**"EL Eco Del Pasado"** es una novela de romance contemporáneo que sigue la historia de Dante y Emilia, dos almas marcadas por un oscuro pasado y un matrimonio forzado. A medida que enfrentan peligros, traiciones y fantasmas de su historia, descubren que el verdadero amor puede florecer incluso en los momentos más difíciles. Juntos, emprenden un viaje hacia la redención y la paz, buscando dejar atrás las sombras y construir una vida llena de esperanza y nuevos comienzos. Es una historia sobre la fuerza del amor para sanar, perdonar y renacer.
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Capítulo 22: Tejiendo el Engaño
El amanecer trajo consigo una calma engañosa que envolvía la mansión Moretti, pero Emilia y Dante no se dejaron seducir por la aparente tranquilidad. Ambos sabían que estaban caminando sobre terreno peligroso, y cualquier movimiento en falso podría costarles caro. Con la sospecha sobre Sofia en sus mentes, decidieron actuar con sigilo y astucia.
Emilia se levantó temprano, antes de que la mayoría de los empleados estuvieran activos. Se dirigió al ala de invitados donde Sofia se alojaba. La puerta estaba entreabierta, y desde el pasillo pudo escuchar la suave melodía de una música clásica. Sofia siempre había sido una joven reservada, casi tímida, pero Emilia no podía quitarse de la cabeza la posibilidad de que todo fuera una fachada.
Al llegar a la puerta, Emilia tocó suavemente. Sofia, sorprendida, apagó la música y se levantó para abrir.
"Tía Emilia," dijo con una sonrisa nerviosa, "no esperaba verte tan temprano."
"Buenos días, Sofia," respondió Emilia, esbozando una sonrisa tranquilizadora. "Solo quería ver cómo estabas. No hemos hablado mucho últimamente."
Sofia la invitó a pasar, claramente desconcertada por la visita inesperada. Su habitación estaba ordenada, decorada con un estilo sobrio que contrastaba con la opulencia del resto de la mansión. Emilia observó cada detalle, buscando alguna señal que pudiera delatar a la joven.
"Estoy bien," dijo Sofia, sentándose en una silla junto a la ventana. "He estado ocupada con mis estudios. La universidad es más exigente de lo que imaginé."
Emilia asintió, fingiendo interés. "Entiendo. Es importante que te enfoques en tus estudios. Pero recuerda que también es bueno desconectarse de vez en cuando. ¿Has estado saliendo, conociendo la ciudad?"
Sofia negó con la cabeza, sus ojos evitando el contacto visual. "No mucho. Prefiero quedarme aquí, es más tranquilo. Además, no conozco a mucha gente."
La conversación continuó de manera casual, pero Emilia no podía dejar de notar pequeños detalles que alimentaban sus sospechas. Sofia parecía nerviosa, como si estuviera constantemente midiendo sus palabras. Cada vez que Emilia hacía una pregunta personal, la joven respondía con vaguedad, desviando el tema hacia cosas más triviales.
Finalmente, Emilia se levantó, dándose cuenta de que no conseguiría más información en ese momento. "Bueno, no te molesto más. Solo quería asegurarme de que todo esté bien. Si necesitas algo, no dudes en decírmelo."
Sofia sonrió, aliviada. "Gracias, tía Emilia. Aprecio tu preocupación."
Emilia salió de la habitación con una sensación de inquietud. Sofia estaba ocultando algo, y aunque no tenía pruebas concretas, su instinto le decía que la joven era una pieza clave en el juego que Lorenzo e Isabella estaban jugando. Decidió reunirse con Dante en la biblioteca para discutir sus hallazgos.
Dante ya estaba allí, revisando algunos documentos cuando Emilia entró. Levantó la vista, notando la expresión preocupada en su rostro.
"¿Hablaste con Sofia?" preguntó, dejando los papeles a un lado.
"Sí, pero no conseguí mucho," respondió Emilia, sentándose frente a él. "Está nerviosa, eso es seguro. Pero no puedo determinar si es porque sabe algo o simplemente porque está asustada."
Dante se inclinó hacia adelante, su expresión grave. "Si Sofia está involucrada, no va a ser fácil desenmascararla. Tenemos que ser extremadamente cuidadosos. Si Lorenzo e Isabella se enteran de que sospechamos de ella, podrían adelantarse a nosotros."
"Lo sé," dijo Emilia, mordiéndose el labio inferior. "¿Qué tal si la seguimos? Si está en contacto con ellos, tarde o temprano tendrá que comunicarse de alguna manera."
Dante asintió lentamente, considerando la idea. "Podríamos hacer que Marcos la vigile discretamente. Es hábil y nadie sospecharía de él. Mientras tanto, nosotros debemos centrarnos en asegurarnos de que nuestras pruebas estén a salvo. Paolo mencionó que podríamos tener que mover algunos documentos fuera de la mansión para evitar cualquier riesgo."
Emilia asintió, dándose cuenta de lo mucho que dependían de mantener sus planes en secreto. "De acuerdo. Hablemos con Marcos. Si Sofia está en contacto con Lorenzo e Isabella, no tardará en cometer un error."
Decididos a actuar, Emilia y Dante buscaron a Marcos, quien estaba en la cocina conversando con Lucía. Ambos notaron la tensión en el aire cuando sus patrones entraron, y guardaron silencio, esperando instrucciones.
"Marcos, necesitamos tu ayuda," comenzó Dante, explicándole su plan para vigilar a Sofia. "No queremos que se dé cuenta de que la estamos siguiendo, así que tiene que ser discreto. No la pierdas de vista, pero asegúrate de que no sospeche nada."
Marcos asintió, entendiendo la gravedad de la situación. "Haré lo necesario para protegerlos, señor. No se preocupen, me encargaré de esto."
Mientras Marcos se preparaba para su nueva tarea, Emilia y Dante volvieron a la biblioteca para coordinar el traslado de las pruebas más importantes. Paolo les había recomendado un lugar seguro en la ciudad, un pequeño despacho legal donde podrían guardar los documentos sin levantar sospechas. Decidieron que esa misma tarde llevarían allí las pruebas más comprometedoras.
La tensión aumentaba a medida que se acercaba la hora de actuar. Sofia estaba en su habitación, aparentemente concentrada en sus estudios, pero Emilia no podía sacudirse la sensación de que la joven sabía más de lo que decía.
Con todo listo, Dante y Emilia salieron de la mansión en un coche discreto, llevando consigo una caja con los documentos más importantes. Durante el trayecto, apenas hablaron, ambos sumidos en sus pensamientos.
Al llegar al despacho legal, fueron recibidos por un asistente de Paolo, quien se encargó de guardar la caja en una bóveda segura. Emilia sintió un ligero alivio al saber que, al menos por el momento, las pruebas estaban fuera del alcance de sus enemigos.
De regreso a la mansión, la atmósfera se sentía más pesada. Aunque habían dado pasos importantes para protegerse, sabían que la verdadera prueba aún estaba por venir. Necesitaban desenmascarar a Sofia y descubrir la verdad antes de que Lorenzo e Isabella hicieran su próximo movimiento.
La noche cayó sobre la mansión Moretti, envolviéndola en una oscuridad que reflejaba la incertidumbre que pesaba sobre todos. Emilia se recostó en su cama, sin poder dormir, con el corazón acelerado y la mente llena de preguntas sin respuesta.