El Duque Frío Y La Marquesa Reencarnada

Kael junto con Joseph pelean con los mercenarios los centinelas del ducado del este son muy buenos y acaban con muchos en un instante.

Joseph camina lentamente hasta el traidor y el sir, de un momento a otro salen de su trance y ven al gran lobo blanco en lo alto del castillo.

Ven a otro lobo negro en el campo de batalla y saben que es Kael y frente a ellos viene un lobo color café

Es Joseph, se arrodillan pidiendo piedad Pero no son escuchados, Joseph voltea a ver a Edward para que le indique que hacer.

-**Te ordenó que los mates**

-**Si majestad, como ordene el Rey**

Con sus garras y colmillos pone fin a esos dos, llevando sus cuerpos hasta la presencia de Edward, quien aullá para que Karl regrese, todo ha terminado, los centinelas y la Duquesa se encargarán del resto.

-**Bien hecho los dos, gracias**

-**De nada majestad** -Le dice Kael, que solo ve como se abre la puerta, era Isabel que salía corriendo a abrazarlo-

-Eso fue genial, eres hermoso

-*"Que haces, ve adentro no es seguro aún*

-Tu vas a protegerme.

-**Siempre**

Karl hace que Isabel suba a su lomo y se van, Joseph se transforma y se da cuenta que ellos pueden comunicarse.

-Estas bien?

-Mi amor, si estoy bien?

-Se que todo esto te trae recuerdos.

-Karime, junto a ti todo se me olvida, ahora lo que quiero es estar a tu lado.

-Vamos debemos cambiarnos, esto no va a suspender la boda de hoy.

-Eso si.

Ambos entran y se alistan, todo dentro de la ciudad y el palacio sigue como si nada, Solo la Duquesa y el duque Andrew se encargarán de todo el alboroto fuera del palacio.

Isabel llega con Kael a su palacio, ahí ambos van a alistarse.

Lisa también está ya preparada, sus padres la ven salir del cuarto.

-Te ves hermosa

-Gracias padre.

El le da su brazo para bajar y subir al carruaje, Edward ya había salido con Diana y Luciel, en el templo todos los nobles están presentes, los cuatro ducados, no les dé alto rango de Terán, nobles de otros reinos, Edward está con sus padres adoptivos que ocupan el lugar de sus padres, él insistió en qué ocuparán el lugar pues ellos lo criaron sin distinción alguna.

Lisa entra del brazo de su padre, al pie del altar solo ven a Edward esperar con una gran sonrisa.

-Niño, cuidala.

-Si señor, con mi vida.

Le contesta Edward, Dunkan solo ve como aquel hombre frente a él ve con amor a su hija, aquel niño que llegaba de brazos de una mujer de cabellera negra, ahora será el Rey de Terán, su hija que fue un regalo de los dioses, todo esto es su destino.

Aina solo le toma la mano a Dunkan para tomar su lugar.

-Vamos!

-Si, es solo que...

-Ahora vas a llorar tu, ella está feliz, es lo importante.

-Si lo se, aún así es difícil.

Aina solo lo consuela pues sabe lo importante que es Lisa para Dunkan, en el lugar de los duques está Isabel con Kael, los padres de él.

-Donde está tu hermana va a comenzar.

-No vendrá.

-Por que?

-No quiere que la vean no aquí ni en la fiesta, desde que llego han llegado cartas de invitaciones a comer, ella no quiere **Más bien no puede**

-Pero si es muy hermosa, a lo mejor le gusta otra persona.

-Tal vez

La ceremonia comienza y todos guardaron silencio, ahí mismo será la coronación así que se pone en el altar las sillas para que Edward y Lisa tomen asiento, todos se sorprenden al ver a la sacerdotisa darle la corona a Joseph, quien la toma y va frente a ellos.

-Yo Joseph duque del Oeste, por gracia de Dios y de su pueblo, juro lealtad a mi único Rey, Edward de Teran, que está corona sea símbolo de rectitud y lealtad hacia el pueblo -Pone la corona en su cabeza-

Joseph toma la otra corona y se la da a Edward, Lisa se pone de pie y se para frente a él, hace reverencia sin bajar la mirada, está vez Lisa no se arrodilla, pues es una princesa, Edward pone la corona en su cabeza.

-Ella es la princesa Lisa de Thaslis, mi esposa y mi reina, por gracia de Dios y de su pueblo, juntos seremos cada día mejor, prometo serle fiel y siempre estar a su lado.

Joseph les da sus espadas dónde Edward deposita una muestra de su sangre y la sacerdotisa sella la piedra en la espalda.

-Estos son los reyes de Terán, quienes tienen la misión de ser leales al pueblo, trabajar por el bien del reino

La sacerdotisa se arrodilla ante ellos, al igual que sus cuatro duques, al salir su carruaje ya los espera y van al palacio, dónde la comida será en el jardín y el baile en el salón.

-Duque, llegó tarde la ceremonia ya terminó.

-No me dejaban pasar por un problema en el camino real, creo que hubo problemas con mercenarios, pero ya llegué, mi hermano me mandó en su representación a último momento, además no me gustan las ceremonias.

-Duque debe comportarse, representa al reino de Juxan, sea educado.

-No me regañes, lo soy.

-No hagas nada que moleste a Terán, dios controla también tú sangre, el incidente de hace un año no se me olvida.

-A mí tampoco, no hay noticias, esa mujer desapareció deben encontrarla, al menos sirvió de algo, pude romper un compromiso.

-No seas descarado, la señorita mina estaba muy afectada.

-No me gustan las mujeres lloronas y empalagosas, en cambio, ella...

-Hay cállate...solo no quiero sorpresas, los bastardos no son bien vistos.

-Bueno me voy haré mi entrada triunfal, un hijo mío jamás será un bastardo, si te soy sincero sería feliz de saber que tengo uno, ya me case de que digan que soy estéril, mi pareja debe de ser una mujer con magia o no podré concebir, Pero eso nadie lo sabe, así que encuentren a esa mujer.

-Si claro, ni tu sabes cómo es y quieres que la encuentre.

-Es hermosa y rubia

-He? Dios, y vete.

El duque Archer de Thoren, príncipe de Juxan, es presentado ante los reyes, todos los presentes se sorprenden al verlo, pues entre ambos reinos casi no hay tratados políticos ni comerciales.

Su mirada se posa en una mujer elegante y muy guapa, que está junto a un caballero que al igual que él es un alfa, cabello negro y ojos rojos, los más puros de la línea de lobos.

Gracias por leer, le dejo mi agradecimiento a está página que recomienda mis novelas, muchas gracias