Leya es obligada por su madrastra a casarse con el hijo de los Foster, Edgar.
El joven de 33 años se esconde del mundo después del engaño de su futura esposa.
Sin embargo Leya descubre la verdadera identidad de Edgar...
NovelToon tiene autorización de Dairon Canfel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
9: Primera vez
Leya se había quedado dormida. Cuando despertó tuvo el recuerdo bago de lo qué pasó pero esfumó esos pensamientos para no repetirlos.
se levantó y bajó hacia la cocina. Aún estaba la comida en la mesa y las bolsas en la cocina.
—Diablos,me siento pésima, ¿porque tuve que reaccionar así?
se acercó un plato y con el tenedor lo probó. Eso era delicioso.
—¿Cuanto le había costado hacerlo?Esto está para morirse...
Leya se fijó que la casa estaba muy silenciosa.
Subió las escaleras y sintió curiosidad en entrar a su habitación a buscar a Coco.
Mientras abría despacio la puerta, se dió cuenta que Edgar dormía. Y a su lado coco que estaba despierta.
Ella le hizo gestos de lejos, pero Coco la ignoraba.
Lentamente fue hacia la cama y la llamó pero el perro aún seguía sin hacerle caso.
Cuando se inclinó a tocar a Coco, Edgar la agarró del brazo y la hizo caer arriba del. Coco saltó de la cama y se fue viendo que la puerta estaba media abierta.
Los dos se observaron hasta que él acarició su rostro y la besó.
Leya podía sentir su calor despertando al fin .
Edgar bajó sus manos hacia la cintura de ella y la volteó al quedar arriba de Leya.
Leya no entendía bien si aquello era lo correcto pero quería que el siguiera besándola.
Sintió las manos frías de Edgar en su piel, e iban subiendo.
Él llegó con firmeza y acarició sus senos mientras que su boca seguía besándola por el cuello.
Leya sintió desespero.Era su primera vez que alguien tocaba su piel. Y Edgar lo necesitaba tanto. Volvió a verla a los ojos mientras ella ponía sus manos en su rostro.
—Leya-dijo con voz ronca—Me siento... atraído por ti.
— Por favor -se quejó - ...quieres hablar ahora?
Edgar sonrió. Leya miró su hermosa sonrisa y el la besó.
— Espera -dijo ella-
—¿Qué pasa?
Leya se paró y lo miró. Edgar quedó mirándola con la poca luz que había en la habitación. De pronto Leya se sacó la camiseta y el pantalón. Volvió a tirarse en cima de Edgar besándolo con locura.
Edgar puso sus manos sobre ella y
enseguida se deshizo de su ropa interior.
A esta le estaba pareciendo buena idea pero se avergonzó al ver qué Edgar bajaba besándola por todo el cuerpo.
Sus besos le proporcionaron placer a Leya que sintió que explotaría allí mismo.
Edgar la volteó y se adentró en su zona íntima.
Leya soltó un gran gemido.
—¿Te duele querida esposa mía?
— No. Porfavor, no te detengas — dijo ella jadeando —.
—¿No eras tú la que creía qué no habría sexo en esto?-sonrió-.
—¿Una no puede cambiar de opinión?
—Si.—rió— me tienes loco.
—¿Enserio? Ya sabes que eres el primer hombre con el que estoy.
—Si ya me enteré... Eso me hace sentir como si fuera el rey con la joya más preciada qué jamás nadie podrá alcanzar... porque ya es de mi pertenencia.
— Gracias por hacerme sentir menos avergonzada.
—¿Avergonzada señora Foster por no haberse acostado con un hombre antes? Sólo estupideces, ahora eres mía.
Edgar posó sus labios en los de ella y empezó a moverse primero lento y luego agarrando velocidad.
— Me encantas—le susurró Edgar al oído —.
Por un momento Leya se perdió en la mirada celeste de Edgar.
Volvió a encontrarse con su boca y la llenó de besos pequeños mientras sus cuerpos acelerados y con la respiración agitada seguían el mismo movimiento.
Los dos llegaron juntos al orgasmo.
" Es tan satisfactorio estar con Edgar" pensó al tenerlo arriba de ella.
Quedó mirando el tejado y suspiró:
“¿Será que la relación empezará a ser enserio?... No me gustaría que jueguen conmigo ”
Edgar se quitó de arriba de ella. Ambos respiraban aún entrecortado pero enseguida cayeron dormidos.
suerte ...
..para no ir allí.