Recuperando Mi Vida.

ROUSSE

-Lo siento Axel, yo no sabía que tu mamá había muerto ahí.- dije apenada.

-nadie sabe ese tipo de cosas- respondió, tratando de restarle importancia.

Lo pensé muy bien hasta que me arme de valor y decidí preguntarle, de todos modos mi papá también había muerto.

-¿cómo murió tu mamá?.

Él sonrió y me miró con delicadeza.

-vamos a cenar, ya es tarde.

No dije nada más, me levanté y salí en su compañía hasta su automóvil, mirando a lo lejos el mío estacionado.

-no te preocupes ya le dije a Andrés, que lo lleve a tu casa.

Le sonreí en agradecimiento y subí al asiento del copiloto. Me sentía tan incómoda por lo que había sucedido en su oficina, que en todo el camino me sumergí en mis pensamientos, y no hable ni un solo instante.

Llegamos a un pequeño restaurante, aunque su tamaño no lo hacía ser menos reconocido, la comida ahí era riquísima, papá me había llevado varias veces a ese lugar, más que todo para mí cumpleaños, él decía que a pesar de ser un restaurante de clase, era más discreto que muchos otros, pues por su tamaño muchas personas lo desprestigiaban.

Bajamos del auto en silencio, Axel se situo a mi lado, al momento de entrar y pidió una mesa para dos.

-has estado muy callada.- me dijo, mientras ambos tomábamos asiento.

-es que lo de tu mamá, me tiene algo consternada... Sin contar que no era mi intención, decir esas cosas de tu casa.- sentía que mi cara ardía de vergüenza cada vez que recordaba eso.

-no tienes por qué sentirte de esa manera, tú no lo sabías. Si te sirve de consuelo, hubiese dicho lo mismo que tú, si no supiera la historia.

-y cuál es la historia?- pregunté, y me sentí apenada por mi indiscreción.- si no puedes o no quieres decirme no hay problema.- me apresure en hablar, tratando de solventar mi imprudencia.

él sonrió con calidez.

-si hablo de mis padres, deberás hablar de los tuyos.- me advirtió.

Sentí un escalofrío recorrer mi espalda, si yo llegaba a mencionar algo de mi padre, lo más probable es que Axel descubriera quien soy en realidad.

-¿Y bien?- me apremio

-bueno, no hay mucho que contar de mis padres, además si hago eso, es como dar a entender que esto es una cita!- le dije tratando de desviar el tema.

-¿y quién te dijo que no lo era?- respondió divertido.

-Axel, déjate de bromas.- le dije con algo de disgusto.

-no estoy bromeando Rousse. Me gustas!- me soltó.

Mis mejillas ardían, mi corazón se aceleraba y mis palabras se atoraban en mi garganta, asfixiándome.

-entonces señorita Lascuráin? Le comió la lengua el gato?- dijo juguetonamente.

-es usted muy gentil, señor Villasmil, pero creo que necesitara más de sus encantos, para hacer que alguien como yo se derrita ante usted.

El río a carcajadas, por mi comentario.

-no creo que eso sea difícil, señorita Lascuráin. Estoy seguro de que usted, también siente lo mismo que yo.

Me tomo una mano y beso el dorso de la misma.

-déjate querer Rousse.- dijo con ojos suplicantes.

Yo alejé mi mano de su agarre, y tomé un poco de agua, de la que acababa de colocar el mesero.

-acepto, ayudarte en la casa.- volví a retomar el tema y desviar ese momento incómodo donde exponíamos nuestros sentimientos.

-está bien, Rousse, tomate tu tiempo, tampoco quiero que te enfrasques es esto.- dijo muy serio.

-no hay problema Axel, me podrías dar una foto de como era para comenzar con los planos- le respondió lo más profesionalmente que pude.

-Rousse! Yo no quiero que la casa sea exactamente igual.

-ah no?- dije sorprendida.

-no, yo quiero que me ayudes a reconstruirla, pero de una forma diferente.- dijo sumergido en sus pensamientos.

-y como tienes pensado hacerlo?

-quiero que crees algo, como si fuera para ti.- sus palabras hicieron que me sonrojara un poco.

-está bien Axel, lo haré.

-gracias Rousse!- respondió, con total sinceridad.

La comida llegó y ambos comenzamos a comer en silencio.

-Axel?- dije atrayendo su atención.

él no dijo ni una palabra, pero miró expectante.

-¿Qué pasó con esa casa?- trate de controlar mi curiosidad pero no pude.

-come tranquila- dijo evadiendome una vez más.

Seguí comiendo en silencio, al terminar le pedí a Axel que me devolviera a mi casa, sin decir nada, llamo al mesero, pido la cuenta y cancelo la factura. Salimos del restaurante directo a su auto, durante el camino él intentó sacar conversación, pero yo no quise responderle. Así que tomé mi celular y me puse a trabajar.

-Rousse, no me digas que te molestaste porque no te quise decir- él me miraba de reojo y seguía conduciendo.

-Rousse, por favor, no me ignores- me suplico.

-Rousse!- intentó una vez más.

De pronto el auto se estacionó en el borde de la carretera.

-Hace unos años, papá paso por la crisis más grande que pudo haber. Estuvimos a punto de caer en bancarrota, muchas empresas le dieron la espalda a mi padre, pero solo hubo una persona que creyó en él, y estuvo siempre ahí.

Papá, volvió a recobrar su prestigio, y el lugar en la industria constructora. Pero no quería que volviéramos a caer en otra crisis.

Axel volteó a verme para asegurarse que estaba prestando atención y que no lo seguía ignorando.

-así que decidió que el heredero de la empresa se tendría que casar, mi hermano mayor no estuvo de acuerdo, a él ni siquiera le gustaba trabajar en la empresa, así que apenas tuvo la oportunidad se fue de la casa a estudiar medicina, dejándome la responsabilidad y el compromiso de la empresa. Yo no me opuse, al hacerme cargo, pero no quería casarme solo por mantener a flote la empresa.

Papá se empeñó, en casarme a la fuerza, aunque mi corazón perteneciera a una hermosa chica que acaba de conocer.- no sé porque en ese momento sentí celos, pero no dije nada, seguí en silencio escuchando la historia.

-si tenía que casarme quería que fuera con ella, así que busque al mejor amigo de mi padre, que era el papá de esa hermosa y cautivadora chica, le expliqué lo que sentía, y él prometió ayudarme en arreglar un asunto que le impedía a esa joven ser mi esposa, luego de eso, podría ir y conquistarla.

él me miró y sus ojos resplandecían con un poco de tristeza.

-papá al enterarse de lo que hice, se molestó y discutió conmigo, mi madre trato de defenderme,, pero estaba muy molesto y salí de ahí sin pensarlo.

-pase varios días en un bar, hasta que papá me encontró. Me pidió regresar a casa, pero yo no quise, luego de suplicarme muchas veces más accedí. Al llegar a la casa mamá me esperaba afuera, me abrazo y me dijo que ella siempre me iba a apoyar. Pero mi padre se molestó, volvimos a discutir y nos fuimos a los golpes, mandé a mamá dentro de la casa, mientras seguía peleando con papá, fue en ese momento que la casa exploto.

Sentí que mi corazón se detenía, por un instante, y el dolor de cada palabra que Axel decía, era tan mío, tan vivo que realmente dolía.

-mamá estaba dentro, cuando eso pasó.- pude ver cómo una lágrima robada por su mejilla.

-no pude salvarla, no quedo nada de la casa, me culpé por lo que le pasó, y jamás volví a pisar ese lugar.

-y que paso con tu matrimonio y la chica que amabas?- pregunte

-la persona que mató a mi madre, no quería que estuviera con ella, así que desistí de esa absurda idea, le enseñe a papá que no necesitaba estar casado para mantener a la empresa en una buena posición, y aquí estoy.

-como sabes que no te querían con ella Axel?- pregunté con miedo de su respuesta.

-porque me llegó un anónimo diciéndome que me alejara de ella, si no quería perder a mi padre o a mi hermano, y ellos son todo lo que tengo Rousse, todo lo que me queda.