Elizabeth Mc Carthy es una mujer de tan solo 18 años, llegó a New York sola, procedente de Irlanda.
Es pelirroja, de fuerte carácter y con mucha decisión.
Es el año de 1840, las caravanas de aventureros comenzaban a salir en busca de fortuna, hacia el lejano Oeste.
Las circunstancias obligaron a Elizabeth Mc Carthy, a embarcarse en ésta aventura. A través de ella va a pasar por tantas vicisitudes y acontecimientos que la van a obligar a echar mano de toda su fortaleza de espíritu y carácter para poder lograr su sueño.
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23-LA PROMESA DE CLARK.
Ahora que Elizabeth se había sincerado con ella misma, tenía que pensar en como llevar las cosas y aceptó que tenía que seguir como siempre, tendrá que callar su amor por Petra.
Otra duda que tenía, son los sentimientos de su hermana por Clark, pero eso es algo fácil de investigar, con solo preguntar.
Liz, has estado muy callada y pensativa. Pasa algo?. Exclamó Petra.
No hermana, no pasa nada. Estoy recordando todo lo que hemos pasado desde que nos conocimos y me causa mucha emoción como las situaciones difíciles nos han acercado. Ya no somos amigas, somos más que eso. Ya no imagino la vida sin ti. Dijo Elizabeth.
Y por qué piensas en eso?. Preguntó Petra.
No sé, quizás estás enamorada. Exclamó Liz.
Yo enamorada?, de quién?.Haber hermana hermosa, tu y yo estamos unidas para siempre. No nos vamos a separar jamás. Yo no veo ya el futuro sin tí. No me importa lo que los demás piensen. Somos hermanas y eso es para toda la vida. Dijo Petra sin dudar nada.
Lo dices en serio?. Preguntó Elizabeth.
Si Liz, no me voy a separar nunca de tí. Afirmó Petra.
Y yo nunca te voy a abandonar, viviremos juntas. La única manera de encontrar la felicidad es a tu lado. Te quiero Petra. Y yo a ti Liz.
Pero,de que forma me quieres?. Volvió a preguntar Elizabeth.
De la forma que nosotras querramos.
Magda estaba bajo el efecto del Cloroformo y no escuchó nada.
Liz y Petra se fundieron en un abrazo apasionado. Entonces Liz acercó su boca a la de Petra y se dieron un beso en la boca, las dos lo aceptaron, las dos lo deseaban, las dos entendieron que no se quieren, ellas se aman.
Ahora ya sabían lo que querían. Rompieron el beso cuando oyeron pasos acercándose, cuando Clark se asomó a la carreta ellas estaban sentadas, separadas lo suficiente para no despertar sospechas.
Ellas entendieron que su amor no podía mostrarse abierto a los ojos de todos. Tenían que llegar a Oregon, hacerse de un gran Rancho y vivir su amor dentro de su propiedad. Eso era lo único que podían hacer. Ya todo estaba dicho. Petra y Elizabeth se aman locamente.
Ahora lo sabían con seguridad, no importa enfrentarse a una sociedad cerrada y destructiva en contra de un amor entre personas del mismo sexo. Eso era, incluso una falta grave a las normas morales, sociales, religiosas, que podían castigarse hasta con cárcel, y, yendo un poco más allá, condenarlos a la horca.
Pero eso ya no importaba. Que tenían que cuidarse?. Si, y, sobretodo, ser muy discretas.
Clark entró en la carreta y preguntó por Magda.
Sigue dormida por el efecto del Cloroformo, va a descansar hasta mañana. Quieres tomar algo?. Preguntó Petra.
Tienes café?.
No, pero lo voy a preparar.
A qué hora crees que nos dejen salir de las carretas?. Preguntó Liz.
Lo más seguro es que sea hasta mañana.
Bueno, podremos descansar Petra y yo.
Creo que hay gente afuera del Fuerte, son representantes del gobierno que están ofreciendo quedarse aquí en Laramie, hablan de terrenos grandes con solo pagar los derechos de posesión. Yo quiero llegar hasta Oregon. Y quiero también hablar con Magda. Quiero que venga conmigo, quiero ser el Padre de su hijo. Ustedes que piensan hacer?.
Petra y Elizabeth se quedaron viendo con mucha sorpresa. No sabemos, tenemos la intención de llegar a Oregon, pero lo vamos a platicar esta noche, aprovechando que Magda va a dormir sin parar. Mañana ya sabremos que hacer.
Está claro que ustedes no se van a separar. Dijo Clark.
Nuestro destino es estar juntas. Nunca pensamos en Magda lejos de nosotras, pero si tú te casas con ella, no tenemos inconveniente en dejarla ir.
Gracias Chicas, pronto hablaré con Magda. Todo va a salir bien.
Eso es lo que esperamos Clark. Si ella acepta, ponemos en tus manos la felicidad de Magdalena.
Se todo lo que quieren a Magda. Y si acepta, nos casaremos aquí mismo, en el Fuerte.
Sin matrimonio no te la entregamos.
Es bueno llegar a buenos acuerdos con ustedes.
Solo hazle feliz y se un buen Padre para su hijo.
Lo seré, es una promesa.