La Princesa Villana

Andrew tiene de la mano a Luisa quien baila perfectamente, pareciera que ambos han bailado siempre, el a pesar de todo sabe bien como hacerlo, ella solo lo ve, el quisiera saber que piensa, quisiera verla sonreír, pero es seria, aun asi se ve bonita.

-Luisa, por qué llevas otro vestido?

-Lo que sucedió fue que una de tus admiradoras me tiro el té encima.

-Que? Pero quién? Para que pague por lo que hizo.

-No exageres, es la chica que está del lado derecho de la mesa de bocadillos, la de vestido naranja, con peinado de nido de pájaros.

Andrew no pudo evitar reír ante él comentario, voltea discretamente y logra ver a la joven, el la reconoce y se tensa.

-Haa! Ya se quien es.

-Supongo que es amiga tuya.

-Jum! Este...

-Joven duque, no tiene que dar explicaciones, usted y yo no somos nada, no lo seremos, eso mismo le dije a la joven, obviamente no me creyó que hizo que su te cayera por accidente.

-Es por eso que te fuiste, por un momento creí que me habías mentido.

-No, jamás haría eso.

-Esto no se quedará así.

-No tiene caso, no puede perder su amistad por mi, yo la próxima semana regreso con los Emperadores y...

Andrew de bailar y la lleva a un balcón, el está un poco molesto.

-Que sucede

-y si te pido que te quedes?

-Por que lo haría.?

-Tienes razón, no hay ningún motivo para que te quedes.

-Que? **Que le pasó** Si claro ahora se va, primero me hace entrar con el y ahora me abandona, bueno, quiero vino y bocadillos, comeré y beberé, rara vez voy dónde sirven comida deliciosa.

Andrew sale molesto, no quería dejarla ahí, pero está enojado y no sabe cómo reaccionar, es la primera vez que no sabe que hacer.

-Maldita sea, por qué no es como ella, si tan solo fuera si, la tendría en mi cama y no dejaría que se fuera de mi lado.

Ja, que estupidez estoy diciendo, si fuera así... Solo la usaría y la dejaría, que es esto, debo calmarme

El sale al jardín a tomar aire, sus sentimientos están hechos un caos.

-Que tienes?

-Wiliam que haces aquí?

-Te vi salir de prisa y alterado, que te pasa?

-No se, por eso estoy así por qué no sé que me pasa.

-Es por Lady Luisa?

-Que?

-Todos allá adentro han notado como la miras, Pero también como el r ve a ti.

-y como me ve.

-Como bicho raro y sin interés.

-Gracias por el apoyo

-Andrew, estás encaprichado, ella no se pone a tus pies, guarda su distancia, es la primer mujer que no ve tu linda cara sabe lo que quiere y no es un hombre como tú, no la molestes.

-La quiero conmigo.

-Para qué? Para que la abandones una vez que obtengas lo que quieres, Andrew sé que no somos unidos, pero no lo hagas, ella no es cualquier mujer, ella es fuerte más que tú, se irá, solo déjala en paz.

William regresaba y Andrew solo piensa en sus palabras.

-Creo que él tiene razón, debo despedirme, mañana regresaré al Ducado.

Él regresa adentro Pero no la ve por ningún lado, ve. Muchas parejas bailan pero no la encuentra.

Después de unas horas Diana y Luciel bailan como nunca, su boda ha sido hermosa, ellos se aman y es casi la hora de retirarse.

-Mi reina, es hora de irnos, me harías el honor.

-Por supuesto.

Ellos se retiran y conforme caminan a la habitación principal, ambos están más que nerviosos.

-Mi amor, calma te sudan las manos.

-Lo siento, es que estoy nerviosa.

-A decir verdad yo también, mucho, si tú quieres puede ser en otra ocasión.

-Hee! No, yo... Yo quiero mi noche de bodas.

Luciel la carga y sube las escaleras, al llegar a la habitación, notan que está decorada.

-Mi madre se esmeró.

-Si, Aina es muy considerada.

-Bien entonces... ¿Te ayudo con tu vestido?

-Este... Sí.

Luciel solo quita las cintas del vestido, una a una, Diana solo mueble los dedos y es un mar de nervios, Luciel la abraza y le dice que se calme, el vestido por fin cae, una bata blanca es lo de tiene debajo, él se quita su saco, Diana solo lo ve, él es la persona que ha amado, ahora está con el.

-Mi amor, déjame verte, he soñado con esta noche desde que llegaste y aceptaste casarte conmigo, te amo…

-Yo también te amo

Luciel se quita la camisa él desata los listones de la bata de ella, admira su cuerpo y empieza por besar su cuello, poco a poco cada parte de su cuerpo, mientras Diana se pierde en la pasión que él le demuestra, esa noche para ambos es especial.

-Luciel te amooo, siempre te he amado.

-Yo te amaré en esta vida y en las siguientes

Gracias a las asesorías de su padre, Luciel la trata con delicadeza, ella se entrega completamente a él, un leve dolor momentáneo para los dos, hace que sean uno solo, ahora los dos se pierden en el éxtasis de su primera noche.

Mientras Andrew está con una copa de vino en la mano, va camino a su habitación asignada, no logro encontrar a Luisa, sin saber que ella solo estaba con las damas mayores en la sala de té, a ella le gusta conversar con ella por qué no son presumidas y son temas interesantes, además que al ser mayores ya no cuidan tanto su figura y les llevan postres mas ricos

Él jamás pensó en buscarla ahí, Luisa ya que las damas se van retirando ella también se va, camina hacia el mismo palacio de visitas y ve a Andrew que apenas puede sostenerse.

-Pero que? Cuánto has tomado.

-Estoy sonando... Un ángel vino a mí...

-Uff!! Cuánto has tomado, te acabaste el vino de la boda, ja, ja, ja, te caerás ven te ayudo

Ella solo no contempló que trae tacones y el l abrazarla y dejar ver su cuerpo, no pudo sostenerlo y ambos caen.

Luisa solo con un gesto de dolor en el tobillo, hace que mejor pida ayuda con un guardia, que al ver la escena ríe.

-Caballero no se ría, perdí el equilibrio y ambos nos caímos, ayúdeme a llevarlo a su habitación.

-Si, perdón.

En el palacio de visitas, una doncella la ayuda con él, su habitación es más grande que la de ella, los tres lo ponen en la cama.

Luisa se quita los zapatos y los deja por ahí, la doncella le pasa unas pantuflas, así ambas le quitan el saco, la espada, el cinturón y los zapatos a Andrew.

-Señora, no sabía que él era su prometido.

-Mío? Ja, ja, ja no, como crees, trae agua, cundo despierte estará sediento.

-Sí.

-Espera, tienes un botiquín?

-Por qué?

-Rayos, pásame unas tijeras.

La doncella se apresura en cada cuarto hay botiquín solo con lo básico, Luisa corta su camisa y quita la vendas, revisa la herida y al parecer por la caída dos puntos se han soltado.

-Es grave?

-No solo necesito otro tipo de materiales, consíguelos con el doctor por favor, me trae agua caliente, y un té para mí.

El incidente de Andrew solo fue hace más de una semana, si bien es un hombre fuerte la herida fue profunda y no ha cerrado del todo.

-Maldito duque, ahora tendré que cuidarlo, tengo sueño

Ella bostezaba, solo se sienta en la silla a esperar a la doncella.

Cuando llega trae lo que Luisa pidió, limpia la herida y cose de nuevo, pone una gasa y vuelve a vendarlo.

-Su té mi señora, se quedará con él?

-Si, me traes una manta.

-Sí, necesita algo más?

-No.

-Las doncellas de la noche están al final del pasillo si necesita algo.

-Está bien, gracias.

Así la doncella se va, en el pasillo se encuentra a la dama con la que Luisa peleó.

-Hey tú, el duque está en su habitación.

-Cómo? Si, él está ahí.

-Entonces quítate...

-No señorita, él está...

-Tiene compañía? ¿Quien está con él? Esa zorra.

-Hee? Está...

-A quien le dices zorra? Supongo que te refieres a ti.

-Pero como te atreves...

Ella intento acercarse, pero Luisa le detiene la mano, pues quería golpearla.

-Puedes irte- le dice a la doncella -

La doncella se va corriendo, la joven solo pone cara de dolor.

-Suéltame, eres una salvaje, que haces en el cuarto de Andrew.

-No es obvio, deja de hacer escándalo, estás loca.

-Les diré a todos que eres una zorra, que solo metiéndote en su cama vas a lograr comprometerlo, pero él no es así.

-No claro que no, sino tu serias la duquesa no, te metiste en su cama y no lograste que se casara contigo, quien es la zorra?

Luisa se da l.vuelta y se va, entre al cuarto y solo voltea y le guiña el ojo.

-Que tenga buena noche lady, yo disfrutaré la mía.

Al cerrar, solo se recuesta en el sillón.

-Solo quería más bocadillos y vino, vaya noche, además me aprieta mi vestido, ha ya se.

Ella sale al balcón y en el cinturón de su vestido traes una pequeña bengala.

Así ella la enciende y en cuestión de minutos llega una de sus compañeras.

-Capitan, que sucede?

-Necesito un favor, primero mi maleta, también una botella de vino y bocaditos.

-Si capitán.

Al poco rato ya tiene sus cosas ella se pone una bata para dormir en el sillón.

-La cama es muy grande, además está borracho no creo que despierte, el sillón es incómodo.

Así ella se acuesta a su lado, lo ve dormir.

-Eres guapo... Si tan solo yo pudiera darte lo que buscas, talvez lo haría, pero no puedo -Ella pasa su mano por su cabello- Las damas mayores son más sabias, ellas dicen que me ves de una manera especial, no puedes sentir eso por mí, lo siento.

Poco a poco ella se duerme, en la madrugada Andrew despierta sin saber cómo llego ahí, solo se lleva su mano a su cabeza.

-Que paso? Cómo llegué aquí? -Se da cuenta de su vendaje y siente un escalofrío en su espalda al ver una cabellera rubia, lentamente quita la sabana del rostro de la mujer- Oh por dios! Eres tú, por un momento creí que había hecho una estupidez, pero...

El se revisa y tiene los pantalones puestos.

-Ha, no pasó nada, que bueno, eso sería raro, tampoco quiero que pase así, que estoy pensando.

Él quita su cabello del rostro de ella, la observa y la abraza, solo por esta noche quiere tenerla así de cerca, tal vez nunca más pueda hacerlo.