Anastasia alegre, espontánea y feliz... En su segunda vida conocerá al Gran General, un hombre recto, estricto y de pocas palabras.
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Rescate
Cuando el hombre abrió la puerta recibió una patada en el rostro, no fue un golpe fuerte, pero si le hizo sangrar un poco la nariz.
- La he venido a rescatar mi Lady y así me recibe.
- ¿rescatar? pero, si tu... entonces... estúpido soldadito, a que juegas, casi me matas de un susto, maldito pervertido, porque me trajiste a la mitad del bosque...
- No le entiendo Lady Anastasia, yo iba hacia su casa porque tenia una reunión con su padre, cuando mis hombres encontraron cerca del camino a su doncella y a su cochero y ahora yo de forma sincera y mostrándome como todo un caballero, la he venido a rescatar.
- No mientas, usabas el mismo perfume, fuiste tu el que me amarraste.
- ¿tiene alguna prueba?
- tú... ahora desatame.
- ¿la palabra mágica?
- Mira soldadito, ya acabaste con toda mi paciencia, además ya no comí mis pasteles, así que elegiré el camino de la violencia...
- jajaja, inténtelo, no sabe lo adorable que se ve, gritando atada.
-...
-Palabra mágica...
(susurrando) - Por favor Alexander sueltame.
- ¿Cómo dijo?
- Sueltameee!!! por favor
- Bien, lo haré.
Anastasia se bajo del carruaje y empujó al militar y comenzó a caminar hacia el norte.
- Así que se va del reino.
- ¡Cualquier lugar donde tu estúpido perfume no llegue!
- bueno, yo iré en mi caballo, hacia el ducado Hamilton.
El General comenzó a avanzar en su caballo hacia el oeste, mientras era observado por Anastasia, que cambió de ruta y lo seguía de lejos.
- Apurare el paso, mi lady porque pronto oscurecera y los bosques se vuelven peligrosos, seguramente usted caminando llegue en unas 8 horas.
- 8 horas, estas loco, llevame de vuelta, tu me secuestraste, asi que llévame a mi casa.
- Seguramente, el miedo que sintió la hizo confundir, yo solo la rescate, creo que le sugerire al duque que refuerce la vigilancia en este bosque y en todos los accesos a la mansión y que le contrate un guardia personal, alguien que la siga a todos lados.
- Por eso lo hiciste cierto... bien jugado soldadito.
- Gracias mi lady, ahora suba a mi caballo.
El General la levantó y la sentó delante de él apretándola contra su pecho y dio vuelta el caballo hacia el norte.
- Desgraciado, recién estaba caminando en la dirección correcta.
- Debo estar confundido por el golpe que recibí en la nariz.
(susurrando) - idiota
- No me trate así, se podría decir que me debe su vida.
El General aprovecho de acercar aun más a su cuerpo a Anastasia, pensándo que la pondría nerviosa, pero cuando ella lo notó, movió más atrás su traser0, rozando constantemente la intimidad del militar y al final fue él quien se puso nervioso.
Después de unos minutos de cabalgar...
- Así que vas armado General.
- De... que habla...
- jajaja, soldadito, conmigo no puedes jugar.
Anastasia movió una de sus manos hacia la pierna del militar y comenzó a acariciarla.
- ¿Qué hace?
- Me afirmó para no caer.
- No es apropiado Anastasia.
- ¿Qué cosa? ¿Qué vas todo excitado por tenerme tan cerca?
- Usted no sabe de lo que esta hablando, es una señorita.
- Soy una señorita, pero no soy idiota, como para no sentir lo que traes entre...
- ¡Anastasia!
- ¡Ay ya tranquilo! casi llegamos, aguantate las ganas que me tienes, porque este cuerpo de barbie no será tuyo.
- ¿barbie?
- Nada yo me entiendo.
- Será mejor que no le digas a mi padre que me ponga un guardia o que refuerce la seguridad o le diré que te propasaste conmigo en el bosque y con lo armado que vienes me creerá.
- tú... dile eso, y yo...
- ¿que?
- Sí, dile eso, así acepto y pido tu mano para hacerme responsable.
- ¿Qué? ¡No!
- Jajaja, claro es lo que corresponde.
- Idiota!
- Te escuché.
En minutos, llegaron al ducado, en el cual ya se había esparcido la noticia del ataque al carruaje.
- Señor duque, comparto su idea de reforzar la seguridad y de tener alguien a cargo de la seguridad de la familia.
- Me alegra que le guste mi idea General, porque le envié una carta al rey pidiéndole que usted sea el militar a cargo de la seguridad de todo el ducado.
- ¿yo?
- ¿él?
- Sí, se que usted está sobre calificado para una labor así, pero la verdad es que dado a las fechas y que pronto mis hijos y yo tendremos que ir al palacio, sería a la única persona a quien le podría confiar esa labor.
- Pero señor...
- Será solo por un tiempo, ahora que este en Palacio, pediré una legión de seguridad para el ducado.
(susurrando) - jajaj de General a niñero.
(susurrando) - Tú... Ahh, pero...
- Señor disculpe, entonces yo tendría absoluto control de quien sale y entra al ducado y de todo lo que se haga sin que usted lo sepa.
- Por supuesto, ese sería su principal labor, idear formas de que el ducado sea más seguro en todos los aspectos.
(susurrando) - Tú...
- Será importante, que te mudes a la mansión, al ala oeste donde viven mis hijos, ahora estamos en el área central y en el ala este está mi habitación y de mi hija.
- Entiendo señor, a penas tenga la respuesta de Palacio, me mudare aquí junto a mi escuadrón de confianza.
- Perfecto, ahora iré con mi esposa.
El duque salió del lugar y quedaron ambos mirándose furiosos, para después salir del lugar.