Diana: una joven empleada.
Sam: Un apuesto empresario.
Matrimonio arreglado.
NovelToon tiene autorización de Taycreaciones. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 23
'Sam'
¡Ya me estoy artando de esta mujer! ¿¡quien demonios se cree que es para venir y atacar a mi esposa!? ¿¡Acaso no sabe lo que es perder!?
La veo con todo el desprecio que siento por ella pero aun así no consigo que deje de molestar, sigue insistiendo en que yo le pertenezco, como si fuera un maldito objeto que puede manipular a su antojo.
- Di lo que quieras delante de ellos Sam, pero tu y yo sabemos que no hay en el mundo una mujer que complemente mejor contigo que yo.- añadió y frunci mi seño.- *Bien, admitire lo que dije, es cierto que eres un inútil para la cama y de más, pero bien disfrutabas de todo lo que hacíamos, de cómo nos enredabamos entre las sábanas y gritabas mi nombre.
- Eso es tiempo pasado, contigo solo puedo decir que tuve sexo, mientras que con mi esposa fue algo mucho más especial*.- Respondí y ella río.
- Si si, supongamos que es eso.- contestó y vio a Diana. - *Pero cuando veas que esta mujersuela no puede complacerte, lo primero que harás será correr a mis brazos, como siempre lo hiciste.
- Te equivocas, mi mujer es la única con el derecho a tocarme y me complace mucho más de lo que puedas imaginar, mucho más de lo que tu podrías hacerlo*.- Respondí.- *No voy a negarlo, si la pasaba bien contigo, disfrutaba mucho mientras te tenía pero.. cuando conocí a mi mujer, cuando estuvimos juntos por primera ves descubrí que no hay mujer en este mundo que pueda hacerme sentir lo que ella en una sola noche me provocó, es lo mejor que me paso en la vida y así seguirá siendo hasta el día en que me muera.
- Eres un maldito*.- Dijo con su seño fruncido.- *No tienes el valor para decirle la verdad, para enfrentar la realidad en la que ambos nos encontramos.
- Creo que ya fue suficiente de dejarte arruinar nuestra noche, por favor retírate*.- Dijo esta ves Miguels mientras se interponía entre ambos. - *Dijiste lo que querías y creo que lo único que has logrado es quedar como una resentida que no acepta haber sido superada por un hombre.
- ¡Tu no te metas*! - Gritó abofeteando a Miguels y recibiendo por parte de Liz la bofetada multiplicada.
- ¡A MI HOMBRE NO LO TOCAS! - Gritó molesta mientras era sujetada por su amiga.- ¡*VETE DE AQUÍ O LLAMARE A SEGURIDAD PARA QUE TE SAQUE A PATADAS!
- Muy bien, me iré*.- Respondió para luego vernos a todos.- Pero sepan de ante mano que esta no será la última ves que me verán, esperare el día perfecto para vengarme de todos ustedes, principalmente de ti, Sam Evans. - dicho eso, giró sobre sus talones y camino a la puerta mientras que yo me giraba a ver a mi esposa.
- *Cielo yo..
- No te preocupes amor, nada de lo que allá dicho me ha afectado*.- respondió mi hermosa mujer y acaricie su mejilla.
- *No lo digo por lo que ella dijo, lo digo por lo que yo dije con respecto a..
- Amor, todos en la vida tienen un pasado y no por ello debemos de ser juzgados*.- me interrumpió para luego dejar un corto beso en mis labios.- *Lamento mucho haberle respondido, debido a eso se armo más lío del que había.
- No tienes que disculparte por ello amor, no puedes dejarte pisotear toda la vida*.- Respondí para luego besarla. Una ves rompimos el beso giramos nuestras miradas a los anfitriones de la fiesta.- *Liz, Miguels, lamentamos mucho este inconveniente, crean nos que no fueron nuestras intenciones arruinar su noche.
- ¿Arruinar*? - Dijo liz para luego reír.- Hasta rogaba por una oportunidad para darle un par de cachetadas a esa bruja, no es la primera ves que me saca de quicio.- respondió y reímos. - *Anden, vamos a seguir disfrutando de la fiesta.
- En todo lo que se pueda*.- contestó la amiga de Liz para luego voltear a verme.- *Tu debes de ser Sam.
- Si, lo soy*.- Respondí por lo que ella sonríe.
- Quiero que tengas en cuenta mi rostro y mi nombre, porque te servirá para acordarte porque razón no debes lastimar a tu esposa.- Respondió y me sorprendí. - *Mi nombre es Emma Rico y soy la nueva amiga de Diana y créeme que soy muy capaz de asesinarte con tal de defender a mi amiga, entonces.. solo tenlo en consideración.
- Pues conmigo ya somos dos*.- Añadió Liz y vi a Diana reír mientras sus nuevas amigas me veían amenazante.
-Amigo, yo que tu me porto bien, conozco perfectamente el mal genio de Emma.- Respondió Miguels para luego empujarme lejos de ellas.
Continuamos la noche de maravilla, exceptuando la parte en la que Leonardo no quitaba la mirada de mi esposa, motivo por el cual quise enfrentarlo pero fui detenido por Sebastian y Hector, dos de mis amigos.
- Sam, mientras él no se le acerque, déjalo. - Dijo sebastian mientras me detenía de mi brazo.- *Si vemos que intenta si quiera acercarse, nosotros mismos lo detendremos.
- Será como ustedes quiera, pero si él intenta algo con mi esposa.. no me culpen por mandarlo al hospital con posibles heridas de muerte*.- contesté para luego ver en dirección a mi esposa, quien ya parecía estar bastante ebria.
- Mira como se esta divirtiendo, deberías hacer lo mismo que ella.- *c**omento Hector y voltee a verlo*.
- Lo que debería hacer es llevarla a casa, esta bastante ebria y es la primera ves que se encuentra en esas condiciones, Diana no es la clase de mujer que bebe. -Respondí y escucho la risa de Miguels.
- Entonces prepárate amigo mio, porque cuando se levante con dolor de cabeza mañana, se desquitar contigo.- Contó entre risas y lo vi sorprendido. ¿que culpa tendría yo de que la resaca la moleste al día siguiente? - Ellas siempre buscan la manera de culparnos de todo. - añadió y sonreí imaginando a Diana reclamarme el no haber evitado que bebiera.
- Sam, te daré la razón de llevar a tu esposa a casa.- dijo Sebastian para luego señalar el lugar.
Al voltear mi mirada vi a Diana tomar la mano de Liz, quien la incitaba a subirse junto a ella a la mesa para bailar.
Rápidamente corrí en su dirección y antes de que se subiera la sujete de la cintura y la atraje a mi cuerpo.
- Muy bien señorita, creo que ya es suficiente de beber y bailar, es hora de ir a casa.- Dije consiguiendo que se volteara a mi y enrredara sus brazos en mi cuello.
- Sam, no debes arruinar el momento.- Dijo con notable ebriedad y no pude evitar sonreír, era la primera ves que veía a Diana en esta situación.- Sholo bailemos un poco.- añadió para luego comenzar a mover sus caderas a un ritmo sensual mientras se apretaba contra mi.- Anda cariño, baila conmigo.- Agregó y para luego girarse y apoyar su trasero en mi entrepierna y moverse seximente provocando que deseara hacer todo con ella, menos bailar.
- Amor.- dije en su oído.- *Creo que si no quieres terminar haciendo el amor en el baño, deberías detenerte.
- Ho vamos, no puedes exitarte con un baile*.- respondió para luego menearse hasta abajo y volver a subir esta ves de frente a mi y acariciando mi cuerpo a medida que subía.
- ¡Vamos Diana, tu puedes! - Gritó Liz desde la mesa mientras de igual manera Miguels trataba de bajarla.
- Vamos amor, baja ya de ahí.- Dijo Miguels mientras le extendía la mano.
- ¡Déjame! me estoy divirtiendo.- Le contestó con molestia para luego seguir bailando y abucheando a Diana, quien se estaba ganando una noche de Sexo desenfrenado.
- Ya amor, vamos a casa.- Dije tomándola de la cintura y pegandola más a mi cuerpo para que viera lo que su baile provocó en mi.
- Vaya señor Evans, usted tiene una ereccion. - Dijo con una sonrisa traviesa para luego deslizar su mano por mi torso he intentar tomar mi miembro, cosa que le prohibi.- ¡*Oye!
- Cielo, estamos en plena fiesta y no quedaría bien que te pongas a manosearme aquí frente a todos*.- contesté entre risas.
- Como shi alguno fuera virgen.- respondió y me fue inevitable no reír aún más.
La tome en mis brazos cargandola pata luego acercarme hasta donde Miguels estaba tratando de convencer a su esposa y apresurado me despido de él.
- *Miguels, los veo mañana en mi casa para almorzar, llevaré a Diana a casa.
- Esta bien Sam, gracias por asistir a nuestra fiesta*.- respondió viendo a su prometida. - *Vamos cariño, baja de ahí.
- No, no te lleves a Diana nos estamos divirtiendo*.- Dijo mientras le extendía su mano a Diana.
- Liz, ayúdame, no dejes que me lleve.- respondió Diana extendiendole su mano y reí para luego caminar a la puerta con las pataletas de mi esposa por querer quedarse.- ¡*Sam! ¡Déjame disfrutar un poco más!
- Cuando lleguemos a casa disfrutarás más*.- Respondí para luego abrir el carro con ayuda de Hector y sentar a Diana como mi copiloto abrochado su cinturón y trabando la puerta para que no saliera.- *Gracias por tu ayuda Hector.
- No es nada*.- respondió con una sonrisa.- *Deberías de llevarla más seguido a nuestras fiestas, me divertí mucho viendo como te provocaba.
- Que gracioso*. - Respondí para luego rodear el carro y subirme escuchando las carcajadas de Hector y Sebastian.
Con amigos como estos ¿quién necesita enemigos?
comencé a conducir en dirección a casa mientras veía a mi esposa cambiar la emisora una y otra ves mientras trataba de cantar las canciones que se escuchaban, lamentablemente debo de confesar que no se sabía ni un tercio de las canciones pero de igual manera sonreía, ella estaba feliz y yo lo estaba por ella.
Al llegar a casa volteo a verla y la veo dormir mientras balbucea unas cosas, algo que me sorprendió he hizo que mi sonrisa se esfumara.
- ¿Solo cinco años de vida? - comentó y sentí mi piel erizarse.- *Es tiempo suficiente, doc.
- ¿Cinco años de vida? ¿De que estas hablando Diana*? - Dije sacudiendola para que me responda pero no conseguí nada más que eso.
Quede perdido en mis pensamientos mientras veía un punto fijo, si lo que ella estaba diciendo es que eso era lo que tenía para vivir junto a ella... deberá de darme explicaciones de ello.
tí corazón de melón 🍈
me encanta la historia