No te cases si tu corazón aún no ha logrado superar y hacer las paces con el pasado, porque no solo te perjudicarás a ti mismo, sino también a tu nueva pareja.
Esto es lo que finalmente provocó conflictos en la relación entre Rania y Andres.
Su matrimonio estaba al borde de la separación porque el pasado de Andres de repente apareció entre ellos, y más aún, la actitud fría e indiferente de Andres cansó a Rania de seguir luchando por su matrimonio, ya que parecía que solo ella había estado luchando por su relación todo el tiempo.
Finalmente, ella optó por irse. Pero, ¿puede hacerlo? Especialmente ahora que su esposo, quien antes era distante, de repente ha cambiado y se ha vuelto más atento con ella?
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Capítulo 23
Tres años de una vida llena de pesada angustia al recordar el estado crítico de su madre en ese momento, sumado a los problemas en su matrimonio que agobiaban su mente. Nadie intentaba calmarla o abrazarla. El esposo, de quien esperaba al menos estar a su lado, resultó no ser de fiar. Se sentía sola, infeliz, sentía que estaba sola y vacía con lo que había estado haciendo hasta ahora.
Es comprensible que ahora quiera irse y buscar la paz. Sobre todo, porque su madre ya no está y ya no hay razón para mantener su matrimonio. Recordando que desde el principio este matrimonio existió porque se necesitaban mutuamente, no porque se amaran como la mayoría de las parejas.
Sin embargo, la actitud repentina de su esposo la confunde cada vez más. A diferencia de lo habitual, que siempre era frío y parecía no importarle, ahora ve a su esposo suplicándole perdón y negándose constantemente a separarse de ella.
"Dame una respuesta definitiva sobre si no quieres que nos separemos".
Rania volvió a preguntar, pero quería escuchar una respuesta más clara sobre por qué Andres se negaba a separarse.
"Odio las separaciones", respondió Andres.
"Si odias las separaciones, ¿por qué me ignoras?"
Rania no podía entender la respuesta de Andres, recordando que su respuesta era muy contradictoria con su actitud hasta ahora. Aunque antes siempre intentaba acercarse y ser amigable, siempre la rechazaba con frialdad. Así que no entendía el concepto de querer mantener una relación por parte de su marido.
"Lo siento".
Andres solo pudo pedir perdón, porque era lo único que podía hacer en ese momento.
"No sigas disculpándote, pero explícame por qué sigues siendo tan frío conmigo si odias las separaciones?", dijo Rania un poco molesta por la disculpa de Andres, pero sin claridad.
Andres, que solía reprender a sus subordinados y estaba acostumbrado a liderar, esta vez guardó mucho silencio frente a su esposa y aceptó la ira de su esposa sin más. Sin resistencia ni objeciones. Muy diferente de su yo habitual que se veía genial y firme lleno de autoridad.
En este momento parecía un niño al que su madre estaba regañando, guardaba silencio, no objetaba y lo aceptaba sin más. Sin embargo, finalmente abrió la boca y comenzó a explicar su actitud hacia Rania que había sido tan fría y parecía mantener la distancia de él.
"Deberías habérmelo contado, pero..." Rania no pudo continuar su frase porque estaba tan molesta que su tono de voz temblaba un poco porque se sentía tan tonta todo este tiempo.
"Estoy realmente decepcionada contigo, cariño". El tono de molestia era realmente evidente en su entonación que de repente subió.
Rania parecía no creer lo que escuchaba sobre la explicación de Andres sobre su actitud hasta ahora. Aunque ella siempre había estado abierta a él, siempre había intentado entenderlo, siempre había intentado invitarlo a hablar más profundamente, pero Andres no podía abrirle su corazón y eso realmente la decepcionaba, porque él nunca la había considerado como una esposa.
"¿Qué significo yo para ti, cariño? Si ni siquiera puedes contarme algo como esto, ¿eh?"
Rania estaba realmente enojada con Andres por no poder ser abierto cuando se le había dado la oportunidad varias veces.
"Entonces, ¿para qué te casaste conmigo si tú mismo no puedes tratarme como a una esposa?"
Andres solo se quedó en silencio cuando Rania lo golpeó como señal de que estaba muy molesta.
"Cariño, sé que no nos amamos, pero también estoy tratando de que nuestro matrimonio no sea incómodo, pero..."
El sollozo acompañó su dolor que había estado reprimiendo sola todo este tiempo. Siguió golpeando el cuerpo de Andres que durante todo este tiempo había sido la figura dentro de su dolor durante todo este tiempo.
Aunque le dolía, Andres lo aceptó como un castigo por su actitud de ignorar a su esposa durante todo este tiempo. Luego tomó el cuerpo de su esposa y la abrazó mientras lloraba con tristeza.
"Lo siento", dijo mientras abrazaba a su esposa.
Rania seguía rebelándose y quería escapar del abrazo, pero él la sujetó para que Rania se calmara.
"Hipo... hipo...",
Rania lloró desconsoladamente en sus brazos, y Andres solo se quedó en silencio escuchando el llanto de su esposa. Todavía la abrazaba e intentaba calmar a su esposa por las heridas que le había causado durante todo este tiempo. No sabía por qué su corazón también sentía dolor al escuchar el sollozo de su esposa.
