Calamidad no creía en fuerzas que manejen su existencia hasta que murió y fue seleccionada para ser la causante de todas las desgracias. En su nueva vida descubre que su muerte no fue un accidente, si no un asesinato planeado por su esposo y su amante hacia su persona. Siente sed de venganza y su nueva misión con sus nuevas habilidades decide que los descendientes de esa familia paguen, sin saber que el destino se cruzara en su caminó, como un simple mortal al igual que ella y las diferentes fuerzas estaran en conflicto por su unión.
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22- La mala suerte le persigue
(*Calamidad)
Salí de esa inmobiliaria sin firmar nada, jamás aceptaría eso, que me impusieron un valor por el susodicho de que es considerada una casa de valor antiguo, parte de la historia de la ciudad y que me comprometía como nueva adquisidora ser la responsable de mantenerla y cuidarla en su estado original y que cualquier desconocido podía pasar a verla, hasta alquilar una habitación.
"NI LOCA"
"LO SIENTO, PERO NO ME COMPROMETO, NO TOMO ESA RESPONSABILIDAD, ME GUSTA MI VIDA PERSONAL Y PRIVADA", Exprese enérgica.
"SI ME INFORMABAN DE DICHAS CLAUSULAS JAMAS PENSARÍA EN COMPRARLA", Concluí despidiendome.
"Mejor busco otra casa"
"Alguien estará complacido en vender sin poner clausulas ni nada parecido"
Me dirigí a un parque cercano a tomar aire, me senté en un banco a reflexionar sobre todo.
"Tan ciega estaba"
"Tenía cuernos peor que un alce"
"Con una fingía tener una familia"
"A otra la usaba de amante, siendo mi hermana menor"
"¿Que era yo en su vida?"
"La sirvienta que lo mantenía limpio y aseado para sus amantes"
"Tuve que morir y reencarnar para ver la realidad"
Me cacheteaba mentalmente y sentí como las lágrimas amenazaban en salir.
-Ten. Escucho la voz del señor Gon y veo que me pasa un pañuelo.
-Gracias. Le dije.
-No pudiste pagar la cuota... Te hechan. Me consulto.
-No... Yo... Quería comprar la casa... Pero me imponen ridículas clausulas... De qué porque la casa es considerada de valor antiguo y que se yo más... Ni loca pago esa suma por eso... Sin contar todos los requisitos. Le comentó secandome las lágrimas.
-¿Lloras por eso?... Puedes comprar otra. Me dice.
-Solo dejo salir la tensión que acumule estos días. Le respondo.
-Si... A las mujeres les funciona eso... A nosotros romper y golpear algunas cosas... Deberías ver mi departamento. Dijo, haciendo que sonría al imaginarlo destruir algo.
-No lo veo haciendo eso... Siempre es tan correcto. Le comentó.
-No lo creas. Me responde.
-¿Qué hace por aquí?. Le consulte.
-Antes venía con mi esposa a caminar descalzo sobre la hierba... Eso nos relajaba de un día tan pesado. Me comenta.
-No sabía que era casado...¿Dónde está ella? O ¿Qué pasó?... Si se puede saber. Le pregunto.
-Me case joven... En un impulso... Después nos dimos cuenta que no era facil la convivencia... En ese aspecto éramos distintos... Ella desordenada... Yo muy ordenado ... A ella le gustaban las juntas... Salidas... En cambio, yo disfrutaba más en casa... Y decidimos por el bien de ambos terminar... Fue todo muy civilizado... Sin discusión ni pelea... Cada uno por su lado... Y no hace mucho me enteré que se casa ... Encontró con quién es compatible... Eso de algún modo me molestó. Me cuenta.
-Soy de creer... Qué no necesariamente deben ser iguales... Para ser compatibles... Qué en lo distinto está lo interesante y divertido. Le respondo.
-Eso creía... Pero para ella no era así... Al parecer yo era el único interesado. Me cuenta.
-Siempre hay un roto para un descosido, es lo que suelen decir. Le comentó.
-¿Qué?. Me pregunta
-Que no debe preocuparse... Cuando menos lo crea... Aparecerá para su pareja. Le explicó.
En eso suena mi celular.
-Disculpe... Voy a atender. Le dije respondiendo la llamada.
📱SEÑORITA CALIDA... SOY GERMAN... QUISIERA REUNIRME CON USTED... SI NO ES INCONVENIENTE ... ASI HABLAMOS POR EL TEMA DE LA CASA. Lo escucho decir.
Oír su voz hizo estallar una bomba en mi interior, quería gritarle, reclamarle, miles de porque vinieron a mi mente, pero solo tome aire y respondí.
📱SEÑOR GERMAN... DEBIDO A LO QUE IMPUSIERON PARA QUIEN COMPRE LA CASA... NO QUIERO HACERLO. Le dije.
📱SOLO BRINDEME UN POCO DE SU TIEMPO... ESCUCHE MIS RAZONES... LUEGO ESTA EN USTED SI SIGUE EN ESA POSTURA O NO. Me dijo.
Suspiro pesado antes de responder.
📱DE ACUERDO... DONDE NOS VEMOS. Le respondí pensando llevarme al señor Gon para que sea mi cable a tierra, quien sea el objetivo en esto.
📱LE ENVIO POR MENSAJE LA UBICACIÓN. Me responde y corta.
-PUEDO PEDIRLE UN FAVOR. Le digo al señor Gon que estaba pisando el césped con la mirada lejana.
-Si ... Claro. Me responde.
-Me acompañas... Quiero alguien objetivo... El dueño de la casa me llamo... Para explicar las razones de las cláusulas ... Y no quiero que me convenza por lo emocional. Le cuento.
-Bien... Creí que me diría para que la lleve. Me responde.
-A...Je ...Je... Claro... Aparte de eso. Le digo al recordar que no tenía vehículo.
Cuando me llegó el mensaje le mostré al señor Gon que frunció el ceño al ver donde era.
-Es en el cementerio. Me comenta.
-Menos mal me acompañas... No sea cosa que me entierre viva por no comprar la casa. Le digo.
-Capaz lo haga... Y nos deje a los dos ahí... Al menos no estaremos solos. Bromea el señor Gon y me da escalofríos de solo imaginarlo.
Llegamos en el cementerio que era un enorme terreno cubierto de césped como un gran campo y enormes árboles altos bordeando ese espacio, se veían las pequeñas lapidas señalando cada tumba. Se contemplaba todo muy bien cuidado.
-Mira... Ahí se lo ve. Me indica el señor Gon, al visualizar a Germán.
Llegamos hasta donde se lo diviso, estacionamos el auto y nos dirigimos hacia él.
-Buenas. Lo saludamos en coro.
-Buenos días... Señor Gon... Señorita Calida. Saludo sorprendido al verme con el señor Gon.
-¿Por qué me cito aquí?. Le pregunté.
-Esta es la tumba de mi difunta esposa. Me cuenta señalando.
Nuevamente me veía ante mi propia tumba, me recorrió un escalofrío por la espalda, sin darme cuenta me había prendido por la mano del señor Gon como para no caer en ese momento por todas las emociones que me arremolinaban. Él no dijo nada, solo paso mi mano por su brazo para que me apoye.
-Como le decía... Las cláusulas las impuse... Porque esa casa perteneció a los abuelos de ella... Siempre dijo que tenía magia... Al referirse que sus abuelos fueron muy felices al construirla con sus propias manos... Así que la conservamos... En su estado original. Me contaba y recordé en ese momento, eso me había olvidado de algún modo, la verdad solo recordaba mi vida pasada desde que me case con él.
"Tenía siempre buena labia para conseguir lo que quería, solo que conmigo no funcionaría"
-Se entiende que sienta apego emocional... Pero si compro una casa me gustaría hacer con ella según mi voluntad... Y no ser como la guardia o guía de un museo que atienda a los visitantes y que puedan invadir mi privacidad. Le respondí, el señor Gon ahogo una sonrisa al escuchar el tono en que lo dije.
-Comprendo lo que dice... Si fuera por mi no la vendería nunca... Pero en estos tiempos me resulta difícil conservarla... Últimamente parecería que la mala suerte me persigue. Murmuró entre dientes.
" ¿La mala suerte lo persigue?"
"Lo merece por todo lo que hizo"
"Si planta m¥e®d∆, eso obtiene", pensé.
-Es una lástima... De todos modos... Le afirmó que no la compraré. Le dije sería.
-Y si saco lo de las visitas ... Aunque es un negocio rentable que la pueda usar de hospedaje. Me dice insistiendo, siempre usando el truco te doy la razón, pero es una sugerencia.
-Vivo con mis amigas... Y no tenemos la intención de entrar en ese rubro. Le cuento, sin dejarme doblegar.
-Si está todo dicho... Debemos regresar. Me dice el señor Gon al ver la hora.
-Gracias por su tiempo. Me dice Germán y solo le brindo una sonrisa cortes.
-Si no te conociera... Creería que están casados... Se oían como pareja discutiendo. Me dice el señor Gon al oído.
-Ja...Ja... Muy gracioso... Me gustan mayores pero no soy artritis. Le comentó y se mata de la risa por mi frase.
Llegamos al edificio de la firma y veo a Pablo esperando.
-Hola. Lo saludé y note como miro al señor Gon.
-¿Cómo le va?. Lo saludo pasándole la mano muy serio.
-Bien... Los dejo... Te espero mañana temprano... Así firmas el contrato. Me despide el señor Gon.
-De acuerdo. Le dije.
-¿Cómo estuvo tu día?. Le pregunté a Pablo que no saco la mirada del señor Gon hasta verlo desaparecer en el ascensor.
-Vamos a comer. Me dijo serio.
-Bien. Le respondí sintiendo que se venía un reproche.
Manejo serio en silencio, con la mano izquierda apoyado en la pera y la derecha aferrada al volante.
-¿Paso algo interesante?. Le pregunté.
-Estuvo muy ocupado... Se enfrentaron narcos... Asesinatos... Un desborde del rio revelo unos cuantos cadáveres en un galpón... Nos faltó personal para cubrir todo. Me describió serio.
-Si que tuviste un día ocupado. Le digo suspirando al lograr sacarle unas palabras.
-Y tu... ¿Qué me cuentas?. Me pregunta serio.
-Atendiendo unos casos que se nos presentaron. Le respondo.
-Me contaron que te vieron desayunando con él seño Gon... En el parque... Te pasaste paseando en su compañía. Me dice serio.
-Si... Me pidió que lo acompañe... Estábamos trabajando... Y hay que hacer una parada para cargar energía... Así soportar a los clientes. Le respondí como si nada.
Si él no se sincera conmigo respecto a lo que es y que puede saber todo, no voy hacer la que lo haga, le seguiré el juego.
- Si no te diste cuenta... Está interesado en ti. Me dijo serio.
-Claro... Si hablamos en el nivel profesional. Le respondo.
-Claro... El nivel profesional... Y si le das luz verde otros niveles quiere subir contigo. Me dice en un tono sarcástico.
-Lo tendré en cuenta... Aunque no lo creo... Veo lo directo que es con las mujeres... Lo heredó de su padre... Dice exacto lo que quiere. Le respondo, al recordar como se comportaba al ser su asistente.
Llegamos a un restaurante y me indico para sentarnos en el interior.
-Me gustaría sandwich triple de verduras. Le pedi al mozo.
-Para tomar. Me consulta.
-Un licuado de fresas. Le dije.
-A mi tráigame un bife con papas y gaseosa. Le dijo Pablo.
-Asi que lo tomarás en cuenta. Murmura entre dientes.
-¿Qué cosa?. Le pregunto a propósito se que le sigue dando vueltas al asunto con el señor Gon.
-De lo que te dije de tu jefecito. Me dice con un tono molesto.
-A si... Es como tener un caramelo en la cartera por si te da hambre y no tienes nada que comer. Le respondo solo para ver su reacción.
-A caso no te doy todo lo que necesitas. Me pregunta apretando los puños, por dentro estaba gritando, diciendo blasfemias.
"Si me gusta",
"Que tiene que ver eso con que solo hable o salga a trabajar con el señor Gon", pero solo suspiré y le sonreí cortes.
Afuera del restaurante se veía a unos hombres golpeándose con todo, mujeres estirándose las crines, en el restaurante gente discutiendo, parecía que todos estaban de mal humor, aunque yo sabía que era debido a mi humor que esas personas se veían afectadas.
Veo que Pablo miro de manera disimulada alrededor.
-¿Vamos a otro lado?. Me pregunta.
-Ya hicimos el pedido. Le respondo.
En eso se escucha un grito desde la cocina del mismo, vemos que una mecerá sale pálida y su delantal manchado de sangre.
-TRANQUILOS ... SOLO UN COCINERO SE CORTÓ LA MANO ... ESTÁ TODO BAJO CONTROL. Anuncio el dueño que estaba en la caja registradora.
-Vámonos. Me dice serio Pablo incorporándose y se dirigió a cancelar nuestro pedido.
Lo observo como hablo con el dueño del lugar y regreso indicándome para salir.
-¿Qué vamos a comer?... Tengo hambre. Le aclaró.
-Iremos a la casa de mis amigos ... Ellos siempre tienen algo. Me dice serio.
-Ok. Le respondo.
Mientras nos dirigíamos a la casa de sus amigos, veo que el tiempo se preparaba levantándose un viento fuerte.
-Esto no puede ser. Escucho que clama entre dientes.
-¿Qué cosa?. Le pregunto.
-No ves... El clima. Me señala con el dedo.
-A si... Anda muy cámbiate. Le respondo, y sonrió por dentro, sabía exactamente lo que significaba, se debía a mi estado anímico, era la responsable de las calamidades, y el señor a mi lado no se sincera conmigo, por lo que le seguiré el juego fingiendo ignorancia.
-Lamento lo de hace rato (Decía cerrando el puño alrededor del volante y apretando sus labios)... Me juegan en contra los celos. Concluye.
"Así que cree que al decir eso hará que se me pase el mal rato y que todo se calme"
"No era por lo que dijo, ni como lo dijo"
"Eso no era nada, no me molestaba"
"Era todo lo demás, lo que me enteré, lo cornuda que era y nunca dude de mi esposo en el pasado"