Samira, una joven y apasionada estudiante de literatura, nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente en un instante. Un viaje a las Vegas y una traición amorosa, la lleva a casarse con Frederick, un poderoso abogado y jefe de la mafia, conocido por su frialdad y determinación.
Al principio, Samira se resiste a aceptar su nueva realidad, pero a medida que conoce a Frederick, descubre un lado oculto de él que la hace cuestionar todo. A pesar de los peligros que conlleva estar cerca de él, Samira comienza a sentir una atracción irresistible hacia Frederick.
Sin embargo, su amor no será fácil. Terceros en discordia, incluyendo rivales de la mafia y personas del pasado de Frederick, intentarán separarlos por todos los medios. ¿Podrá Samira superar sus miedos y confiar en Frederick lo suficiente como para estar juntos? ¿O la oscuridad que rodea su mundo los separará para siempre?
NovelToon tiene autorización de Vanesa Casarino para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Cap 4 - Está aquí, vino por mí
Samira …
Me levanto como todas las mañanas, me preparo para ir a la universidad y luego bajo a desayunar
Al llegar al comedor ya se encontraban toda mí familia sentada en la mesa desayunando
— Buenos días — digo al llegar y sentándome en la mesa
— Buenos días hija — dicen mís padres
— Buenos días hermana — dicen mis hermanos
— Sami, iré contigo hoy a la universidad — me dice mí hermana Aline
— Bueno Ali — le respondo mientras comienzo a desayunar
— Me voy, debo hacer algo antes de ir a la universidad, nos vemos luego — dice mí hermano Simón levantándose y saliendo de la casa
— ¿Ustedes saben que le pasa a su hermano? Desde que llegaron de las Vegas que lo noto raro — pregunta mí madre
— No, no se que le puede pasar — le digo sin mirarla, ya que no me gusta mentirle a mí madre
— Sami yo ya estoy — dice mí hermana sacándome de la incomodidad
— Bien, vamos, yo ya no desayuno más — digo levantándome de la mesa — Adiós familia — le digo a mis padres y hermanos
Una vez que salimos de la casa, subimos al auto y nos vamos a buscar a las chicas y 15 minutos después ya estamos en el colegio
— Allá están mis amigas, nos vemos luego hermana, gracias por traerme — me dice Aline
— Adiós Ali, te veo luego — le respondo a su saludo
Con las chicas comenzamos a caminar hasta la entrada de la universidad, cuando de repente se nos acercan mí hermano, con Ian y Santino
— Camil, no entres al colegio, vamos al registro civil, ya hablé con un conocido que trabaja ahí y nos están esperando — le dice Simón
Camil no respondió nada, solo asintió con la cabeza sin poner objeción
— Yo voy contigo Camil, no te dejaré sola — le dice Julieta
— Lo siento chicas, hoy tengo un examen importante, no puedo faltar — les digo a Camil y Julieta
— Vamos, solo nos tomara media hora y volvemos, no perderán el día del colegio — les dice mí hermano y se van para su auto
Yo me quedé observandolos hasta que se subieron al auto y se fueron. Al girarme Ian ya no estaba junto a mí, por el contrario estaba alejado de mí, con la misma chica con la que lo había visto el día anterior
Ya me estaba cansando de esta situación, me hacía sentir sucia e impura, sentía ese rechazo que él tenía hacía mí desde que pasó lo de las Vegas, no entendía lo que le pasaba y porqué se comportaba de esa forma, pero yo no seguiría ilusionandome y perdiendo mí tiempo, con alguien que me rechazaba injustamente
Si enamorarme de él fue muy fácil, desenamorarme iba a ser lo mismo, ya que me di cuenta que si me condenaba tan fácil por un error que no cometí conscientemente, entonces no merece mí amor
Decidí no darle más importancia al asunto y entrar a la universidad, ya que hoy tenía una mañana complicada con exámenes
A media mañana nos avisan que el último profesor no venía y que nos podíamos retirar antes
Por lo que le mando un mensaje a las chicas avisándole que me iba y que no estaría cuando salieran al mediodía
Salgo del colegio distraída buscando las llaves del auto en mí mochila, cuando de pronto siento que me cubren la boca con un pañuelo y termino perdiendo el conocimiento.
Al despertar me siento de golpe de dónde me encontraba acostada cuando mí piel se eriza al sentir lo que el hombre que estaba junto a mí dijo
— Hola mí bella esposa, al fin despiertas — al sentirlo lo miro asustada y si, era el mismo hombre con el que desperté esa mañana en las Vegas, lo recuerdo bien
Me levanto de prisa del sofá preguntando por qué estaba él aca y porque me había traído y escuchar su respuesta me hizo asustar aún más
Le quitó el certificado de matrimonio y comienzo a leerlo, en el aclaraba fecha y hora del casamiento, el lugar en donde nos casamos y nuestros nombres
“Frederick Ruso” — con que así se llama, pienso para mí misma
Enseguida le exigí el divorcio y se negó, solo con decirme que había venido hasta Argentina para llevarme de regreso como su esposa y que él divorcio no estaba en sus planes, me hizo entrar en pánico, debía salir urgentemente de ahí
¿Qué rayos le pasaba? Ni siquiera nos conocíamos el uno al otro, el casamiento fue un error de un una noche de borrachera, yo ya tenía mis planes de vida, y eso era terminar la carrera de literatura y administración de empresa para poder hacerme cargo de la editorial de mí madre
No estaba en mis planes por ahora casarme y mucho menos con un desconocido
Si, muchas veces soñé con casarme cuando ya terminara mis estudios y ya estuviera ejerciendo mí profesión en la editorial, pero en ese sueño estaba Ian, pensaba que algún día terminaríamos juntos y nos casariamos
Pero ese sueño se fue por la borda con las actitudes que ha estado teniendo Ian conmigo últimamente, ese terminó siendo otro idiota del que me voy a olvidar
Me giro para salir del lugar en donde me tenía, que a simple vista parecía un penthouse como el que tienen mis padres, pero este era aún más lujoso
Cuando de repente me toma de los brazos y me acorrala contra la pared, haciéndome poner aún más nerviosa de lo que ya estaba
Mí corazón comenzó a latir con rapidez, al sentir su respiración en mí cuello y acariciar mí cuerpo, y cuando me beso sentí una corriente, recorrer todo mí cuerpo que me hizo asustar
No podía caer ante él, yo era más fuerte y no me dejaría derrotar tan fácilmente, por lo que le di un rodillazo en su entrepierna y cuando logré que me soltara, salí corriendo de ese lugar.
Al salir había varios hombres custodiando la puerta, pero yo solo corrí lo más rápido que pude alejándome de ese lugar cuánto antes
Mí corazón aún seguía latiendo con rapidez, la adrenalina que sentía en ese momento era increíble, tanto que parecía que se me iba a detener en cualquier momento
Al salir del edificio, tomo un taxi de nuevo para la universidad donde había quedado mí auto, ni siquiera pensé en el tiempo que había transcurrido desde que me secuestraron, hasta que logré salir de ahí, que ya al llegar estaban todos los alumnos saliendo del colegio
Al mirar la hora me doy cuenta que ya es mediodía, las chicas al verme se sorprendieron y corrieron hasta a mí
— ¿Sami qué pasó? Pensé que habías dicho que te ibas temprano por qué había faltado el profesor — me dice Julieta
— ¿Qué te sucede? Estás temblando — me dice Camil tocándome el brazo y la verdad no me había dado cuenta que estaba temblando aún por lo que había pasado
No les respondí, simplemente me lancé a sus brazos, la abracé con fuerza y comencé a llorar por el miedo que tenía y por lo que no había llorado antes
— ¿Qué sucede amiga? ¿Por qué estás así? — me pregunta preocupada Camil
Justo en ese momento se acerca mí hermano Simón que desde lejos me había visto llorar
— Sami ¿qué te sucede? ¿Por qué lloras princesa? ¿Es por Ian, porque está con esa chica? No le des importancia, yo ya le dije que si seguía actuando de esa forma, que después no se lamente — me dice mí hermano tomándome de los hombros y secando mis lágrimas
— No, no es por eso, yo… — justo cuando estaba por contarle a mí hermano lo que me había pasado, veo a lo lejos llegar un auto con varios hombres dentro y eso me hizo asustar aún más, sabía que eran hombres enviados por él y debía irme ya — Yo… no te preocupes, estoy bien hermano, luego hablamos, vamos chicas — le digo a mí hermano y luego a las chicas para irnos de ahí
Sin esperar respuesta, le doy las llaves a Camil para que manejara ella, ya que me encontraba muy nerviosa y nos fuimos de ese lugar
— ¿Sami, me dirás que es lo que te está pasando? — me pregunta Camil mientras conduce
— Vamos para tu casa Camil, allí les contaré todo — le digo sin darle más detalles.
Camil no pregunto más nada y solo se dedicó a conducir
Unos minutos después ya estábamos en la casa de ella, las tres entramos y nos sentamos en la sala a conversar
Estábamos solas, ya que sus padres trabajan y ella es hija única, por lo que no tiene hermanos
— Bien, ahora sí, dinos que está pasando — dice Camil sentándose junto a mí
— Ese hombre está aquí, vino por mí, estoy muy asustada — les digo con muchos nervios
— ¿De que hombre nos estás hablando? Se más específica — me dice ella confundida
— Con el que me casé en las Vegas, está aquí, vino por mí, se negó a darme el divorcio, dijo que yo soy su mujer, que solo soy de él y que no piensa darme el divorcio, que él me quiere a mí — les cuento lo que me dijo ese lunático —. Chicas tengo mucho miedo
— Denuncialo Sami, él no puede obligarte a nada, ademas como sabes que es él? — dice ahora Julieta
— No puedo denunciarlo, se ve que es una persona muy poderosa, cuando salí corriendo afuera del lugar en donde me tenía, había muchos hombres custodiando la puerta. Una persona común y corriente no tendría tanta seguridad. Además me tiene vigilada, afuera del colegio había un auto con varios hombres dentro, estoy segura que él los mando — les digo yo
— Espera espera, ¿como sabes que ese auto estaba ahí por ti? — pregunta Camil y yo me levanto y me voy hacia la ventana, si ese auto estaba fuera del colegio por mí, entonces debería estar aquí afuera
Al correr un poco la cortina, ahí pude ver el mismo auto estacionado en frente de la casa de Camil
— Mira Camil, es el auto que estaba afuera del colegio, ahora está frente a tu casa, ¿Ves que si me mandó a seguir? — les digo yo y ellas se acercan a mirar también por la ventana
— Sami, ¿Cómo sabes que es el mismo hombre de las Vegas? — me vuelve a preguntar Julieta
— Porque lo reconocí Juli, aparte de que me mostró el certificado matrimonial, donde consta que estamos casados legalmente — le digo yo
— ¿Qué? ¿Viste el certificado? ¿Cómo se llama? Dime así lo buscamos para ver quién es — me dice Camil
— Se llama Frederick Ruso — les digo yo
Las tres volvimos a los sofás y comenzamos a buscar en internet, quien era Frederick Ruso.