La Reencarnación Del Príncipe Sanguinario.

Ya que Lucien fue por Lawrence a la escuela, estos se vieron en la cafetería, donde el azabache le comenta a la chica que, estuvo siguiendo al líder Peterson, llegando a un laboratorio. El chico le muestra las fotos de aquel lugar, junto con esos cinco voluntarios. También se ven varias capsulas con algunos parásitos dentro.

—al parecer planean crear magos, y usarlos para deshacerse de los clanes...— explica Lawrence.—y ese hombre de las vídeos que me diste, al parecer infecta a personas al azar para probar sus avances.

—así que era eso, Peterson sabe que son el clan más débil y se valen de artimañas para lograr lo que quieren.— responde Lucien.—

—¿que se puede esperar de ellos?, incluso sus herederos son un fracaso.— se encoge de hombros.

—¿que debemos hacer?, ¿debemos decirle esto a nuestros padres?— pregunta la castaña.

—por el momento no, si se corre la voz, podrían ocultar todo.— prefiere no arriesgarse.

—de acuerdo, entonces, ¿que piensas hacer?— pregunta la joven.

—dejemos que sigan con su experimento, ¿no sería divertido?, quizás puedan ser rivales dignos, de lo contrario, siempre lo mismo, y es aburrido.— responde con una sonrisa ladina.

Lucien corresponde esa sonrisa, pues le da la razón a Lawrence, pelear con los mismos parásitos de siempre, se esta haciendo aburrido.

Su platica se ve interrumpida, cuando les llega el aviso de un parásito no muy lejos de ese lugar, y aunque ya se han enviado otros Hunter, se les pide asistir, ya que, es un edificio de oficinas, y al parecer, se han detectado tres parásito, los cuales han infectado a los civiles.

—parece que sus pruebas siguen.— menciona Lucien.

—vayamos a ver si nos entretienen lo suficiente.— Lawrence se pone de pie y le ofrece la mano la joven.

Ambos se ponen en marcha, llegando al edificio, este ya ha sido cerrado, y los civiles sin infección han sido puestos a salvo. Lawrence decide saltar sobre un auto cercano, y tras dar un salto aún más alto, logra entrar por una de las ventanas de cristal rompiendo esta, impresionando a los agentes y reclutas, ya que no era común que un hunter tuviera tal nivel de habilidades.

A pocos minutos de la entrada de Lawrence algo cubierto de llamas cae de esa misma ventana y cuando se dan cuenta, se trata un parásito, el cual tiene la espada Fénix atrevesando su pecho y cuando el cuerpo se deshace, la espada desaparece.

Dentro del edificio, la espada aparece en la mano de Lawrence, dejando asustado al parásito delante de él. Un parásito con conciencia, así que da unos pasos hacía atrás.

[¿Como es posible que los Hunter tengan un arma así?, esas armas son de los demonios...] menciona aquel parásito.

—bueno, yo soy peor que un demonio.— responde Lawrence.

Y sin dudar, ataca cortando la cabeza de ese parásito, el cual se quema por completo.

Abajo, Lucien entro junto con un grupo de reclutas para ir acabando con los infectados que buscan salir del edificio. Mientras avanza, se encuentra en la recepción del lugar a Lara, la hermana de Lawrence, quien ya ha acabado con el parásito, pero, aun seguía sorprendida, porque, aquel parásito, parecía tener consciencia. Muy diferentes a los que suelen cazar.

Tan pronto se reúne con Lucien, le explica lo que acababa de pasar y lo difícil que fue derrotar a ese parásito.

—arriba, huyeron dos más...tienes que creerme, ellos tenían conciencia...— explica con prisas y nerviosa.

—Lawrence se esta encargando de ellos, y lo sé, no es la primera vez que aparece uno así...esta es la tercera vez que pasa.— le explica Lucien.

—¿de verdad?, pero, ¿como es posible?, ¿que esta pasando?— pregunta aun confundida.

—tranquila, aun si hablan, y con conscientes, siguen siendo parásitos...ya no es la persona la que habla.— intenta que la chica se calme.

Lara deja salir un suspiro, ante los comentarios de Lucien, pues, la chica estaba un poco asustada, ya que escucho al parásito suplicar por su vida, incluso pedía perdón y que le dejaran ir con su familia.

Ya que todo había terminado, y los limpiadores llegaron, Lawrence y Lucien acompañan a Lara a casa después de haber dado su testimonio de lo sucedido al supervisor. Lara baja del auto, y se despide, mientras que Lawrence le hace saber a Lucien que la llevará a casa.

Durante el camino, Lawrence nota que hay dos autos que le siguen. Así que, se lo hace saber a la chica y desvía su camino, dirigiéndose a un estacionamiento público cerca de una parque.

Lawrence se detiene y los autos hacen lo mismo en cada lado, bajándose de este, varios hombres vestidos con ropas negras parecidas a los militares y mascaras, llevando armas de magia. Lawrence baja del auto, mostrándose tranquilo.

—entrega la espada, si lo haces puede que salgas vivo y tu novia, bueno, evitarás que pase...ya sabes, mis aliados creen que esta bien buena.— comenta uno de los hombres.

—si quieren la espada, adelante, es suya.— Lawrence la invoca y la deja en el piso.

Al verla, otro hombre se acerca para agarrarla, pero, tan pronto la toca, una flama se enciende en su cuerpo y este empieza a gritar, los demás se sorprenden, en especial cuando ven lo rápido que se quema, quedando casi solo cenizas.

—te dije que la entregues...¿crees que estamos jugando?— grita nuevamente el que parece ser el líder.

—y eso hice, no es mi culpa que sean débiles, la espada no acepta a nadie, más débil.— se encoge de hombros.

El líder se molesta y tras una seña dos de los hombres abren la puerta del pasajero donde esta Lucien, mientras le ordenan salir.

—hagan con ella lo que quieran, y que él vea todo.— se burla el líder.

—admiro su confianza, creer que pueden con dos hunter.— ríe Lawrence.

Lucien sale del auto, y cuando un hombre intenta agarrarla, siente su cuerpo enfriarse, hasta que, Lucien lo aparta, rompiéndose el brazo que se había congelado. Tras esto, la joven castaña golpea al otro que tiene cerca y cuando, los demás disparan las armas con energía mágica, Lucien los esquiva y lanza dagas de hielo, causando que todos caigan.

El líder, estaba pasmado ante lo que veía y apunta a Lawrence, pero al disparar la energía de mana del arma, esta, apenas alcanza llegar a el azabache y se deshace.

—vete, dile a quien te envío, que, dentro de poco, iré por él.— sonríe con malicia.

Aquel hombre sube rápido a su auto y se marcha a toda velocidad.

—¿crees que fue Peterson?— pregunta Lucien.

—probablemente...— o alguno de sus aliados, lastima que solo envío basura.

...