¡Eres Mía Gordita!

Elizabeth

Apenas entró al departamento me quiero los zapatos y dejo que mis pies toquen el bajo suelo debajo de ellos.Camino hacia luna quien se encuentra dormida en su pequeña cucha.

-Te la pasas durmiendo-hablo para mí misma ya que ella se encuentra dormida aún.

Después de acariciar a mi perra por unos segundos,vuelvo mi camino hacia mi habitación para tomar una larga y relajante ducha.

El agua cae por mi cuerpo desnudo y no puedo evitar pensar en los sucesos que ocurrieron fuera del restaurante,el beso había sido algo que definitivamente no esperaba pero no me había disgustado para nada,es más había disfrutado cada segundo en el que sus labios con sabor a vino había estado pegados a los míos.Cada fibra de mi ser había disfrutado el sentí sus labios con los míos,nuestras respiraciones mezcladas,el calor de su cuerpo,las caricias en mi cintura,había sido mejor de lo que había imaginado en mi mente,ese beso había sobrepasado cualquier fantacias.

Pero eso significaba que le gustaba,vamos en el mundo real las mujeres como yo no somos tan suertudas como para conocer a un hombre con Thiago Jackson,había aprendido con el tiempo que la gente rechazaba lo diferente y me había lastimado más de una vez a mi misma intentando que entendieran que no está mal por ser yo misma.

Las palabras de desagrado de las personas y esas miradas llena de desprecio quedaron marcadas en mi,mis inseguridades había crecido con los años,pero jamás se lo había dicho a nadie,había guardado mis inseguridades y miedos solo para mí,no quería que los demás me mirasen con lastiman,siempre me había desmontado fuerte aunque por dentro estuviese echa pedazo,por jamás le daría a alguien la satisfacción de saber que podía lastimarme con solo una mirada.

Una de mis inseguridades es ir de compras,para muchas chicas en su adolescencia es algo hermosos ir de tienda en tienda probandose distintos tipos de ropa,pero cuando yo iba de compras era algo complicado conseguir ropa de mi talla,la ropa bonita que había en las tiendas no me quedaba,me sentía mal conmigo misma y con las miradas que me lanzaban los demás,sentía que tenía miles de ojos mirándome con desaprobación,era algo que me perseguía a cualquier parte.Esa sensación de que todos te juzgan,el tener miedo de mostrar mi panza o usar ropa apretada para que nadie notará mi cuerpo,era horrible,pero había aprendió a superar esas etapas,no había sido fácil,pero nada que de verdad vale la pena lo es.

Algunas de mis inseguridades ya no existían, pero aún habían algunas que seguían en pie,voces que me susurraban al oído lo mal que estaba o sentir esos ojos juzgandome.Queria sentirme libre de todo ese peso,y sabía que no podía hacerlo si seguía culpandome a mi misma por todo lo que pasaba,aún recuerdo las crueles palabras de las personas por mi sobrepeso y es que al parecer ellos creen que a mi me gusta ser gordita,ellos creen que diciéndome esas cosas feas ya basta para que quiera ser delgada,pero es mucho más difícil de lo que ellos creen y a menos que se pusieran en mi piel lo entenderían.

Salí de la ducha y tome ropa del armario,me cambié sin dejar de pensar en todo lo que estaba pasando,todos lo que había cambiado estos días con Thiago.