Reencarné Para Vengarme

Rafael le dice claro a Menfis que ella la llaman "los ojos del mundo" por qué todo lo ve; ahora sus esclavos son espías, las sombras escondites y las palabras armas en su contra, no hay forma de que Zero deje pasar la oportunidad de una invasión justificada, aunque Dios prohibió las guerras unilaterales una con una causa justa no será motivo de castigo.

Especial enfasis en lo cruel que ella es con sus enemigos, las torturas, los experimentos por parte de María y los suyos, la soledad y el frío en los calabozos y prisiones especiales que ella creó con ese fin, no tiene piedad y no tiene corazón.

"¿Conoces a Elfirian y Xion? Ambos fueron torturados hasta la locura y obligados a trabajar, el primero murió a manos del servicio secreto y su maestro Xion aún sigue vivo, podrás verlo pronto.

— Conozco a Xion, era el mejor mago elemental del reino, supe que fueron a tomar las tierras de los humanos a la fuerza y nunca volvió, luego desapareció Elfirian diciendo que lo traería de vuelta, tampoco volvió—.

"Ya sabes por qué, pronto sabrás que mis palabras son ciertas".

Menfis conoce el poder de estas dos personas y no fueron solos, es normal pensar que luego de su pérdida los elfos comenzarían a temer en la existencia de un enemigo poderoso y desconocido, uno que literalmente apareció de la nada y sin aviso.

"Debes convencer a Zero de volver a las negociaciones" Declara ella advirtiendo lo que vendrá.

Por su puesto todo esto era una mentira, parte del plan de aquella primera.

Menfis por otro lado tomo coraje y dijo "Está bien, si me ayudas puedo resolverlo ¿Podrías volver a darme una asistencia?"

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No pasó mucho tiempo para la llegada de Zero momento en el cual uno de los integrantes de servicio secreto le diera un reporte mientras avanzaban en el carruaje.

— Zero, traigo noticias importantes—.

— Adelante—. Responde de inmediato.

— Rafael tomó a uno de los caballeros sagrados como aliado, Menfis es su nombre ¿Qué procede?—.

— Entiendo, probemos su valía, tráelo con nosotros—. Ordena ella.

Luego de eso, a los pocos segundos Rafael y Menfis aparecen frente a ellos lo que hace que se detengan.

— Menfis, soy quien se encarga de las relaciones exteriores, Zero—. Se presenta bajando del carruaje.

Detrás de ella aparecen otros carruajes, son bastantes lo que es evidencia que no está sola.

— El placer es mío, espero poder llegar a un buen acuerdo con ustedes, me gustaría ser el representante de mi raza—.

— Hablaremos con el Dios de este lugar en persona, no necesito un vocero—.

— Mis compañeros han perdido la cabeza, es preferible—

— Si nos atacan comenzará la guerra, ambas cosas nos benefician a nosotros, o los aplastamos o negociamos formalmente, ellos elegirán su camino—. Declara cortando las palabras de Menfis.

Él no dice nada más lo que hace que Zero vuelva a subir a su carruaje hasta que es interrogada.

— Si soy el líder de los caballeros sagrados ¿Podría perdonar el intento de motín de los míos?—. Pregunta mostrando cortesía.

— Veo que estás enterado, no hace falta preguntar quién fue— Dice para observar con hostilidad a Rafael quien tiembla de miedo. — Está bien, te daré una oportunidad, si lo haces bien no reportaré su rebeldía con mi Dios—.

— Entiendo, lo haré señorita Zero—.

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Utilizo mi bendición para llegar frente a Cabil y los demás ellos están frente a las casas y junto a la población en un cúmulo de personas a la espera de un espectáculo que pronto llegará.

No solo una gran cantidad de elfos, sino también esclavos humanos sin ropa.

— Sabía que estabas aliada con esa mujer, traicionas a tu sangre por una desconocida—. Declara Cabil.

— Les dije que el mejor camino era negociar, no hay razón para enemistarnos con otras razas, piensa cerebro musculoso—.

— ¡Escuchen todos, frente a ustedes tienen a Menfis el traidor, nos ha abandonado siendo atraído por esa mujer y sus encantos! ¡Nosotros los caballeros sagrados protegeremos estás tierras aunque nos cueste la vida!—. Declara Gabriel en alto.

Las personas parecen alegrarse y alentarlos, se ganaron el aprecio del público.

— ¡Cabil está equivocado, le demostraré al reino que no cometen un error al confiar en mi y en mi fuerza!—. Declara en alto.

— Somos demasiados para ustedes—. Comenta él.

— Somos tú y yo—.

Al decir esas palabras algunos de los esclavos se abalanzan contra Gabriel cortando su cuello en el acto.

No me quejo pero... ¿Era necesario? Bastaba con noquearlo, esto no hará que los elfos confíen en nosotros.

"Es mejor ser temido que amado, si puedes ambos" Una de las frases de Ciel ¿Eso busca?

Usando mi habilidad me coloco detrás de los esclavos que claramente son parte del servicio secreto para decir unas palabras.

—¡Está batalla es entre Cabil y Menfis, no dejaré que nadie intervenga, quien gane tendrá razón, al igual que los ferales "la fuerza hace el derecho"!—. Declaro en alto.

Creo que pude decir algo mejor que eso.

Tarde para corregirme.

Las personas vuelven a sentir miedo, aquella alegría que tenían. Se esfumó en un segundo.

Entre las mujeres esclavas puedo diferenciar a una mujer embarazada, supongo que así es como es, incluso Primera es mitad elfo.

Causa y consecuencia.

Ellos hicieron todo lo que quisieron y obtuvieron odio y rencor que se convirtió en el combustible perfecto para llevar a cabo esta venganza, además de la aparición de Ciel y la misma Primera.

¿Perdonar a los elfos? Imposible.

Me gustaría que fueran un estado vasallo, que vieran como las demás razas progresan y ellos nos vieran con envidia.

Contrario a las ideas de Ciel, Pero perfecto para lo que siento en mi pecho.

No, un castigo tan pequeño no me dejaría satisfecha, pero por respeto a los deseos de mi Dios eso es lo máximo que podría pedir.

Sería perfecto si los elfos se convirtieran en los esclavos del primer infierno.

Comprendo que eso no tiene sentido, ya que las personas trabajan, ganan dinero, se casan, tienen hijos y todo sin la necesidad de una sociedad parasitaria progresando gracias a los esclavos.

También entiendo que es injusto cambiar de raza esclava, de humanos a elfos, vivir cientos de años siendo dueños de los elfos no suena mal.

¿Y si ellos rezan tan fuerte que nace un nuevo Ciel a favor de los elfos?

Causa y consecuencia.

Tal vez eso es lo que él ve, algo que nosotros no somos capaces de comprender.

Un equilibrio.

Al menos me gustaría vengarme un poco, matar a Génesis no me dió un gran placer, no lo disfruté, fueron unos segundos de ver su cara de miedo en el cielo y la sangre al caer en la tierra.