Un Amor En Nueva York

Henry

El partido de rugby por fin había terminado, esta noche Morgan no había llegado a verme jugar. Me hubiera gustado verla animarme, mis padres estaban aquí, pude verlos sentados en las gradas.

Ellos se encontraban emocionados, lleve al equipo a las nacionales, pronto nos iríamos a nueva York en donde sería el próximo partido el cual sería mucho más difícil que esté.

Fui a las regaderas para darme una ducha rápida, después de cambiarme por fin encendi el móvil.

Miles de mensajes invadieron mi bandeja.

Pero el más importante era aquel cuyo remitente en letras rojas y corazones me decía que hoy no podría venir a apoyarme porque habían asistido a la presentación de la escuela de arte y música.

Estaba por llamarle cuando fui interrumpido.

—hijo, sabía que serías grande. Yo llevé el equipo a las nacionales mientras estuve en esta misma escuela. Me has superado.

Mi padre me abraza fuertemente.

—gracias papá, pero hay algo que debemos hablar y necesito que tanto mamá como tú estén presentes.

—nosotros también tenemos que hablar.

—en ese caso porque no salimos de los vestidores y alcanzamos a mamá.

Mi padre asintió y me acompaño a la salida en donde ya nos esperaba mi madre la cual no estaba sola, junto a ella se encontraba una chica a la cual jamás había visto.

—hola mamá

la salude y la abrace fuertemente.

—tanto tiempo sin verlos, los extraño tanto.

—henry querido, estuviste excelente en tu partido. Mi amor ¿papá ya te contó por qué estamos aquí?

—vinieron a verme jugar si no me equivoco.

—si y no cariño

Mi madre tomo a la chica rubia de la mano y la puso frente a mí.

—cariño ella es Amelia Hudson

—hola, salude a la chica como lo haría cualquier persona.

Mis padres me veían con una mirada muy rara, yo conocía muy bien esa mirada. Ellos querían decirme algo. al final fue mi madre la que hablo primero.

—hijo Amelia es una de las hijas de mi mejor amiga, vienen de la mejor familia de galés. Te la presento porque Amelia será tu novia de hoy en adelante.

En el momento en que mis padres me dicen esa noticia, siento miles de emociones invadirme. Mi sangre hierve del coraje y siento que ya he llegado a mi límite. Tomo a mi madre de la muñeca y la alejo un poco de donde estamos para hablar a solas.

— mamá no aceptare que me quieran imponer a esta chica como novia.

—pero...¿por qué hijo? Amelia es muy linda además si en el futuro llegan a casarse podremos beneficiarnos con su matrimonio.

—¡están fuera de sí!, al menos analizan algo de lo que dicen. mama no necesito una novia porque yo ya tengo una.

—¿ahhh si? ¿Y por qué no la veo aquí cariño?

—ella no pudo venir hoy porque tuvo una actividad. Pero prometo que si mañana están disponibles la conocerán. Morgan es muy linda e inteligente, es la mejor en todo el mundo y además estoy enamorado de ella.

Mis padres estaban callados ninguno decía nada, Amelia tenía el rostro un tanto avergonzado. Y podía entenderla, mis padres la habían traído desde galés solo para humillarla.

Después de un rato mi madre me miró y me habló con firmeza.

—Henry Rodwan Bradford, hablaremos mañana sobre el asunto, no eres más que un insolente, mira que hablarnos a tu padre y a mí de esa manera eso es injustificable, tú nunca nos habías llevado la contraria.

—me temo qué deberán acostumbrarse, ¿que les pasa?, ¿es que acaso han perdido la cabeza?

—¡henry! Ya basta como puedes hablar de esa manera. responde mi padre con enojo.

—les hablo así porque los padres normales vendrían y felicitarian a su hijo por haber ganado su partido de rugby, en cambio, ustedes le traen una chica y le dicen sin más que ella será su novia a partir de ahora. Tengo 18 y déjenme decirles que a partir de este momento tomaré mis propias decisiones incluyendo el elegir quien será mi novia.

— perfecto si eso es lo que quieres, mañana nos veremos en el hotel en el que nos hospedamos para hablar del asunto, los choferes pasarán por ti y tu hermana.

—bien, ellos insisten en llevarme al instituto. El partido había sido en un estadio un poco retirado de la escuela. Sin embargo, yo me niego rotundamente a ir con ellos y esa chica. Pido un Uber y le doy indicaciones para llegar al instituto.

Una vez en el instituto, mi móvil suena. Lo contesto rápidamente sin ver al remitente.

— necesito que vengas por mí, no encuentro a Morgan por ningún lado, ella estaba aquí conmigo, pero la vi mal. Estoy en el auditorio St. James por favor ayúdame a encontrarla.

Sin pensarlo dos veces tomo otro taxi y salgo rápidamente hacia donde Victoria me indicó.

Llegó al auditorio y empiezo a buscar por todas partes a Morgan. El otoño está empezando aquí en Londres y por las noches la temperatura suele ser fría.

No lejos de la salida del auditorio me detengo solo para escuchar algo que no debí escuchar y mucho menos ver.

veo a Morgan parada viendo hacia la deriva. Luce tan hermosa, sus labios rosas y sus mejillas sonrojadas por el frío me hacen querer acercarme a ella y abrazarla.

Estuve a punto de llamarla cuando veo a Kylie acercarse y cubrirla con su abrigo. Mi sangre hierve por dentro una parte de mi me dice que debería ir y golpearlo por acercarse a Morgan. Sin embargo, mis pies no se mueven del lugar en donde estoy parado, silenciosamente me acerco a unos arbustos y me oculto. Quiero ver hasta donde es capaz de llegar este imbécil.

Escucho cada una de las palabras que dice y al final veo como besa a mi novia. En ese momento siento como mi corazón se destruye en mil pedazos. porque veo a Morgan corresponderle, no espere nunca que ella fuera así.

Cuando estoy apunto de salir de mi escondite y romperle la cara a ese imbécil, siento una mano en mi hombro, volteo a ver y veo a victoria.

—no hagas una estupidez, confía en mí. Morgan no es como las demás, ella jamás rompería tu corazón hermanito.

—yo asiento con la cabeza y ahora los dos nos quedamos mirando hacia la pareja que discute a un lado de la calle.

La escucho decirle a Kylie que ha llegado muy tarde y que ahora está conmigo. En ese momento mi corazón se reconforta. Aunque si me duele escuchar que ella no está enamorada de mi, aún así no me siento acabado. todavía tengo la oportunidad de pelear por su corazón.

ese imbécil no se da por vencido. Detiene a mi novia y le pregunta si es feliz conmigo.

Estaba convencido de que ella diría que si, pero se quedó callada. Le devolvió su saco a Kylie y le pidió no seguirla.

La veo irse caminando y cuando cálculo que ella está lo suficientemente lejos le empiezo a llamar.

Ella no responde, seguramente piensa que el que la ha de estar llamando es Kylie. Trato de alcanzarla y al final cuando está no muy lejos de mí la llamo.

—¡Morgan detente!

ella se detiene y voltea, me mira a los ojos. Se avienta a mis brazos, quiero alejarla,porque no me siento bien, está ha sido la peor noche de mi vida, pero me es imposible alejarla. Sé que ella entiende que eso que hizo estuvo mal o sino no abrazaría con tanta fuerza.

Quiero decirle miles de cosas que traigo en la cabeza, pero sé que si lo hago lo terminaré echándolo a perder y no quiero regarla con ella. La amo y no quiero ser otro imbécil de mierda en su vida.

Espero un momento para saber si ella me lo dirá. Pero la veo quedarse callada. Supongo que a veces es mejor ocultar algunas cosas que sabemos que nos harán daño.

Se puede decir que así fue como ella terminó este capítulo de su vida con Kylie.

La tomo de la mano y sin que ninguno diga nada caminamos juntos en medio de la noche.