Yo No Soy Nadie.

"¿Recién llegas?" La pregunta de Dhita saludó a Audrey y Alena cuando llegaron frente a la banca.

"¡Claro que sí! ¿¡No las ves aquí?!"

"¡Cálmate, Rish! Solo estaba siendo cortés."

"Ustedes... qué raro que estén juntas." Dhita las miró extrañada.

Alena y Audrey se sentaron en sus respectivas bancas, luego Alena se giró hacia Dhita. No quería contar el problema anterior en absoluto, así que Alena solo respondió lo mínimo.

"Sí, Dhit. Nos encontramos por casualidad en el camino cuando veníamos para acá, así que vinimos juntas..."

Dhita asintió entendiendo, mientras que Audrey solo se quedó en silencio. Su humor estaba por los suelos debido a las tres personas que causaron problemas con Alena.

Dhita y Risha estaban acostumbradas a la cara de Audrey, así que no sabían si Audrey estaba de mal humor o bien. No podían leer sus pensamientos a través de su rostro siempre inexpresivo, a pesar de conocerla desde hace mucho tiempo.

En realidad, Audrey se había hecho famosa en toda la escuela desde el campamento de orientación por su carácter frío y difícil de acercarse. Además, cualquiera que estuviera cerca de ella se sentiría intimidado. No pocas personas le tenían miedo debido a su rostro siempre sombrío, aunque era muy hermosa, y esas personas no eran una excepción a sus compañeros de clase.

Así que, además de Dhita y Risha, y ahora Alena, nadie nunca le preguntaba o hablaba a Audrey, y mucho menos le causaba problemas. También sabían que Audrey era la hija de Addison, a quien no se podía molestar.

El ambiente en el salón aún estaba bastante tranquilo, solo había unas siete personas dentro. Dhita y Risha solían llegar temprano y quedarse en el salón hasta el recreo, así que no sabían sobre el problema de sus dos amigas en el estacionamiento.

"Da miedo cuando está enojada."

"Sí, totalmente cierto."

Se escuchó a dos estudiantes que estaban presentes en el salón chismorreando, por lo que Dhita, con curiosidad, agudizó su oído, al igual que Risha.

"Afortunadamente nunca le he causado problemas."

"Hace un rato, defendió a Alena..."

"Alena tiene mucha suerte de tener una amiga como ella."

"Sí... pero no es divertido que sea tan fría."

Dhita y Risha se miraron.

"¿Qué pasa?"

Risha se encogió de hombros.

"Drey, Le, están hablando de ustedes. ¿Me estoy perdiendo de algo?" preguntó Dhita a las dos personas frente a ella, pero al no obtener respuesta se molestó.

Audrey no estaba de humor, Alena no quería volver a hablar del tema.

Como no quería perderse el chisme, Dhita se acercó a las estudiantes de su clase que habían hablado de Alena y Audrey, Risha, que también tenía curiosidad, la siguió de inmediato.

"¡Hey! ¿De quién están chismorreando? Queremos unirnos..." dijo Dhita con familiaridad mientras se sentaba en la banca vacía de enfrente.

Las dos estudiantes voltearon a ver a Dhita y Risha, quienes tenían caras de curiosidad. Antes de hablar, miraron brevemente a Audrey y Alena, quienes estaban a unas bancas de distancia.

"¿No lo saben?" preguntó en voz baja.

Risha y Dhita asintieron al mismo tiempo.

"Eso, ¿saben?... esta mañana en el estacionamiento, los seis más populares de la escuela discutieron con Christa y sus dos amigas solo para defender a Alena, a quien llamaron serpiente..."

"¿Y... y?"

"...además, Audrey llegó y también defendió a Alena. Audrey las regañó... su cara daba mucho miedo."

Dhita y Risha se miraron y se taparon la boca después de abrirla por la sorpresa. No podían creer que se hubieran perdido un chisme tan importante, y más aún sobre sus amigas.

Más sorprendente aún, Audrey defendiendo a Alena. ¿Desde cuándo eran tan cercanas? Audrey nunca se había preocupado por nada más que Andreas, y mucho menos por los problemas de otras personas.

"Pero llegó el profesor Eko, el maestro más estricto... así que se acabó. ¡Qué aburrido! ¡Tenía que venir ese maestro!" se quejó sin modales.

"¿Y... si no hubiera estado el profesor Eko, querías que se agarraran a golpes?" espetó Risha con acritud.

La estudiante llamada Wilda soltó una risita nerviosa.

"Sí... sería más divertido. Especialmente si se jalan del pelo", comentó con descaro, haciendo que Dhita y Risha le dieran un golpecito en la cabeza al mismo tiempo.

Wilda hizo una mueca. "¡Ay! ¡¿Qué les pasa?!"

"Eres muy descuidada al hablar, son nuestras amigas, Maemunah."

Después de decir eso, ambas regresaron a sus bancas después de obtener información.

Alena y Audrey siguieron escuchando la conversación de las cuatro personas, pero solo permanecieron en silencio. La frente de Alena se arrugó, estaba pensando en el nombre de alguien que mencionó la estudiante.

¿Christa? ¿No es ese el nombre de la antagonista después de Audrey? ¿Por qué... es amiga de la protagonista?

Alena se quedó en silencio por un momento, y se golpeó la frente. Olvidé que la trama ya está arruinada.

Christa Wanda Winata, es la segunda antagonista, el orden de riqueza de su familia está en el tercer lugar. A Christa le gusta mucho Rafka, pero Rafka ama mucho a Latasha, que solo Christa sabe desde el principio.

A diferencia de Audrey, que no usa sus propias manos, Christa acosa abiertamente a Latasha junto con su prima llamada Jeane Angelica.

Jeane inicialmente no intervino cuando Christa acosó a Latasha, pero cuando vio que Ravael siempre defendía a la persona que acosaba su prima, Jeane intervino. Estaba molesta porque la persona que le gustaba siempre defendía a Latasha.

Aunque no terminaron trágicamente, pero al final de la historia, sus familias fueron destruidas por la familia Ramatha—Andreas.

Pero ahora... ambas se volvieron buenas amigas de Latasha, y parece que su objetivo ahora soy yo.

Alena suspiró, luego sus ojos se abrieron al recordar a un personaje muy importante. Ella....

Audrey había estado observando a Alena desde hace un rato, comenzando por golpear su frente, su frente arrugada, luego su rostro triste, y finalmente suspirando después de que sus ojos se abrieran. Sus diversas expresiones eran muy graciosas, por lo que el mal humor de Audrey desapareció sin dejar rastro. ¿Qué estaba pensando su amiga?

"¿Alena?" Preguntó Audrey con curiosidad.

"¿Sí?" Alena respondió aturdida.

"¿Qué estás pensando?"

"Estoy pensando en Chris—¡Eh! Quiero decir que estoy pensando en la clase de deportes de hoy. No puedo hacer ejercicio."

Casi se le escapa porque todavía estaba aturdida, luego se excusó en la última frase.

"¿Deportes? Puedo hacerlo, ¿quieres que te enseñe?"

Alena asintió con entusiasmo. Audrey, al verla, solo negó con la cabeza con las comisuras de los labios ligeramente curvadas.

Dhita y Risha, que las habían estado observando desde hace un rato, tenían la boca abierta, tanto que casi se les cae la baba. ¿Desde cuándo Audrey...?

"¿Drey? ¿Estás enferma?" Preguntó Dhita mientras levantaba la mano para revisar su frente, que Audrey apartó de inmediato.

"No."

"Ustedes... ¿cómo es que ya son tan cercanas? Si las presenté apenas ayer. ¡Y tú, Drey... dónde quedó tu rostro frío de hace un rato?! ¡Y estás... sonriendo carajo! ¿Qué soñé anoche?" Dhita habló con entusiasmo, llamando la atención de las personas de la clase que ya habían llegado con extrañeza.

Risha le jaló un poco el cabello a Dhita, lo que hizo que la dueña de este hiciera una mueca.

"¡Risha! ¡¿Por qué me jalaste el cabello?!"

"Solo estás dando vergüenza, Dhit. Mira, hay mucha gente mirándote que pareces una pueblerina."

Dhita abrió los ojos al escuchar las palabras de Risha.

"Sí... ¿cómo no me iba a sorprender, Rish! ¡Somos amigas de la Reina de Hielo desde hace casi dos años! pero nunca la había visto sonreír."

Risha también estaba algo sorprendida, pero su reacción no fue tan exagerada como la de Dhita, que era vergonzosa.

"Es bueno, eso es una señal de que hay progreso para derretirse. No solo con Andreas. ¿O no, Le?"

Alena, que solo había estado prestando atención a su debate, asintió rápidamente y luego negó con la cabeza. Después de procesar las palabras de Risha, Alena volvió a asentir.

Los que los vieron se enternecieron, especialmente con su rostro inocente porque estaba confundida.

"¡Ves, Drey... Alena también está de acuerdo! Tienes que sonreírnos mucho, ¡solo a nosotras! No a otras personas, y mucho menos a los chicos... podría ser peligroso", dijo Dita, a lo que Audrey respondió con una mirada de fastidio.

Pero en el fondo, trataría de ver a su amiga apoyándola con entusiasmo.

Su conversación se detuvo cuando entró un maestro, y luego comenzó la primera lección.

"Le, ¿trajiste ropa de deportes?"

Alena asintió.

En este momento estaban en el vestuario preparándose para deportes.

Cuando terminaron, las cuatro caminaron hacia el campo que ya estaba lleno de algunos estudiantes de su clase. Allí también estaba presente el profesor de deportes que llevaba una gorra y un silbato colgado en el cuello.

"¡Los demás, entren rápido al campo!" Gritó, haciendo que los alumnos de la clase que caminaban tranquilamente corrieran rápido hacia el campo.

Alena miró alrededor del campo que era muy grande. Todos los estudiantes de su clase ya habían entrado al campo. Luego miró hacia arriba, Alena se sorprendió un poco al encontrar a Ravael y sus amigos alineados mirando hacia ella, o mejor dicho, hacia el campo en el que ahora se encontraba.

Querían ver a sus compañeras de clase menores hacer ejercicio porque tenían hora libre. Resultó ser la clase de Alena.

No mucho después, otra clase entró al campo. El profesor de deportes llamado Wisnu vio que los ojos de todos sus alumnos estaban puestos en las personas que acababan de entrar al campo.

Entendiendo su confusión, Wisnu explicó.

"Son de X IPA 1. Su clase está unida a la nuestra porque su profesor de deportes no está presente."

Alena no esperaba que su clase de deportes se uniera a Latasha, y mucho menos vio a Christa y Jeane.

La expresión de Audrey también cambió, pero permanecería en silencio, a menos que vinieran a molestarla.

Después de que Wisnu vio que ambas clases estaban reunidas y alineadas ordenadamente, gritó. "¡Está bien! ¡Entonces comenzaremos con el calentamiento primero!"

Después del calentamiento, se dividieron en varios grupos. Había baloncesto, fútbol sala, voleibol, bádminton y otros.

Alena y sus tres amigas eligieron voleibol.

Jugaban sin usar el aro, solo golpeando y recibiendo con sus dos brazos el uno al otro.

Audrey le enseñó a Alena pacientemente, hasta que Alena entendió y pudo hacerlo.

"¡Ahora lánzala hacia mí, Len!" Dhita le gritó a Alena que se preparaba para lanzar la pelota.

Sin embargo, la pelota de voleibol que Alena lanzó pasó por encima de Dhita, golpeando la cabeza de alguien hasta que se cayó.

"¡Ah!" La persona que fue golpeada por la pelota gritó de dolor de inmediato.

"¡Alena! ¿Por qué lanzaste la pelota a Latasha? ¡Lo hiciste a propósito, ¿verdad?!"

Christa gritó deliberadamente en voz alta, especialmente cuando pronunció el nombre de Alena que sabía de Latasha.

Los movimientos de todos los que estaban haciendo ejercicio y de los que estaban mirando desde arriba (Andreas y compañía) se detuvieron de inmediato y voltearon hacia la fuente del sonido.

Alena, que todavía se tapaba la boca sorprendida, se acercó de inmediato a Latasha, que estaba en cuclillas sosteniendo su cabeza, pero los gritos de la otra jefa detuvieron su movimiento.

"¡No te acerques y no toques a Latasha! Si todavía estás enojada por lo que dijimos Christa y yo esta mañana, ¡no sacrifiques a Latasha!" gritó Jeane echando más leña al fuego.

Christa miró hacia arriba, donde Andreas y compañía comenzaron a bajar al campo.

Todos entendieron un poco la dirección de la conversación de Jeane, luego voltearon hacia Alena con el ceño fruncido.

Audrey gruñó con enojo.

"Tú-"

"¡Cállate! ¡No te metas!"

Era inútil si solo se enfrentaba a Christo y Jeane, ya había esperado ser el blanco. Pero... nunca esperó estar frente a tanta gente como ahora. A pesar de eso, Alena todavía se sentía culpable hacia Latasha.

"No fue mi intención..." murmuró en voz baja. Sintiendo la mirada de desagrado de todos en este momento, el corazón de Alena se hundió. Miró a Latasha, que todavía estaba en cuclillas sosteniendo su cabeza. "Latasha... lo siento-..."

"¡¡ALENA!!"

Ese grito enojado hizo que Christa sonriera de lado, lo que solo Audrey vio.