Siempre he creído que contaba con una familia unida y llena de amor. Sin embargo, un día la desgracia se presentó en mi vida. Fue en ese momento cuando todo cambió y la tragedia me llevó lejos del amor de mi vida. Este doloroso acontecimiento me abrió los ojos y me hizo darme cuenta de quienes eran realmente mis verdaderos enemigos, aquellos que siempre habían estado a mi alrededor, ocultos tras una falsa fachada de cariño y apoyo.
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Episodio 23
●Marina: Eres una maldita ramera. Estoy convencida de que has logrado engañar a ese viejo decrepito para que transfiriera toda mi fortuna a ti, perra. Pero ten por seguro que esto no quedará así, te lo haré pagar. Vamos, tía, salgamos de este lugar. Huele muy mal, como si fuera un burdel.
●Inés: ¿Y ahora qué hago? Si le devuelvo todo, volveré a ser esclava y eso es algo que no deseo en absoluto. Ascanio, escuchaste todo lo que pasó, ¿verdad? ¿Qué me recomiendas hacer? La verdad es que tampoco quiero irme sin dejarle nada a Marina. A pesar de que su comportamiento conmigo es muy malo, entiendo por qué está tan furiosa.
●Ascanio: Señora, no debe preocuparse por esa situación. Usted es la legítima dueña de toda la fortuna, ya que así lo decidió el señor Leonardo. Si no desea volver a ser una sierva, le aconsejo que no le entregue nada a la señorita Marina. Además, le aclaro que ella no se encuentra desamparada, ya que su padre le dejó una pensión mensual y esta casa a su cargo. Por lo tanto, le pido que no se preocupe por ellas y empiece hacerlo por usted.
●Inés: Tienes razón, Ascanio. Ahora que finalmente podemos abandonar esta casa, necesito que dejes a alguien encargándose de preparar todo lo necesario para nuestra partida. Tú vendrás conmigo, y mientras tanto, nos dirigiremos hacia las afueras de la ciudad en busca de una buena amiga mía, quien también ha sido vendida como esclava. Prometí que la ayudaría, así que es importante que busques un carruaje. Nuestro día será muy largo y necesitamos asegurarnos de que todo esté listo para nuestra partida.
●Ascanio: Sí, señora, como usted disponga. En este mismo instante daré las instrucciones necesarias para que, cuando regresemos con su amiga, podamos abandonar este lugar sin demora.
Inés y Ascanio comenzaron su travesía con la esperanza de encontrar a Jimena. Sin embargo, a medida que avanzaban, sus expectativas comenzaron a desvanecerse. Habían explorado casi cada rincón de la ciudad sin obtener ninguna pista sobre el paradero de Jimena. A pesar de la creciente desilusión, decidieron continuar su búsqueda sin rendirse. Fue entonces cuando, en la distancia, divisaron la figura de Jimena, quien se afanaba en cargar baldes de agua.
SAN CALLETANO
●Ofelia: Sé que fue un error terrible haber casado a mi hijo con Úrsula, ya que él nunca la podrá querer de verdad. Sin embargo, sentí que debía asumir la responsabilidad por haberse acostado con ella. Cada vez que los veo juntos, me doy cuenta de que ella siempre lleva una gran sonrisa en el rostro, mientras que mi hijo luce abrumado, con una profunda tristeza en el alma. Hija, ¿dónde está Úrsula? Necesito hablar con ella sobre algo importante.
●Claudia:Madre, ella salió hacia la casa de su padre y me pidió que le informara que llegará un poco más tarde. Sin embargo, me dijo que tiene que decirle algo importante, y si ese es el caso, yo puedo ir a buscarla.
●Ofelia : No te preocupes, hija. Solo quería saber cómo va con los ejercicios tu hermano. Hablaré con ella cuando regrese. Además, me parece perfecto que ella vaya a visitar a su padre; él también necesita la compañía de su única hija.
CASA DE LOS SALAMANCA
● Úrsula:Llegué a casa de mi padre, pero no estaba. Al parecer, había salido con mi primo Mario a hacer unos negocios, o al menos eso fue lo que me dijeron esas malditas criadas, que no parecen saber nada de lo que sucede. Decidí entrar al estudio, y al hacerlo, me encontré con unas cartas que estaban dispuestas sobre la mesa. La curiosidad me invadió y comencé a examinar los remitentes.De repente, sentí una como un frio subía y bajaba por todo mi cuerpo cuando vi el nombre de Inés en una de ellas. ¿Qué demonios era esto? Sin pensarlo dos veces, abrí la carta con rapidez y me sorprendí al leer su contenido, Así que esa perra no murió, la vendieron como esclava. Sin embargo, nunca se lo diré a mi padre, porque estoy segura de que iría en su búsqueda, y eso no lo permitiré. Ahora menos que nunca, sobre todo después de haberme casado con Manuel. ¿Por qué no murió esa ramera, tan complicado era eso maldita? Maldita sea, hubiera preferido que hubieras muerto, te odio con todas mis fuerzas. Salgo de la casa de mi padre con el corazón lleno de resentimiento y llego a la casa de mi suegra. Entro directamente a la cocina, sin detenerme a pensar en nada más, y sin dudarlo, tomo la carta y le prendo fuego.
●Manuel: ¡Hola, Úrsula! Te estaba buscando por todas partes dónde habías estado. Quería invitarte a dar un paseo por la ciudad que está cerca de aquí. Tú la conoces, ¿verdad? Vamos a San Fernando. Estoy seguro de que te encantará, porque allí hay una feria muy divertida.
●Úrsula: Me sorprendo al escuchar la voz de Manuel, quien parece no haber visto nada de lo que ocurrió, pero trato de tranquilizarme cuando comienza a desviarse de ese tema y a hablar de otras cosas. Sin embargo, de repente me doy cuenta de que fue en San Fernando donde él e Inés decidieron casarse. Por eso, no puedo evitar preguntarle con un tono cargado de frustración: “¿Por qué quieres llevarme a ese maldito lugar? ¿Acaso deseas que recordemos a Inés? ¡Deja de pensar en ella! ¡Ella está muerta, ¿me escuchas? ¡Está muerta!”
●Mauel: Oye, por favor, tranquilízate. Cada vez que intento ser amable contigo, parece que te pones a pelear por cualquier cosa y no logro entender por qué. Luego, dices que no pienso en ti, pero sabes que creo que lo mejor es dejar las cosas como están, porque de esta forma no avanzamos en nada. Si vas a reaccionar así cada vez que visitamos los lugares que solía ir con tu hermana, nunca vas a encontrar la felicidad. ¿Me escuchas? Salgo de mi casa lleno de rabia, y no puedo soportar que Úrsula no deje en paz la memoria de Inés, siempre la menciona, y de verdad, así nunca podré olvidarla.
más capítulos por favor gracias autora