De Oruga A Mariposa.

Habíamos pasado toda la noche abrazados, él se tenía que regresar a New York, pero se negaba a hacerlo, quería quedarse a mi lado después de mucho, yo insistir para que no tuviese problemas con el director, todos se regresarían, así que fui a despedirlo muchos besos y abrazos hubieron antes de partir toda la espera para abordar el avión fue de esa manera estábamos Abrazados ninguno quería soltar al otro, éramos blanco de la vista de todos, unas eran con amor, otras con rabia y envidia.

Tommy, Tamara, y Natalia nos veían con rencor, me separé por un segundo de Evans para abrazar a Ashley y sentí un abrazo muy cálido y algo familiar, era Miguel me di vuelta y lo abracé, los ojos furiosos de Evans chocaron con los míos al terminar de abrazarlo enseguida se apoderó de mis labios y me besó con desesperación y marcando territorio.

— Amor no seas celoso, él es mi amigo, quita esa cara.— dije con una falda cara de molestia.

— Si me das un besito, la quito y dile que tu novio es un mucho celoso— Río por su comentario, lo adoro es tan... Lindo.

Diez minutos después estaba despidiendo a mi amor lindo un gran beso con sabor a lágrimas, le di antes de que se fuera.

Me regresé con mi hermana y mi padre a la clínica al llegar mi papá estaba preparándose para irse a casa lo abracé feliz, por fin papá había logrado librar la batalla y al fin estaríamos juntos, papá había prometido ser un padre amoroso y más atento, pasamos un mes más aquí en lo que terminaba la secundaria solo ese tiempo faltaba luego podría ir a la universidad que quería en todo ese mes no hubo un solo día que no hablara con Evans lo sentía triste y sé que no debe ser fácil para el tener la presión de su padre, en el tiempo sé que estuve en suiza ganamos muchas veces más.

Mis amigos Jackson y Alana cada día estaban más enamorados que nunca, ellos estaban tristes por qué yo me iría, pero prometieron visitarme en Nueva York, el tiempo se cumplió y llegó mi graduación, mi padre y hermana fueron y estaban muy orgullosos de mi yo di un gran discurso donde cada palabra parecía dirigida a mí misma.

Discurso de Maya

Todos aquí saben quién soy, pero para los que no soy Maya Watson y quiero decirles que este fin solo es un ciclo, una etapa y para nada es el final, al contrario, es el comienzo, muchos pensaran, tomaremos rumbos diferentes y mis amigos ya no lo serán, al contrario, está es la oportunidad de demostrarnos que a pesar de nuestros diferentes caminos, si la amistad es fuerte y verdadera prevalecerá.

A mi corta vida se puede decir que he pasado por muchos cambios he tenido tragos amargos y también muchas alegrías, y la verdad es que todo me ha servido y yo sé que aquí cada uno tiene sus propias experiencias que les han forjado el carácter, que es lo que haremos con nuestra vida eso lo veremos en el camino, poco a poco sin presiones riamos, disfrutemos vivamos nuestra vida lo bueno es que estamos empezando podemos hacer borrón y empezar de nuevo si caemos, ahora comienza nuestra historia y cada uno de nosotros es nuestro propio autor felicidades, ¡nos graduamos!

Los aplausos y silbidos no se hicieron esperar, cada uno recibió su diploma y ahora todos y cada uno de nosotros podremos empezar nuestra vida.

A los dos días ya estábamos aterrizando en el aeropuerto, el corazón se me iba a salir, moría por ver a Evans, quiero empezar a estudiar y que nuestra relación crezca, he decidido que lo quiero en mi futuro y lucharé por él.

Llegamos a casa y nos instalamos, mi hermana, vendrá a pasar una temporada con su novio, el pobre lloró al verla la extrañó demasiado, su amor es tan fuerte y bonito que siento envidia de la buena.

Llame a Evans para vernos y no me contestó, luego llame a Ashley y obtuve el mismo resultado.

Al día siguiente fui a la preparatoria, pero esta vez a la parte de la universidad y hablé con el director para lo de mi inscripción y todo eso, por ser una excelente alumna no me puso ninguno, pero solo bromeo conmigo por hacer que otra entidad ganase la competencia de porrismo al salir de la oficina del director me encontré con varios antiguos compañeros de clase y cuando estaba lista para irme me encontré con Tamara.

— Regresaste querida que bueno, así te puedo dar esto.— Dice Tamara entregándome lo que parece ser una invitación para una boda su boda con Evans.

Al leer la invitación se me cae de las manos y en eso viene llegando un carro lujoso y de él se bajó un hombre elegante, yo diría que de unos cuarenta y tantos años, es alto con buen porte y tiene los mismos ojos de Evans, sin dudas es el padre, Tamara se le acerca y le dice.

— Hola suegrito está, es la tipa con la que Evans tenía su relajo — Dice Tamara y el señor me dedica una mirada de desprecio.

Los estudiantes empiezan a acercarse para ver la discusión que seguramente se va a formar.

— Mira niñita, te divierto algo aléjate de mi hijo, él se casará en un mes con Tamara, no hagas que te destruya, tú eres tan... Bueno, tan insignificante de Lante de Tamara, así que no destruyas esa bonita relación.— Todos murmuraban y me veían como la amante destruye hogares.

Me sentía fatal primero, Evans si se casaría y yo perdería al amor de mi vida, tengo que irme lejos, plan debo poner tierra de por medio fue lo primero que pensé, mis ojos picaban y mis lágrimas empezaron a caer, estaba siendo humillada.

— Que sea la primera y la última vez que le hablas así a mi novia y la mujer que amo entiendes padre.— La voz de él resuena en el patio y detrás del un hombre un poco mayor, pero elegante lo sigue.

— Mi princesa — Dice abrazándome y limpiando mis lágrimas, su cara se desfigura y cambia por una de rabia.

— basta los dos delante de todos, les digo, no me casaré, al menos no contigo Tamara, la mujer que amo está a mi lado, padre, haz lo que mejor te parezca, quítame tu apoyo, échame de la casa, pero a mi novia la respetas.— Evans voltea a verme de nuevo y me abraza para luego besarme

pero que acaba de pasar.