Casate Conmigo...

Luego de salir de aquel lugar pasamos por la oficina, mi madre se dirigió a la oficina del señor Máx a ponerlo al tanto de todo y yo tomé de la mano a Celeste y corrí hacía la oficina de Iván, cuando ingrese sin golpear se asustó y me quedó mirando, tome la carpeta con los documentos y se la entregue en las manos, hojeo la carpeta y no tardó ni un instante en abrazarme, las lágrimas corren por su rostro, minutos después ingresó mi madre junto con él que me mira con cierta nostalgia, me quedó mirándolo, no se como reaccionar con él, se ve tan serio.

_Bienvenida Gala, este es tu lugar y queremos que te sientas bien_ solo hice una sonrisa y él me abrazo tan fuerte.

Iván dijo que tiene que terminar unas cosas y luego iremos de shopping, pronto se notará el embarazo y necesito algo de ropa para hacer frente a esos cambios, mi madre se ve feliz, veo de quien heredó él esa felicidad al andar de shopping, puedo notar como Iván y Celeste no se quitan los ojos de encima.

Luego de ir de compras, mi madre fue quien eligió casi todo lo que llevo, debo decir que tiene muy buen gusto, Iván compró cosas para todos, incluso le compró algo a Celeste que no logré ver que era, en el coche de Iván llevamos las bolsas, menos mal andábamos en dos coches, cuando estábamos en casa él dijo que había terminado gran parte de los pendientes que tenía en la oficina y traería parte del trabajo para hacer en casa, esa noche cenamos los tres y nos fuimos a dormir temprano, fue un día agotador, en la mesita junto a la cama donde duerme Celeste pude ver una cajita musical con una bailarina y puedo deducir que este es el regalo de mi hermano.

A la mañana temprano me desperté por ruidos en el comedor, baje rápido porque olvidé que Iván no iría a la oficina _ayudame con esto_ en la sala había varias cajas con alimentos, _¿Para que es esto?_ nos vamos a la casa de campo que era de los abuelos, verás que tranquila que estarás allá._ no creo verme muy nerviosa, pero si él dice, lo ayude con algunas cosas y luego desperté a Celeste para juntar nuestras cosas y luego irnos, pasamos por la mansión de mis padres, este lugar es un sueño, el hermoso jardín que hay en el frente y la gran sala de la mansión, como los rayos de sol ingresan al interior de la mansión, me encuentro fascinada, mi hermano hace de guía turística y recorro cada rincón, el patio trasero es el lugar ideal para el picnic, y la cantidad de flores que hay en el lugar, volví a la sala maravillada. Mi madre tenía sus cosas listas para irnos y mi padre dijo que en unos días nos alcanzaría.

Fue un viaje de unas cuatro horas por la carretera, nunca había tenido la posiblidad de ver tantos lugares, el paisaje es hermoso, Iván me comentó que en este lugar se escondieron nuestros padres cuando huyeron de la boda arreglada de mi madre, ellos tienen una muy hermosa historia de amor, ojalá algún día yo tenga un amor así. Dormí una siesta en el camino y se que Celeste fue interrogada por mi madre y mi hermano, ella también está disfrutando de esto, sentí que alguien me despertó cuando íbamos llegando al lugar, que hermoso lugar, nunca pensé en visitar un lugar así, a un lado de la cabaña pasa un río y puedo ver como un pequeño muelle en el lugar, la cabaña no se ve para nada pequeña debe tener al menos unos cinco cuartos, la sala es bellísima, ayudamos a bajar las cosas y luego me indicaron un cuarto para poner mis cosas y uno para Celeste, luego salimos a observar el lugar.

La paz y tranquilidad que se respira aquí es todo lo que podría pedir, en la tarde llegó mi padre con una caja que contiene los próximos proyectos que se deben presentar, los realizaremos con Iván estando aquí, mi padre dijo que se quedaría unos días, tomamos la mitad de la sala y la convertimos en un estudio, aquí pasamos largas horas trabajando mientras mi madre nos trae té y bocadillos, se ha dedicado a atendernos, suele prestar atención para ver como van los proyectos y de vez en cuando también nos da un par de observaciones a tener en cuenta, ella dejó de trabajar hace varios años, pero su talento está intacto. Los primeros días Celeste solo era un espectador pero poco a poco fue dejando de lado su timidez y ya ha hecho aportes muy valiosos, tenemos la mitad de los proyectos realizados, solemos tomarnos las tardes libres para hacer algún picnic o estar en el río, nadie sabe pescar así que sólo ponemos nuestros pies en el agua.

No había notado lo rápido que ha pasado el tiempo hace unos dos meses fui al hospital del pueblo más cercano y me realicé los controles prenatales, el ultrasonido que me realicé se encuentra exhibido en la sala, esta semana entre en los seis meses de embarazo y al mirarme al espejo puedo ver que estoy a punto de explotar, esta tarde regresaremos a la ciudad ya que el médico de la familia ha dicho que debo estar cerca por si el parto se adelanta y en un tiempo más ya no podré viajar, mañana tengo cita en el hospital de la Ciudad Soñada y están todos muy ansiosos, por el tamaño de la panza hay muchas cosas que ya no puedo hacer, paso casi todo el día sentada comiendo y cuando no es así estoy acostada, todas las mañanas doy un paseo con mi mamá y a veces al anochecer.

Mi madre ya se fue con mi padre, yo iré con Iván, Celeste hace poco más de un mes viajo a Ciudad del Sol a ver a su madre y organizar algunas cosas para poder traerla con ella, mi padre al ver su trabajo le ofreció una oportunidad en la empresa que no podía desaprovechar, por lo que en unos días se muda a la ciudad, Iván le ofreció su departamento mientras consiguen algo por lo que nosotros quedaremos en la mansión Lubo.