Quédatelo, Hermana… Llévate a Mi Esposo

"¿Te sientes mejor?" preguntó Alif en voz baja, su mirada fija en el pie de Riana que ahora estaba untado con aceite medicinal.

Riana asintió vacilante. "Un poco."

La voz era casi inaudible, como si temiera que su respuesta provocara algo más que una simple conversación.

Alif levantó la cara lentamente. Sus miradas se encontraron de nuevo, esta vez sin que ninguno intentara evitarlo. En sus ojos, Riana vio una sinceridad reconfortante, pero también algo más, algo que hizo que su pecho temblara extrañamente.

"Riana, date cuenta, no fuiste creada para él, él es alguien brillante mientras que tú? Solo una mujer con muchos problemas. ¡Date cuenta!" Riana se advirtió a sí misma en su corazón.

"Riana", dijo Alif suavemente. "No tienes que seguir pareciendo fuerte. A veces, descansar también es una forma de valentía."

Riana lo miró fijamente por un momento. Las palabras parecían sencillas, pero por alguna razón hicieron que le picaran los ojos. Rápidamente bajó la cabeza, fingiendo ajustar su postura. "Gracias, Doctor... simplemente no quiero molestar a nadie más."

"¿Incluyéndome a mí?" preguntó Alif con una leve sonrisa.

Riana se quedó en silencio. No sabía qué responder. Su corazón latía con fuerza, pero el rostro de Alif permanecía tranquilo, como si esperara una respuesta que nunca llegaría.

Unos segundos de silencio. Solo el sonido del reloj de pared y el tenue aroma del aceite medicinal mezclado con el aroma de la terapia.

Alif respiró hondo lentamente y luego se levantó. "Bien. Si todavía no quieres molestarme. Dijiste que querías devolver el favor, ¿verdad? Así que ya he preparado un deseo, ¿quieres escucharlo?"

Riana levantó la vista rápidamente, con los ojos muy abiertos. "¿Qué?"

Alif se quedó en silencio por un momento, después de pensarlo mucho finalmente abrió la boca, "Riana, en este mundo solo tengo una familia, que es mi abuela. Durante estas últimas semanas la enfermedad de mi abuela ha reaparecido a menudo, y me han pedido que traiga a mi pareja. Dice que es su último deseo."

Miró a Riana con una leve sonrisa, aunque en su corazón había un sentimiento de culpa girando lentamente. No porque estuviera mintiendo realmente por beneficio, sino porque sabía que esta razón era solo una forma sutil de que Riana no se fuera demasiado rápido de su vida.

"¿Así que lo que el doctor quiere decir es?"

"Antes de irme a Sorong quiero tranquilizar a mi abuela. Entonces, ¿podrías ayudarme a fingir ser mi pareja?" pidió Alif.

"¿Q—qué? ¿Pareja doctor? Pero esto puede que no esté bien doctor", dijo Riana queriendo negarse, su problema de divorcio aún no está resuelto y luego le piden que sea una pareja falsa, si la abuela de Alif descubre la mentira, ¿no se agravará su enfermedad?

"Doctor... tengo miedo, si la abuela del Doctor se entera de que esto es solo una farsa, ¿no podría eso hacer que se enferme más?" añadió Riana en voz baja, su voz sonaba temblorosa entre la confusión y la ansiedad.

Alif la miró seriamente, luego negó lentamente con la cabeza. "Mi abuela es una persona terca, Riana. Desde que era niño, ella me crió. Solo quiere asegurarse de que no viva solo. Yo... no puedo soportar verla seguir esperando una esperanza que no llegará."

Riana se quedó en silencio, sus ojos mirando al suelo. Esas palabras hicieron temblar su corazón, entre lástima, compasión y algo difícil de explicar.

"Pero, ¿por qué yo, Doctor?" susurró, casi inaudible.

Alif suspiró profundamente y luego miró a Riana con una mirada suave pero llena de convicción. "Porque eres la única en la que puedo confiar. No te pediría esto si fuera solo una formalidad, Riana. Solo necesito que me acompañes una vez. Después de eso, todo habrá terminado."

Riana se quedó atónita sintió que quería negarse, pero el tono de voz de Alif era demasiado sincero para ignorarlo. Bajó la cabeza, apretando el extremo de su blusa que estaba ligeramente arrugada.

"Si tu abuela pregunta... ¿cuánto debemos actuar?" preguntó con cautela.

Una pequeña sonrisa apareció en los labios de Alif. "No tanto como piensas. Basta con que vengas conmigo, me acompañes a almorzar y le hagas creer que ya soy feliz. Eso es todo."

"¿Solo eso?" preguntó Riana, con los ojos entrecerrados con desconfianza.

Alif asintió lentamente, pero las comisuras de sus labios se elevaron, ocultando algo. "Hmm... una cosa más."

Riana lo miró con cautela. "¿Qué más?"

"Solo una pequeña cosa", dijo casualmente mientras la miraba significativamente. "Somos pareja, ¿verdad? Así que tienes que cambiar tu forma de llamarme. ¿Cómo es que delante de mi abuela todavía me llamas 'doctor'?"

Riana se quedó en silencio, con los ojos muy abiertos. "Entonces... ¿cómo debo llamar al doctor Alif?"

Alif fingió pensar seriamente mientras se acariciaba la barbilla, luego la miró de reojo con una mirada seductora. "¿Qué tal... soy de la etnia Sunda, así que cómo sería bueno que me llamaran para que sea cercano como una pareja?"

Riana tragó saliva lentamente. "¿Mas?"

Alif soltó una pequeña risita, su voz baja pero cálida. "Eso es javanés, Riana. Soy de la etnia Sunda, ¿recuerdas?"

Riana parpadeó confundida, luego sonrió torpemente. "Entonces... ¿cómo suelen llamarse los de la etnia Sunda?"

Alif se inclinó un poco hacia adelante, su voz se hizo más baja pero llena de un tono seductor. "Intenta adivinar primero. Quiero saber qué tan rápido puedes 'adaptarte' para ser una pareja falsa."

Riana lo miró espontáneamente, luego rápidamente apartó la mirada porque sus mejillas se calentaron. "Tengo miedo de llamarte mal después", murmuró en voz baja, fingiendo estar ocupada mirando sus propios pies.

Alif contuvo una pequeña risa, disfrutando de la forma en que Riana se ponía nerviosa. "En ese caso, dejaré que yo elija", dijo finalmente, con un tono tranquilo pero con los ojos brillando traviesamente.

"Llámame Aa, ¿sí?"

Riana levantó la vista de inmediato. "¿A—Aa?"

"Hmm", asintió Alif, su sonrisa se hizo más amplia. "Para que parezca natural. Y... sí, quién sabe si te acostumbrarás más tarde."

"¿Acostumbrar?" repitió Riana rápidamente, su tono de voz se elevó debido al nerviosismo.

Alif la miró con una mirada profunda pero suave. "Sí. Solo es fingir primero... quién sabe si después será real."

La cara de Riana se puso roja al instante. "Doc—eh, quiero decir... Aa—¡ay, esto es muy extraño!" exclamó, cubriéndose la cara con ambas manos.

Mientras que Alif solo se reía suavemente, satisfecho de ver a Riana que ahora realmente había perdido el control de sí misma.

"Tranquila", dijo mientras la miraba suavemente. "Mi abuela—eh, quiero decir, el escenario creerá que estás nerviosa así."

Riana lo miró durante mucho tiempo. Había algo en Alif que le costaba leer entre la sinceridad y la sospecha. Finalmente, asintió lentamente.

"Está bien, Doctor. En ese caso, voy a descansar primero", dijo Riana.

"Aa, Riana. No Doctor", respondió Alif.

Riana al escuchar eso se sintió avergonzada y rápidamente entró en la habitación de invitados.

Mientras que Alif sonrió levemente, luego bajó la cabeza un poco, como si escondiera algo que no debería aparecer. "Gracias, Riana. Te prometo que no haré que te arrepientas."

Pero cuando se dio la vuelta, su sonrisa se desvaneció lentamente. Se dio cuenta de que su abuela estaba bien. Y tal vez, el único que está "enfermo" en este momento es él mismo... porque en secreto se está enamorando de una mujer que está tratando de alejarse del amor.