La Hija Del Capo Mayor.

...Narra Paola...

Mientras dormía fui despertada por un ligero ruido que venía de mi habitación. Poco a poco fui abriendo los ojos.

Al ver el techo de color gris e ir bajando por las paredes oscuras, rápidamente, me di cuenta de que no estaba en mi pequeño cuarto.

A diferencia del color neutro de esta recámara. Mi cuarto tenía techo y paredes de color blancas. Como cualquier cuarto pequeño.

Los cuadros que adornan las paredes, eran piezas únicas. Obras de arte que valían miles de dólares. No era cualquier recámara.

Enderecé mi espalda, observando a todos lados. No podía distinguir muy bien todo lo que había.

Las cortinas que cubrían las ventanas evitaban que los rayos de luz entraran al interior.

Solo las pequeñas lámparas lograban iluminar algunas partes de la enorme habitación.

______ Ya despertaste... ____ Al escuchar la voz de Maximiliano, casi salto de la cama de susto.

______ ¿Cómo llegue a tu habitación? ____ Fue lo primero que pregunte.

______ ¿No lo recuerdas? Te levantaste de la cama y viniste a buscarme. ____ Contestó Maxililiano.

_____ Imposible... Nunca he caminado sonámbula.

Quité la sábana que cubre mi cuerpo y bajé de la cama.

_______ Eso dices tú... Los que tienen trastorno del sueño no lo recuerdan. ____ Maximiliano estaba jugando conmigo.

Me acerqué a las ventanas, recorriendo las cortinas. Rápidamente, la luz de un nuevo día entró a la recámara.

Permitiendo que pudiera distinguir todo con más claridad.

______ Tu recámara es muy linda. ____ Me acerqué a él, enredando mis manos en su cuello.

______ De ahora en adelante será también la tuya. ___ Me carga entre sus brazos, besando mis labios.

El beso fue demasiado intenso. Me llevó a la cama y me hizo suya. Me estoy volviendo adicta a ser suya, me lo hace de una manera que me encanta.

Después del desayuno en la cama, Maximiliano se cambio y se fue. Dijo que tenia mucho trabajo.

Me di un baño y me vestí con uno de sus horribles vestidos que me compro. Había pensado en comprar nuevos y donar toda esta ropa a la caridad.

Baje al comedor, después de arreglarme. La señora Camila pidió que fuera almorzar con ella.

Después de que mi madre se mudará de esta casa. El ambiente se siente diferente con más paz.

______ Buenos días, Pao.

______ Toma asiento. ____ La señora Camila, señaló la silla a su lado.

Antes de tomar asiento, salude a la señora Camila de beso en la mejilla. Estaba tan feliz. Gracias a sus consejos, puedo decir que mi corazón y mente se han puesto de acuerdo.

______ Se te nota la felicidad en la mirada.

______ Una empleada me contó que mi hijo durmió aquí.

______ Era algo que no pasaba desde hace muchos años. Maximiliano solo venía de visita y se iba. Nunca se quedó a dormir.

______ Todos estos años me he sentido tan sola en esta gran mansión. Mi esposo siempre viaja y muy pocas veces lo veo.

Coloqué mi mano encima de la mano de Camila. Podía imaginar lo que siente. Ese mismo sentimiento ya lo he experimentado yo misma durante toda mi vida.

La mayor parte de mi vida he sentido la ausencia de mis padres. Aunque viva en un palacio, siempre me había sentido sola.

______ Ya no estarás más sola. Estaré aquí acompañandote. ____ Dije.

_______ Gracias, por tus palabras, querida.

_______ No soy tonta. Maximiliano querrá irse de aquí en cuanto se casen. No me gusta vivir bajo el mismo techo que sus padres.

Camila aleja su mano de la mía. Toma los cubiertos para comenzar a comer.

______ Creo que tiene razón.

________ Vendré a visitar diario. ___ Agregue.

______ Eso espero. Además, creo que ya es tiempo de que comiencen a buscar mi primer nieto. ____ Comentó Camila.

Haciendo que mis mejillas se pusieran rojas.

______ Espero que pronto le demos esa noticia. ___ Conteste.

Después del almuerzo, recibí un mensaje de mi madre. Ambas quedamos con vernos e ir a una tienda de ropa.

Después de muchos días, por fin, mi padre nos depositó una gran cantidad de dinero. Así que no iba a depender más del dinero de la familia Ferrechez.

Le informé a Maximiliano que iría con mi madre a un centro comercial. Eso sí, nunca le dije que cambiaría de ropa.

Sé que si lo hago es capaz de ir hasta donde estamos e impedir que lo haga. Maximiliano es un hombre muy celoso, algo posesivo para mi gusto.

Subí a una de las camionetas, pronto fui seguida por varios hombres de Maximiliano. Al llegar al centro comercial, mi madre ya me esperaba en la entrada.

El chofer abre la puerta de la camioneta. Al bajar, mi madre se acerca a mí.

_____ Hola, cariño...

Me saluda de beso en la mejilla.

______ Hola, mamá. Esperaba verte más demacrada. __ Comente, al ver a mi madre luciendo espectacular.

______ Lo estaría si no hubiera recibido una excelente noticia de México.

_____ Mmm... ___ Hice un ligero sonido con mis labios.

______ A tu padre y a la zorra de su amante les salió el tiro por la culata.

_______ El niño que tanto esperaban, nació siendo niña.

La expresión en mi rostro no cambio en nada. Me daba exactamente igual lo que nació siendo mi hermana. Ella igual que yo, va a recorrer el mismo camino que yo recorrí.

______ Parece que no te da gusto saber que sigues siendo la única primogénita de tu padre. El poder de la organización sigue estando en tus manos.

_____ Cuantas veces te he dicho que yo no quiero nada de esto. Hubiera preferido mil veces nacer en la pobreza y tener un trabajo como cualquier otro. ____ Dije.

_____ ¡Tú y tus estupideces!

_____ Dime entonces, ¿no tendrás hijos? Su destino como el tuyo ya está marcado.

Las palabras de mi madre me dejaron pensando muy seriamente. No había pensado en eso.

Ella tenía razón. Los hijos que tenga con Maximiliano también vivirán el mismo destino que yo.

______ El día en que tengas que defender a los tuyos con uñas y dientes. Sabrás lo que es tener poder. Querida hija.

Mi madre acaricia mi mejilla. Era la primera vez que lo hacía de una manera dulce y sincera.