Daiana Anderson Greco es hija mayor de Alejandro Anderson y Sara Greco Alvarez , conoce a Dante Wesley en la mansión de su abuela como el hijo del jardinero .
En el primer momento en que se vieron se enamoraron tuvieron una relación pero la envidia y las mentiras de los demás .
Lograron que ellos se separaran , pero después de seis años por cosas de la vida se vuelven a encontrar el como un gran ceo y ella como la poderosa ejecutiva .
Dónde el amor está ahí vivo en cada uno de ellos , ¿ que sucederá cuando se vuelvan a ver ?...
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CAPITULO 23
—Mis amores —me levanto de la silla— ¿qué quieren hacer?
—¿Mami, podemos ver una película con papá? —habla Alejo con una sonrisa y sus manitas juntas —por favor.
—Niños… —No termino de hablar cuando me dice Dante.
—Amor, te enviaron un mensaje, debe ser urgente, es de una amiga.
—Gracias amor, voy a contestarlo en la habitación. —Me acerco y le doy un beso en los labios.
Llego a la habitación, me siento en la cama y leo el mensaje.
—¿Vas a venir? Te estamos esperando en la bodega, mi querida “poderosa ejecutiva".
—Ya voy para allá. Voy a decirle a Dante que se quede un rato con los niños.
—¿Qué le vas a inventar para salir sin que sospeche nada, Daiana? —Suspiro y escribo: "Le voy a decir que mi amiga está en sus días y que voy a ir a verla. Nos vemos allá, en una hora. Solo mándame la ubicación para no perderme y llegar a tiempo."
—¿Le vas a contar a Dante tu secreto? —"Sí, le voy a contar.
No puedo ocultarle nada, mentir no es lo mío, no te lo niego. Se lo iba a decir, pero los niños nos interrumpieron."
Respiré profundamente, “gracias”, me despedí y colgué. Entré al baño, me di una ducha rápida, salí, me vestí, me puse mi traje negro, agarré mis gafas, el celular, las llaves y mi maletín. Salí de la habitación y al llegar a la sala vi a mi hombre con mis hijos acostados viendo su película favorita, “Encanto”.
“Amor, tengo que salir. No me demoro”, hablé dándole un beso en sus labios y le susurré “te amo”. Di media vuelta, cuando lo escuché decir, “yo también te amo, hermosa. Cuídate”.
“Lo haré, mi terrón de azúcar”.
“Hace mucho tiempo que no me decías así, mi hermosa rosa”.
“Jajaja, te amo. Niños, voy a salir.
Se comportan muy bien con papá", hablé dándoles un abrazo y besando a cada uno.
"Mami, no te demores para que vengas y puedas ver una película con nosotros", habló mi princesa con esa sonrisa que me derrite.
"Se los prometo, mis amores", les dije con una sonrisa.
Salí del apartamento. Al salir del edificio, vi a Darla, Hernán y Sky llegando de su paseo por la casa de la playa.
"Hola, Daiana".
"Hola".
— ¿A dónde vas y a los niños, dónde los dejaste, Daiana?
— Están en el apartamento con Dante, se quedaron viendo una película. Yo no me demoro, eso creo, Darla.
— Si vas así vestida, ¿vas a ver a mis hermanos?.
— ¿Lo encontraron, Daiana? No me mires así, solo quiero saber.
Quiero que Henry sane su corazón y que ustedes salgan de ese mundo.
— Hernán, ya sabemos quién está detrás de lo que pasó con la novia de Henry. Estamos en eso, apenas acabemos con todo esto, te prometo que vamos a salir de ese mundo.
Me tengo que ir, no le digan nada a Dante, yo misma se lo contaré.
— Una pregunta más, ¿Helena está bien? —pregunté con lágrimas en mis ojos y esa angustia que siento por mis hermanos.
— Helena está bien, tus hermanos también. Los quiero.
— Daiana, cuídate amiga.
— Siempre lo hago, Darla .
¿Aquí estás? ¿Hace cuánto no te manejo?.
Arranco la moto y salgo directo para la bodega. Quiero terminar con todo esto, ver el dolor de mi primo Henry cuando encontró a su novia muerta, violada.
Es muy desgarrador lo que Henry vio hace tres años, pero como dijo Andreina, la culpable de todo es su madre.
Leonor Santillana Montiel, tienes que pagar por todos tus pecados. ¡Maldita víbora!.
Eres la culpable del dolor de Helena, la novia de Henry, Sonia.
Suena mi celular y contesto con los auriculares, ¿aló?
—Ya tenemos a la familia de Alfonso Tunes, su esposa e hijos. ¿Qué hacemos ahora?.
—Manda fotos, con eso tengo que hacer que hable, ¿dónde está escondida la víbora de Leonor Santillana?
Buen trabajo, Tigre. Gracias por toda tu ayuda.
—Lo hago por mi hermana, lo sabes Daiana. Por favor, haz que hable ese miserable.
—Lo haré, te lo prometo, amigo. Gracias, Daiana.
Cuelga y se despide. Yo llegué a la bodega en menos de media hora de camino.
Entro a la bodega.
—Por fin llega la poderosa ejecutiva, escucho que me gritan desde la puerta de la bodega.
—Helena, aquí estoy. No hay necesidad de gritar, ¿dónde está?
—Ahí sentado, amarrado a esa silla, con un ojo y una mano.
—Sí, me lo imagino —¿qué traes en el maletín?.
Mis juguetes Helena estoy feliz , que Dante me haya dejado una mano o de lo contrario estaría, irritada.
—Aquí estás, creo que ya has descansado mucho por hoy. Despierta, bello, durmiente, es hora de jugar.
—Tú… sí, yo, mi querido amigo o cliente. ¿Verdad que contraté a mi empresa para que hiciera una mansión? Pero resulta que tocaste mis piernas con esa mano que tiene cinco dedos, asustaste a mi hijo y eso no lo puedo perdonar. Así que vine a terminar con la otra mano, Dante te pegó fuerte y te dejó sin un ojo. Ahora vamos a hablar y a negociar la vida de tu familia. ¿Vas a colaborar?
—No voy a decir nada, ¡estúpida!
—Lástima, te voy a mostrar unas fotos, así tomas una decisión. Mira, le paso foto por foto. Esta es tu esposa, mira a tus hijos, están en mi poder. En mis manos hablas o los mato.
—¡Maldita! —le gritó con rabia—. Es mi familia. No sabía que usted es la poderosa ejecutiva.
—Alfonso Tunes, ¿dónde está Leonor Santillana? —me quedo mirándolo. Así que no quieres hablar. Agarro su mano, de mi maletín saco una pequeña sierra y empiezo a cortar dedo por dedo. Sus gritos son fuertes y fastidiosos.
—Ya suéltame loca, Leonor está en Italia con los Colombo.
Cojo mi celular y marco el número de Tigre.
—Dime, Daiana.
—Mátalos a todos.
—Acaban de matar a mi familia y Gustavo no perdonará eso.
—A su hijo no le importan sus medios hermanos y mucho menos su madrastra, ¿sabes por qué? Porque su adorada esposa mandó a matar a la mamá de Gustavo, su primera esposa...
Continuara...
En qué mundo de crío esa mujer 😡😡😡😳😳😳⭐