CORAZÓN BLINDADO

Había pasado varios minutos y aún continuaban en la misma posición, y sin ninguna señal de que el elevador volviera a funcionar. Alice pareciera estar calmada, pero solo estaba absorta de tos su alrededor, y esto el Castaño lo sabía.

De momento la linterna se apagó esto hizo que la chica templada en sus brazos. Había olvidado su cargador en el departamento su teléfono no recibía carga desde hace tres día. A pesar de que su hermana le prestó el suyo, fue solo por unos minutos.

Nuevamente intento tranquilizarla pero parecía que está vez era imposible, decías cosas incoherentes, por que Leandro volvió a tomar su rostro y con una vos firmé le hablo:

LEANDRO: Aquí estoy hermosa, escucha mi voz, siénteme, no me iré, nuca te dejaré, \= con ambos pulgares acarició sus mejillas mojadas debido a las lágrimas silenciosas. Alice sentía desfallecer por tan tierno gesto del hombre.

Leandro derretido por su vulnerabilidad empezó repartir besos por su rostro, logrando que el corazón de la chica se agite .

Una parte de él, sentía que nuevamente se estaba aprovechando de la situación, pero no podia controlar su impulsos. tocó sus labios con sutilidad; esto a través del tacto se abrieron un poco, el Castaño acercó su rostro y rozo sus labios con los de ella, una fuerte electricidad recorrió ambos cuerpos, a pesar de la oscuridad era de saberse que los dos se miraban profundamente deseando que sus boca se unieran, y esto no demoro mucho para que sucediera.

Aquel beso fue distinto a los anteriores este ambos lo disfrutaban en una calidez impresionante, era una conexión que no habían tenido antes, sus manos empezaron a tocar el cuerpo opuesto sintiendo que el calor escalaba más en ellos. El beso que empezó suave se estaba volviendo más demandante.

Los labios de la pelinegra eran tan dulces y carnosos que podía volverlo adicto, una mano sujetaba la nuca de la chica y la otra recorría su cuerpo, está bajo de su espalda hasta llegar a su trasero donde apretó esas nalgas redondas y duras que muchas veces observó.

Alice no se quedó atrás los fuertes brazos del alto castaño la estaba derritiendo al igual que esos labios tan expertos y sexuales que la volvían loca.

Después, de unos minutos ambos estaba en el suelo, Alice encima de Leandro disfrutando del beso y de sus caricias, ninguno de los dos supo; en que momento llegaron allí, pero, no sé detuvieron para averiguarlo solo siguieron disfrutando del increíble momento. Él castaño repartía besos en su cuello y ssu manodentro de su camisa explorando aquella suave piel blanca, unos jadeos soltó la pelinegra al sentir como el Castaño había desabotonado su camisa para tocar aquellas montañas que hace unos minutos atrás estaba a la vista. No le dio tiempo de reaccionar cuando se llevó una a su boca. Leandro no perdería ninguna oportunidad de hacer lo que había deseado en el primer momento que la vio así mojada. Sus pechos era perfectos con el tamaño correcto para su mano, sus pezones rosados se encontraba duros por su toque, sacando un sonido ronco de su pecho.

Los jadeos incrementaron, Alice sentía desfallecer su seno en la boca del castaño era tan erótico sentía su corta barba rozar su piel, lejos de sentirla extraño le encantaba la manera rústica rasposa y delicada a la vez.

ALICE: Mm~ Leandro. \= a escuchar esa boquita pronunciar su nombre en jadeos casi hizo colapsar a Leandro, estaba duro como una roca, el cuerpo de la chica encima hacía perder el juicio y deseaba comérsela completa allí mismo, No le importaba nada solo saciar ese fuego que se había encendido.

El fogoso momento fue interrumpido por el regreso de la electricidad, y el sonido del elevador moverse, ambos pudieron ver el estado en que se encontraba, habiendo un choque de pensamientos distintos.

Para Leandro era la mejor vista; la pelinegra se veía hermosa su labios rojos e hinchados al igual que sus pechos, que fueron cubiertos rápidamente. Alice se sentía confundida y totalmente extraña, no comprendía como habian llegado a esa situación, sus mejillas estaban roja y sentía sus ojos húmedos, así que se apartó rápido, recogio su bolsa que no sabía en que momento se calló.

Al ver su acción Leandro espabiló un poco y también se levantó. La chica intentaba abotonar su camisa pero los nervios impedía hacerlo.

LEANDRO: Alice esto..

Las puestas se abrieron y Alice salió muy deprisa evitando escuchar el Castaño.

LEANDRO: Alice!! Maldición Alice no huyas, No pretendas dejar las cosas así, y suponer que no sucedió nada.

ALICE: Exactamente no sucedió nada. \= Leandro al verla quebrada en llanto decidió callar.

La puerta la cerro en su cara dejándolo inmóvil por unos segundos quería retenerla y decirle lo que sentía y las inmensas ganas de tener más que besos y caricias, pero ella no lo aceptaría, sus miedos y traumas la tenían confundida y eso, lo llenaba de mucho coraje, apretó su mano hasta que los nodillos quedarán blanco para luego darle un fuerte golpe a la pared por la impotencia.

Sabía que era cuestión de tiempo para que volvieran a encontrarse, y a la mínima oportunidad no la dejaria escapar, de alguna manera habían encendido una llama en su interior que no se apagará así de fácil. Más allá del rencor y los traumas del pasado su destino estaba en sus manos. Sólo ellos podían rectificar algún cambio.