CONQUISTANDO A UN MUJERIEGO

ANGIE

No sabía que hacer o que sentir al ver a Henry, tan afectado después del beso que nos dimos, se que esta confundido, pues pude verlo en sus ojos después de besarnos, pero no imagine que estuviera tan mal.

Luego de dos horas de viaje por fin llegamos al departamento, Fabricio me ayudo a llevarlo hasta su habitación y después fue a entregar el auto que rento para llegar a la playa.

Al quedarme sola con Henry, suspire viendo lo mal que está, no podía hacer más que dejarlo dormí y dormir yo también, porque estuve toda la noche preocupada por el y ahora estoy agotada y triste a la vez.

Estoy cansada porque no pude dormir y triste al saber que el está así por lo que pasó entre nosotras, creo que no debí dejarlo salir del departamento después de aquel beso, debí insistirle para hablar, pero no lo hice y estas son las consecuencias.

Deje a Henry, descansando en su habitación y me dirigí a la mía, Fabricio me escribió que irá por sus cosas al lugar donde vive y vendrán a quedarse con nosotros de manera definitiva, bueno hasta que compre departamento, aunque ahora no estoy muy segura de quedarme en el país con las amenazas de mis familiares.

Cansada por toda la situación, a penas entre a la cama me quede profundamente dormida, desperté horas después por un ruido que provenía de la cocina, así que me levante camine al baño, hice mis necesidades, tome una ducha para terminar de despertar y luego me arregle para salir a ver quien era el responsable de ruido en la cocina.

Al llegar en la cocina me encontré con Fabricio, quien se movía de un lugar al otro cocinando, sonreí al verlo y me senté en la isla de la cocina hasta que el noto mi presencia.

—Bueno días, hermosa —Saluda Fabricio, con una hermosa sonrisa.

—Buenos días, guapo, ¿qué preparas? —pregunte pues si tiene mucho reguero en la cocina.

—Primero un caldo de pollo para cuando despierte tu adorado mujeriego, quien muy seguramente va a despertar con un terrible dolor de cabeza y aparte algo delicioso para ti y para mí —responde Fabricio.

—¿Aún no despierta? —pregunto algo pensativa.

—No, por lo menos no he escuchado ruidos en si habitación —Fabricio

—Sabes, creo que debo darle su espacio, dejar el departamento y rentar uno, hasta que tomemos una decisión sobre lo que haremos —comente, mis pensamientos con mi primo.

—Tal vez sea lo mejor, ¿pero tú que has pensado con respecto a lo que paso con nuestra familia? —Indaga Fabricio.

—La verdad, creo que para evitar tener encuentros desagradables con nuestra adorada familia lo mejor seria que nos fuéramos lejos —respondí con sinceridad, porque la verdad aunque siempre he estado enamorada de Henry, pero también siempre he tenido muy claro, que nunca voy a detener mi vida o mis sueños, si el siente algo por mí espero que sea lo suficientemente fuerte como para apoyarme en mis sueños.

—Yo también he pensado que eso es lo mejor —comenta Fabricio y ambos nos quedamos en silencio hasta que mi celular sonó y no para mi mala suerte no es otra que mi madre.

Le mostré la pantalla de mi celular a Fabricio y el muy tonto se resignó al ver que se trataba de mi madre, eso me causa gracia, pero aun así decido contestar.

📱—¿Que quieres? mama —contesté con molestia el celular.

📱—Te estoy esperando abajo, vamos a comer y hablar, solamente tu y to como madre he hija —me informa la señora y la verdad lo menos que quiero es ir a comer con ella, peor ya quiero que los problemas se acaben

📱—Esta bien, ya que recordaste que soy tu hija, hablemos una última vez, bajo en unos minutos —finalice la llamada y Fabricio, me observa con cara de reproches.

—Si me voy a ir definitivamente de este país, ni voy a dejar ningún cabo suelto, y tampoco me iré con la duda de saber, lo que la mujer que me dio la vida me quiera decir, tranquilo, nada de lo que ella me diga me convencerá de casarme —le di un beso en la mejilla a mi adorado primo.

—Eso espero, pero si es una trampa estaré atento al celular, así que llama si notas peligro —me indica Fabricio y yo le sonreí y afirme con la cabeza.

Fui corriendo a mi habitación a cambiarme de ropa, peine mi cabello y me aplique poco maquillaje, liego tome mi bolsa me coloque mis zapatos, guarde mi celular y salí de departamento después de despedirme de Fabricio con la mano.

Al llegar al estacionamiento reconocí inmediatamente el auto de la familia Suaza, el chófer al ver que me acercaba, baja del auto y abre la puerta trasera para que suba, agradecí con un gesto y al entrar ahí está mi madre, vestida elegantemente, bien maquillada y peinada, una mujer pulcra y para cualquiera, una mujer perfecta.

Aunque para mí es la madre más imperfecta posible, por supuesto la quiero porque es la mujer que me dio la vida y es algo que siempre le agradeceré, pero si ella hubiera mostrado por lo menos un poco de interés por mí, por mi vida o mis sueños alguna vez, hoy la amaría y estoy segura de que sería capaz de cualquier cosa por ella.

Sin embargo, mi madre jamás me demostró amor o cariño, la respeto por ser la mujer que me trajo a este mundo, pero no creo que ella deba esperar algo más de mí, más que mi agradecimiento, ya que yo siempre espere un abrazo de su parte cuando era una niña y nunca lo obtuve así que no se que es lo que podría querer ahora.

—Vamos al restaurante de siempre —le ordena mi madre al chófer y yo simplemente guardé silencio, veamos que otra forma puede decepcionarme mi madre.