mamá, ¿Qué fue lo que le dijiste a Amelia? —preguntó Tomás con exasperación.
Isabel por su parte se sentía tan irritada que regresó a su casa y se encontró con la mirada severa de Tomás el cual estaba muy enojado no solo por su nefasto cliente y la presión de Lisa sino porque su relación con Amelia era muy inestable, lo peor es que durante toda la tarde ella nunca le respondió a sus mensajes.
—Tomás no estoy de humor para hablar de esa insolente.
Isabel pensaba en como la llamó vieja y eso la llenaba de ira, porque no le gustó que se lo dijera a pesar de todas las veces en las cuales la llamó gorda para ofenderla.
—Pues mas te vale que recuperes tu humor … mamá.
La discusión entre madre e hijo no hizo mas que acrecentar porque Tomas la acusaba de que Amelia lo ignorara mientras que Isabel le decía que si no pensara con su parte inferior no estuviera en esa situación porque si Amelia no era una buena opción para ser su esposa, Lisa lo era menos aún.
Al final de la tarde, Richard recogió sus cosas en la oficina, estaba decido así que no se despidió de nadie, solo salió y caminó hasta el gimnasio el cual visitó en horas de la mañana, se acercó al mostrador y una joven de coleta alta y actitud amable le sonrió.
—Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarlo?
—Quiero inscribirme—dijo con timidez
Richard a pesar de que se sentía inseguro se inscribió y después entró y el olor a sudor y desinfectante lo impactó, pero fue como una bofetada de las buenas.
—Creo que esto no fue una buena idea — murmuró para sí mismo con inseguridad.
Una joven con actitud muy jovial se le acercó.
—Hola, soy Indira y voy a ser tu entrenadora.
Richard la observó y tenía buena figura, una mirada amable y una voz firme y de inmediato sintió incomodidad, no por lo que ella significaba sino por lo que él mismo había perdido.
—No quiero que me tengas lástima —dijo Richard, casi en susurro.
—No te tengo lástima, solo doy instrucciones y espero resultados.
Richard sonrió sin ironía por primera vez en semanas porque a pesar de verla tan joven, ella le inspiraba confianza, no por lo que decía sino por como lo hacía.
—Entonces… vamos a trabajar—dijo Richard con convicción.
Indira asintió y le entregó una hoja de rutina básica.
—Hoy solo quiero que camines y mañana, comenzaremos con el entrenamiento de fuerza.
Richard se dirigió a la caminadora, se subió y comenzó a andar, no se trataba de algo épico, pero sí era el primer paso para tomar el control de su vida después de tanto tiempo.
Luego de una hora regresó a su casa y estaba tan cansado que no le importó que Isabel no le preparara la cena o que Tomás estuviera enfurruñado en su habitación comportándose como un niño malcriado, pensó en que pronto cada uno de ellos tomaría su propio camino y él por fin había comenzado a caminar el suyo.
Lisa lo que mal comienza mal termina el karma no te perdonará lo que le hiciste a Amelia.
Tomas tu eres otro que te casarás con Lisa y eso será una carga sin contar que tú madre quedará viviendo contigo y eso será un martirio te arrepentirás demasiado tarde y te darás cuenta que fue un error dejar a Amelia.
Lisa las comparaciones están demás tienes el autoestima tan bajo que preguntarle a Tomas si ella es mejor fíjate que ella no necesita andar de putizorra quitándole el marido o novio a otras mujeres por eso no tienes amigas mientras Amelia si tiene amistades que la valoran y definitivamente no tienes realmente a nadie que te quiera realmente y los que te apreciaban como dice un dicho le mordiste la mano a quien te dió de comer.
Lisa le tocará aprender que la amistad se traiciona y envidia.
Tomas a no ser interesado y valorar a la persona que lo ama.
Isabel a ti te tocará más duro porque con tu egoísmo y arrogancia perderás a Richard y que harás porque no sabes lo que es trabajar.
Lisa alias cerebro seco como se le ocurre que se puede ir a vivir a una casa con unos recién casados aunque eso no se dará otra loca más.
Tomas ni te imaginas el karma que te vendrá tu casamiento con Lisa, el divorcio de tus padres, te quedarás sin boda con Amelia, tu madre y tú se quedarán a la deriva sin casa y de paso con un caso con un mafioso 😱😱😱
Amelia ahora se enfrentará a Isabel con que mentira le saldrá su suegra 🤔🤔🤔🤔❓❓❓❓❓
Lisa que cara dura eres llamar a Amelia para pedirle ayuda porque su cuñado la mando a desalojar y no tiene a donde vivir por andar de zorra te darás cuenta muy tarde que no recibirás ayuda y tampoco cuentes con Tomas y tu futura suegra porque esos están guindando y no son un racimo de uvas 🍇 🍇 🍇 🍇😱😱
Amelia se te despertó lo malévola que llevas adentro acorraló a Tomas para casarse el viernes sabiendo que lo hará con Lisa buena jugada y mientras Miguel le mando un caso a Tomas difícil de resolver.
Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón Maratón 🙏
Ezra está babeado por Amelia y el dice que ella no era gordita y quiere saber el por qué y como paso a esa talla pero igual la quiere si ya se extrañan que más puedes pedir.
Amelia es que no te haz dado cuenta que eres bella por dentro y por fuera por eso Ezra está feliz ya se dió cuenta que la boda está cancelada y tiene una oportunidad de conquistarte.