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En Las Garras De Mi Enemigo

En Las Garras De Mi Enemigo

Status: En proceso
Genre:Futuro / Omegaverse / Hijo/a genio / Reencuentro / Amor eterno / Amor en la guerra
Popularitas:4k
Nilai: 5
nombre de autor: Mckasse

Acron Griffindoh y Cory Freud eran vecinos y fueron compañeros de escuela hasta que un meteorito oscureció el cielo y destruyó su mundo. Obligados a reclutarse a las fuerzas sobrevivientes, fueron asignados a diferentes bases y, a pesar de ser de géneros opuestos, uno alfa y otro omega, entrenaron hasta convertirse en líderes: Acron, un Alfa despiadado, y Cory, un Omega inteligente y ágil.

Cuando sus caminos se cruzan nuevamente en un mundo devastado, lo que empieza como un enfrentamiento se convierte en una lucha por sobrevivir, donde ambos se salvan y, en el proceso, se enamoran. Entre el deber y el peligro, deberán decidir si su amor puede sobrevivir en un planeta que ya no tiene lugar para los sueños, sino que está lleno de escasez y muertes.

NovelToon tiene autorización de Mckasse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Entre videos juegos y secretos

El sol apenas asomaba entre las nubes cuando Cory llegó a la casa de Acron, con su mochila llena de videojuegos y una sonrisa entusiasta.

—¡Acron! ¡Apresúrate, tengo un nuevo juego que probar!— gritó desde el portón.

Marlene, la madre de Acron, abrió la puerta con una sonrisa.

—Buenos días, Cory. Pasa, hijo. Acron está en su habitación como siempre.

Cory subió las escaleras a toda velocidad. Al abrir la puerta de la habitación, encontró a Acron sentado en el suelo, rodeado de cojines y cables, configurando la consola.

—Por fin llegaste. ¿Qué trajiste esta vez?— preguntó Acron sin apartar la vista de la pantalla.

—¡El nuevo juego de carreras que salió esta semana! Y traje otro de peleas por si te atreves a perder conmigo.

—¿Perder? Tú sueñas mucho, pecesito— respondió Acron con una sonrisa burlona.

Los dos se acomodaron frente a la pantalla y comenzaron a jugar, gritando y riendo cada vez que uno lograba vencer al otro. La casa estaba llena de sonidos de explosiones virtuales y risas, hasta que la voz de Marlene los interrumpió desde el primer piso.

—¡Chicos! ¿Qué quieren para comer?

—¡Pizza!— gritaron al unísono.

—¡Con mucho queso!— añadió Cory, levantando una mano como si fuera un requisito indispensable.

Más tarde, cuando la pizza llegó, los chicos estaban inmersos en una intensa batalla en el juego de peleas.

—¡Toma eso!— exclamó Acron, aplastando los botones de su control.

—¡No es justo, me distraje con el olor de la pizza!— protestó Cory, dejando caer el control.

Ambos rieron mientras se abalanzaban sobre las cajas de pizza. Las primeras mordidas estaban acompañadas de refrescos burbujeantes, pero algo en la mente de Acron planeaba un giro inesperado para esa tarde.

—Espérame un segundo— dijo Acron, dejando su rebanada a medio comer.

—¿A dónde vas?— preguntó Cory, curioso.

—Ya verás— respondió Acron con una sonrisa traviesa antes de salir de la habitación.

 

Acron bajó las escaleras con sigilo, asegurándose de que sus padres, sentados en el sofá viendo las noticias, no lo notaran. La televisión emitía imágenes alarmantes sobre cortes de energía y reportes extraños, pero los oídos de Acron estaban centrados en no hacer ruido.

Llegó al refrigerador, abrió la puerta con cuidado y sacó tres latas de cerveza.

—Si mi papá se da cuenta, estoy muerto— murmuró para sí mismo mientras cerraba el refrigerador y subía rápidamente las escaleras.

—¡Tarán!— exclamó al entrar en la habitación, mostrando las latas a un atónito Cory.

—¿Qué es eso? ¿Cerveza? ¿Estás loco?— susurró Cory, aunque no había nadie cerca para oírlo.

—Relájate, pecesito. Es solo para probar. ¿O tienes miedo?— Acron agitó una lata burlonamente frente a él.

Cory frunció el ceño, tomó una lata y la abrió con determinación.

—¡No tengo miedo de nada!

Ambos dieron un primer sorbo, y la expresión de Cory fue inmediata:

—¡Puaj! ¿Esto le gusta a los adultos? Sabe horrible.

—Es un gusto adquirido... o eso dicen— respondió Acron entre risas mientras le daba otro trago.

Con el tiempo, Cory empezó a hablar más de la cuenta, su rostro ligeramente sonrojado.

—Acron... ¿sabes? Yo... quiero aprender a besar— confesó, arrastrando un poco las palabras.

Acron casi escupe la cerveza de la risa.

—¿Qué? ¿De dónde salió eso?

—Es en serio— insistió Cory, inclinándose hacia adelante con una expresión seria y cómica a la vez. —Cuando tenga novia, quiero hacerlo bien. No quiero que piense que soy un tonto.

—Bueno, ¿y qué piensas hacer? ¿Practicar con tu mano o algo?— preguntó Acron, tratando de contener la risa.

—No sé, pero tú podrías ayudarme— dijo Cory con total naturalidad, aunque claramente afectado por la cerveza.

Acron lo miró sorprendido, sin saber si lo decía en serio o si era efecto del alcohol. Pero, después de unos segundos de silencio, se encogió de hombros y dijo:

—Supongo que podríamos practicar. Pero solo porque me preocupo por ti, pecesito.

Cory lo miró con los ojos abiertos como platos.

—¿Hablas en serio?

—Claro, no será gran cosa. Además, nadie tiene que saberlo— dijo Acron con una sonrisa despreocupada.

Ambos se acercaron, y Acron, intentando mantener la calma, le dio un beso rápido y torpe en los labios. Cory se quedó inmóvil por un momento antes de estallar en carcajadas.

—¡Eso fue raro!— exclamó Cory, llevándose las manos a la cara.

—Bueno, entonces no te quejes. Ya estás listo para tu futura novia— dijo Acron, riendo también mientras volvía a abrir su lata.

—¿Podemos practicar de nuevo?

—¿Qué harás si no puedo contenerme? Sabes que estoy casi por cumplir quince, mi primer Celo será pronto. No quiero hacerte daño.

—Solo es un beso...debo memorizar bien para cuando me llegue mi turno de mi celo.

Acron volvió a acercarse a Cory hasta que sus labios rozaron. Acron en un movimiento hizo que Cory abriera más la boca hundiendo y jugando con su lengua, exploró por un buen rato hasta que se les adormecieron los labios. Acron no quiso continuar temiendo que Cory podría hacer que su celo se dispare un año antes.

—Es suficiente Cory.

—Se siente tan bien...

—Basta, creo que estás borracho.

—Se me paró...y veo que a ti también. ¿Por qué lo tienes más grande que yo?

— Cállate, no digas estupideces, los alfas somos más grandes en todo el sentido de la palabra—le dice volviendo a tomar el control de juego, tratando de calmar su ansiedad.

—Cuando elija pareja espero que me acepte completamente.

—Eres perfecto...te amaran. Vamos a seguir jugando...Acabaré contigo.

El día continuó entre risas, videojuegos y bromas, mientras ambos intentaban ignorar la incomodidad del momento. Sin saberlo, habían compartido algo que fortalecería aún más su amistad... o tal vez la cambiaría para siempre.

La noche transcurría en calma. En el piso superior, Acron y Cory dormían profundamente en la habitación de Acron, abrazados entre las mantas como si buscaran protección mutua contra el frío inusual de esa noche. Las luces de la consola de videojuegos aún parpadeaban, y el leve olor a pizza y refrescos llenaba el ambiente.

En el salón, Daryl Erik Griffindoh apagó la televisión y se levantó, dejando escapar un suspiro.

—Voy a revisar cómo están los chicos— dijo, mirando a su esposa, Marlene, quien le devolvió una sonrisa tranquila mientras hojeaba una revista.

Subió las escaleras y abrió la puerta del cuarto tras un par de toques. Allí estaban: Acron con el brazo sobre Cory, ambos profundamente dormidos. La escena le sacó una pequeña sonrisa.

—Estos dos siempre juntos...— murmuró.

Apagó la consola y las luces antes de regresar al salón. Marlene lo observó bajar con esa expresión de "¿qué pasó ahora?".

—Cory se quedó dormido aquí otra vez— explicó mientras se sentaba junto a ella.

—¿Quieres que llame a sus padres?— preguntó Marlene, aunque ya sabía la respuesta.

—No, ya lo hice. Hablé con Elliot, su padre. Le avisé que Cory está bien y que se quedará aquí esta noche. Te mandan saludos, nos invitaron al cumpleaños de su esposa, es el Finde semana que viene.

—Bueno, al menos es menos trabajo para Lisbeth— bromeó Marlene, volviendo a su lectura—No sé que podría regalarle para su cumpeaños.

—Vamos al centro comercial mañana, llevemos a los chicos, así aprovechamos y compramos comestibles. Pienso reemplazar la comida enlatada en el fuerte del sotano, hace dos años que lo hice.

Daryl se rió entre dientes, pero luego su rostro se tornó pensativo.

—He estado pensando... Acron está a punto de cumplir 15 años, y sabemos lo que eso significa.

Marlene dejó la revista a un lado, entendiendo de inmediato a dónde iba su esposo.

—¿Crees que pronto tendrá su primer celo?

—Es probable. Y si eso pasa, podría marcar a cualquier Omega que esté cerca. Pero si hablamos con la familia de Cory, podríamos considerar unirlos. Nacieron predestinados, Marlene. Se criaron juntos, y su vínculo sigue siendo tan fuerte como siempre.

Marlene asintió lentamente.

—¿Y crees que ellos querrán?

—No estoy sugiriendo forzarlos a nada. Solo quiero que ambas familias estén preparadas. Si deciden aceptar, será porque lo sienten, no por obligación.

Antes de que Marlene pudiera responder, la puerta principal se abrió de golpe.

—¡Buenas noches!— anunció Sigrid, la hermana mayor de Acron, mientras colgaba su abrigo en el perchero.

—¡Sigrid! Llegas tarde— comentó Daryl, sorprendido de verla tan animada.

—No tanto. El trabajo nos dio vacaciones anticipadas por este clima extraño. Todo el mundo está alarmado porque no es normal— dijo mientras se sentaba en un sillón.

—¿Vacaciones?— repitió Marlene, arqueando una ceja.

—Sí. Parece que nadie quiere arriesgarse. Hay informes de cambios climáticos en toda la región, pero no hay explicaciones claras. Así que todos están en casa.

Daryl y Marlene se miraron, preocupados.

—Quizás deberíamos hablar con Elliot y Lisbeth más pronto de lo que pensábamos— comentó Daryl en voz baja.

Sigrid, ajena a la conversación, se quitó los zapatos y bostezó.

—Voy a subir ¿Donde está mi pequeño hermano demonio? ¿Se quedó en casa de Cory?

—Déjalos descansar, Sigrid. Cory se quedó a dormir aquí, y están agotados— advirtió Daryl.

—¿Otra vez juntos? Ya casenlos— dijo ella con una sonrisa burlona.

Marlene soltó una risa suave.

—Deja de molestar a tu hermano.

Mientras Sigrid subía las escaleras, Daryl volvió a mirar a Marlene.

—Sea lo que sea lo que venga, debemos estar preparados. Por ellos.

Marlene asintió, apoyando su cabeza en el hombro de su esposo, mientras ambos se sumían en el silencio de sus pensamientos. La noche avanzaba, pero las decisiones importantes ya se estaban gestando.

1
LG
Gracias por seguir actualizando
Lourdes Moscoso Bernel
interesante trama
LG
Amiga no nos dejes a medias de leer
lydia gil añon
Excelente
Anjel josue Mendosa jimenes
es muy bueno y deja pensando mucho
Yessica Otaku-nii
Jajaja No encuentro falla en su lógica/Chuckle/
Mckasse Escritora: jajaja si verdad. Gracias por comentar
total 1 replies
Yessica Otaku-nii
Buen comienzo/Smile/
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