Margaret O'Brien y su familia abandonan la ciudad y se mudan a un pequeño pueblo donde nacieron sus padres, pero nada funciona como debe ser. Desde que llegan Margaret se siente constantemente vigilada. ¿Quien es? y ¿Que quiere?
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Intervención
Capitulo 21
Intervención
Margaret entró en la sala de estar, su corazón latiendo con fuerza. Frente a ella, su madre, su padre y su abuela la esperaban con expresiones serias. Su padre, con una mirada molesta, señaló la silla vacía en el centro de la habitación.
—Siéntate, Margaret —dijo con voz firme.
Ella lo obedeció, sintiendo el peso de sus miradas. La tensión en el aire era palpable.
—Hemos decidido hablar contigo porque estamos preocupados —comenzó su madre, su voz temblando ligeramente—. No estamos de acuerdo con que sigas investigando el pasado de la familia.—
Margaret frunció el ceño, sorprendida por la confrontación directa. Había esperado resistencia, pero no una intervención tan formal.
—¿Por qué? —preguntó, tratando de mantener la calma—. ¿Qué es lo que tanto les preocupa?—
Su abuela, que hasta entonces había permanecido en silencio, tomó la palabra.
—Hay cosas en el pasado que es mejor dejar enterradas, querida. No queremos que te hagas daño ni que descubras cosas que podrían cambiar tu percepción de nosotros.—
Margaret sintió una mezcla de frustración y curiosidad. Había estado investigando durante muchos dias, desenterrando secretos y piezas del rompecabezas que era su historia familiar. No podía simplemente detenerse ahora.
—Pero necesito saber la verdad —insistió—. No puedo vivir con estas dudas.—
Y era verdad, ella había comenzado a investigar para ayudar a Henry pero ahora también lo hacía por ella, quería saber que más secretos guardaba la familia, y por esta reacción de sus padres y abuela estaba segura de que había más.
Su padre se inclinó hacia adelante, su expresión endureciéndose.
—La verdad no siempre es lo que esperas, Margaret. A veces, es mejor vivir con las preguntas que con las respuestas.—
Margaret miró a cada uno de ellos, buscando algún indicio de comprensión. Pero solo encontró miedo y preocupación.
—Lo siento, pero no puedo detenerme —dijo finalmente, su voz firme—. Necesito saber quién soy y de dónde vengo, sin importar las consecuencias.—
—¿Sin importar las consecuencias?, ¿Eso es lo que piensas? Muy bien señorita, si quieres actuar como adulta vamos a tratarte como adulta, sabemos lo que descubriste sobre la abuela Margaret y el abuelo Michel —dijo severamente— Sabemos que descubriste que ella lo asesinó, ¿cuando pensabas contarnolos?, ¿Quien más lo sabe?—
Ella sintió un nudo en el estómago, sabía que este momento llegaría, pero no estaba preparada para enfrentarlo.
—¿Cómo lo saben? —preguntó, su voz apenas susurro.
—Tu abuela nos lo dijo, ella está muy preocupada por tu estado mental y nosotros también—respondió su padre
Margaret giró la cabeza hacia donde estaba su abuela, su rostro marcado por la culpa. Los ojos de Margaret se llenaron de lágrimas, sintió que el mundo se detenía. Miró a su madre, luego a su padre, buscando alguna señal de que esto era una broma cruel. Pero sus rostros eran implacables.
La abuela Margaret bajó la mirada, incapaz de sostener la intensidad de la mirada de su nieta.
—Pensé que era mejor así hija —dijo en voz baja—. No quería que cargaras con ese peso.—
—¿Por qué no me lo dijiste antes? —preguntó su madre con la voz quebrándose.
Antes de que Margaret pudiera responder, su padre intervino.
—No vamos a permitir que ensucies el nombre de la familia buscando lo que no se te ha perdido —dijo con firmeza—. Esta investigación termina aquí.—
Margaret sintió una ola de indignación. Había trabajado tanto para descubrir la verdad, y ahora le pedían que lo dejara todo.
—No puedo hacer eso —dijo, levantándose de la silla—. No puedo simplemente ignorar lo que sé.—
Su madre se levantó también, su rostro lleno de preocupación.
—Margaret, por favor, entiende que esto es por el bien de todos. No queremos que te hagas daño ni que destruyas a nuestra familia.
—¿Dañar a la familia?, ¿acaso sabías que nuestra perfecta familia tiene un cadáver en el jardín?—
La sala quedó en silencio, cada uno de ellos procesando sus palabras. Margaret sabía que este era solo el comienzo de una batalla más grande, pero estaba decidida a seguir adelante, sin importar lo que encontrara en el camino.
—¿De que estás hablando?—pregunto su padre.
—El novio que tanto espero Margaret realmente si llego pero su padre lo asesinó y enterró en el Jardin—
Se podía sentir el miedo y angustia por lo que ella acababa de confesar, su madre volvió a sentarse y preguntó. —¿Como sabes eso?—
—Porque he estado investigando de el—
—¡No estás investigando nada, estás es creando historias de tu imaginación porque quieres volver a New York! Pero las cosas no funcionan así, no puedes decir esas cosas sin ninguna prueba física.—
Margaret miró a cada uno de ellos, sintiendo una mezcla de tristeza y determinación.
—Lo siento, pero no puedo detenerme ahora. Necesito saber toda la verdad—
—La verdad.¿de que?, no seas tonta hija, te estás dejando llevar por algo que no es real, ¿De dónde sacaste toda esa historia?—
—Desde que llegamos aquí he podido ver y sentir el fantasma de Henry y el necesita ayuda—
El padre dió fuertes carcajadas
—Eso se llama esquizofrenia y si lo tienes tendríamos que llevarte a un sanatorio mental, ¡así que deja de inventar historias Margaret!—
—¡Yo no estoy inventando nada! Y por eso mismo es que no quería contarles nada, porque ustedes nunca me creen—
Con esas palabras, salió de la sala con los ojos llenos de lágrimas, dejando a su familia en silencio. En ese momento Margaret tenía una mezcla de sentimientos he impotencia por lo que acababa de pasar, todo resultó peor de lo que creía y sabía que allí no terminaría todo, cerro su puerta con seguro y busco el diario de su tatarabuela necesita ser rápida, así que encendió la copiadora y comenzo a sacar copia de todo lo que tenía hasta ahora. A los pocos minutos estaban tocando la puerta, sabía que su tiempo se agotaba.
—¡Margaret abre la puerta!— Se escuchaba la voz de su madre.
—No lo voy a abrir, quiero estar sola—
Ahora los golpes en la puerta eran más fuertes.
—Margaret abre la puerta o la tiró abajo— Ese era su padre.
—Está bien ya voy—
Margaret termino de sacar las copias, coloco una grapa y después se fue hasta su gavetero, saco la gaveta de abajo y depósito las hojas en el fondo y despues volvió a meter la gaveta dejando las copias en ese compartimiento oculto.