La Mafia Italiana se ha expandido por muchos territorios, grandes grupos se han querido poner al nivel de una de las mafias más temidas, donde nuestro Mafiosos, asesinos por naturaleza han ido evolucionado con el paso del tiempo…
La Mafia 'Ndrangheta reaparece con gran fuerza, la conservación de territorios para la distribución de la nueva droga tan esperada, con un aditamento muy especial, que no puede ser detectado, ya que estarían cayendo en la ilegalidad de su consistencia.
Los enemigos desean tanto ser poseedores de la droga “Demon´s Damus” donde se necesita documentación legal pasando como medicamentos para un hospital “Vita Nostra Hope”…
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Capitulo 21
Elena:
Me estaba iluminando algo demasiado fuerte, abrí los ojos una y otra vez, me quedé mirando hacia el techo que era un gran ventanal que se podía ver el cielo, estaba nublado pero las cubierta se iba abriendo dejando entrar la luz de la habitación así como las persianas se iban abriendo poco a poco, me senté sobre la cama admirando estaba habitación nunca antes vista en mi vida, la duela del piso tan perfecta a tono con esta hermosa y gigante cama negra con decorados por toda la habitación en color café. Aparté las sabanas viendo que estaba con una playera, reposé mi mano en mi cabeza, tenía un ligero dolor de cabeza, trataba de recordar como haber llegado aquí. Levanté un poco la playera viendo que tenía la tanga puesta, subí mis manos pero no tenía sujetador. Bajé mis pies, pisé estaba un calentito el piso, no el típico piso frío, caminé acercándome hacia el ventanal, me puse de rodillas admirando la vista hacia los arboles que estaban frente a la habitación. Esto era… ufff, paz y tranquilidad.
Elena: Quien diría que al Guidis le gusta la paz y tranquilidad.
Bajé caminando hacia la puerta, entré al baño viendo que ya no estaba nada de mi ropa donde la había dejado. Salí del baño, este si era un lugar para conocer con todo el tiempo del mundo. Abrí lentamente la puerta, las paredes negras con decorados con madera color caoba, salí de la habitación, un completo silencio era lo que había en este lugar. Caminaba a paso lento, mordía mi dedo índice no fuera que saliera por algún lado llevando tremendo susto, se había terminado el pasillo de la habitación, por la noche y la oscuridad no pude observar para nada bien este lugar. Aseché viendo las escaleras, entreabrí los labios al escuchar la voz de Guido en algún lado. Bajaba escalón por escalón, olía demasiado rico, hasta hambre ya me había dado.
Habitación de Guido
En mi mente quería que todo lo que había pasado no lo pudiera recordar, prefería que así fuera, si… eso tenía que hacer, que pensara que no me acordaba en lo sucedido. Tragué saliva apresurando el paso… me acerqué viendo cuando dejó el móvil sobre la meseta de la cocina, hasta la cocina impecable con lozas blancas y todo en color negro. Levantó la mirada chupándose los dedos… estaba muy serio, apartó la mirada dejando un plato encima de la meseta, había de todo un poco en un desayuno que preparó por mi.
Guido: ¿Estas bien?
Entré apresurando el paso, no, Guido por favor no hablemos, solo quiero desayunar. No me siento preparada y pues disimular tampoco sé si podía.
Me senté quedando frente a él, dejó su plato frente a mi lugar, Dios, se le marcaba demasiado su cuerpo con la playera, levanté un poquito más mi cuerpo, viendo como el pants se le marcaba, se dio la media vuelta observando que no tenía boxer… mordí mi labio inferior, mirando en todo momento a su buen amigo.
Guido: Mis ojos están arriba.
Desvié la mirada sintiendo una vergüenza como nunca lo había sentido. Tomé el tenedor, negué ligeramente la cabeza picando un poco de manzana que siempre veo que él come. La metí a mi boca volviendo a picar otra, no era el momento de que me hiciera hablar, se sentó frente a mi, tomó una manzana mordiendo. Tomé uno de los panes de molde, hice una mueca quitando la orilla, no me agradaba mucho el sabor.
Guido: Se come todo.
Elena: No…
Di un golpecito en mi pecho tragando la fruta, sonrió acercando un vaso de leche, lo llevé a mis labios coincidiendo nuestras miradas.
Guido: Lo de anoche Elena.
Truppppp……
Se levantó mis manos se fueron hacia mi boca, corriendo hacia el lavamanos. Todo le había dado directo hacia él. Apartó su camisa mirándome, abrí la llave, me había quemado con la leche que estaba hirviendo.
Guido: De acuerdo… ya sé que no quieres hablar de lo sucedido. No tocaremos el tema.
Se fue caminando saliendo de la cocina, embuché el agua dejando caer…
Elena: IDIOTAAAA, ESTABA CALIENTE ESA LECHE.
Negué con la cabeza, todo lo que hacía siempre era para lastimarme, no tengo idea como lo aguantan los demás.
Fui directo a su nevera, abrí entreabriendo los labios viendo varios medicamentos en su nevera, giré un poco viendo que no venga, tomé uno leyendo de que se trataba, tomé otro. Negué con la cabeza, ¿para que necesitan esos medicamentos? Los dejé tomando un hielo, lo puse sobre mi labio, parecía que se había inflamado. Entró sin camisa… tenía arañazos en su cuerpo y brazos, el hielo se cayó, bajé tomándolo.
Elena: Elenita.. Elenita… no lo mires… plisss, no lo mires.
Cerré los ojos, tenía que irse esa imagen de mi cabeza, necesitaba que se me quita en seguida. Abrí los ojos viendo sus pies lentamente subía mi mirada quedando fija en su amigo, me levanté con el hielito en mi mano, me aparté rápidamente, pero me sostuvo del brazo, se iba a salir mi corazón, no podía mantenerme lejos, desvié la mirada pasando el hielito sobre mi rostro, tenía un calor horrible.
Guido: Reviso ese labio y nos vamos.
Elena: (carraspeo) No… no hace falta.
Guido: Por favor.
No pues así claro que no me iba a negar ante su suplica de querer revisarlo. Sin soltarme me acercaba a la silla, me tomó de la cintura alzándose un poco la playera, sus manos iban acomodando movía mis piernas, se acercó cochando con las suyas. Tomó mi labio estirando un poco.
Guido: fue una pequeña quemadura.
Elena: La sente, may calente.
Sonrió soltando mi labio, reposó una mano en sobre la meseta mirándome fijamente.
Guido: solo fue algo leve Elena.
Elena: Me quemó demasiado. Te lo aseguro.
Entrecerró los ojos, asintió con la cabeza, se apartó tomando unos guantes, se los puso tomando una inyección, quitó el protector acercando a mis labios.
Elena: No no no… espera… no quiero inyectármelos. Me gustan mis labios.
Guido: A mi igual me gustan, pero hay que desinflamarlos.
Tragué saliva ante sus palabras, maldito Guido, sé que lo hacía apropósito, puso la aguja sobre mi labio inferior, sostuve su mano rehuyendo un poco…
Elena: No, déjalo así.
Guido: Para que te vea Dimitri o Daemon y digan que te mordí. No, no quiero eso.
Elena: ellos nunca dirían algo así.
Guido: ¿Segura?
Empujó un poco la inyección viendo como salía su medicamento, cerré los ojos acercando para que los inyectara, por que Daemon y Dimitri estaban en todo y claro que pudieran culpar a Guido de algo que no hizo.
Elena: Aaayyyy…. Aaayyyyy… duele… duele…
Guido: Eso hubieras dicho a noche.
Abrí mis ojos mirando a Guido, sus ojos me miraban con esa intensidad, mi cuerpo estaba de nuevo con demasiado calor, quería que se alejara de mi, sonrió empujando el medicamento, mis manos se fueron hacia su cadera sujetando del dolor que tenía.
Retiró la inyección… Lo solté, dio varios pasos hacia atrás.
Elena: Esas… rasguñadas.
Guido: fue una Leona, una pantera, o lo que quieras llamarle.
Arrojó los guantes en el cesto de basura, sostuvo el vaso de leche bebiendo, levantó una ceja pasando su mirada hacia mi.
Guido: Elena, la leche no está caliente.
Elena: Si lo esta, o lo estaba.
Lo dejaba sobre la meseta, iba levantando todo y lo que ya no le era de utilidad lo arrojaba al cesto de basura.
Elena: ¿No me crees?
Guido: De seguro tu umbral de dolor es bajo…
Elena: ¿Qué quiere decir?
Guido: Que mientras tengas el umbral bajo, sientes demasiado dolor, a que cuando lo tienes alto, que casi no lo sientes.
Bajé de la silla, él se sentó terminando de comer manzana, me acerqué rosando mis pechos con su brazo mientras me estiraba para tomar el vaso de leche que aun estaba hirviendo, él solo se alejó un poco evitando ese rose.
Elena: Natalie no creo que esté muy feliz si se entera que estuve aquí.
Alzó los ojos volviendo a morder la manzana, bebía su agua, le iba a dar otra mordida cuando lo detuve con una de mis manos, se giró sonriendo, pasó su pierna por mis piernas atrayéndome hacia él, mi cuerpo chocó con él, metí mis manos queriendo empujarlo, rodeó mi cintura con su mano…
Elena: No seas grosero.
Guido: Ahora entiendo lo que te pasó a noche.
Eelna: No… no sé de que me hablas.
Guido: (sonrisa divertida) Morías por que te haga el amor, lo deseabas, pero el dolor de tu cuerpo impidió que pudieras disfrutarme.
Elena: Brincos dieras papasito. No necesito a nadie que crea en mi…
Guido: Lo sé… conmigo es suficiente.
Pero este se creía más, pero ni en sus sueños, lo empujé, se levantó sin apartar la mirada de mi…
Guido: (susurrando) Tu cuerpo está ansioso, puedo sentirlo de como estaba tembloroso, es por esto.
Sostuvo mi mano haciendo que toque su miembro, removía mi mano queriendo apartarla, hizo que lo sostuviera.
Guido: Te dolía, por eso no pude entrar, si, Elena… te va a doler demasiado.
Elena: Eres un idiota.
Guido: Estas que lo deseas.
Elena: Eres un grosero.
Guido: Te lo terminarás comiendo.
Lo solté empujando, se sostuvo de la meseta con una sonrisa, negué con la cabeza reposando mis manos en la cintura.
Elena: ¿Dónde está mi ropa?
Reí en son de burla podía mirarlo, levantó la mirada hacia la parte de atrás, quedando por completo en serio, se apresuró a quitarse de frente de mi, salió tan rápido como pudo de la cocina, me senté con la meno en mi corazón, miré hacia donde había salido. Miré hacia atrás, este lugar todo eran cristales en vez de paredes, estaba por infartarme en este momento. No podía estar tan cerca o él me provocaba o yo a él. Negué con al cabeza nos terminaríamos pero matándonos.
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Elena
Guido
manera jajaja 😂