De Santa A No Tanto.

Isabella.

Me levanto porque el sol da y mis ojos me estrujó con la mano y bostezo trato de estirarme, pero no puedo, pues, unos maravillosos enormes y perfectos brazos rodean mi cintura, sonrío y giro para ver al hombre más hermoso de todo el mundo y allí está él mi amado Franco con sus ojitos cerrados y una sonrisa perfecta que lo delata, pues está despierto desde hace mucho.

Isabella: mi amor Hace cuánto estás despierto.

Franco: hace mucho, pero quería disfrutar de tenerte en mis brazos, te ves tan linda y despierta aún más.

Lo beso con locura Y él me abraza fuerte, no me quiere soltar.

Isabella: amor, tenemos que levantarnos, hay que ir a la oficina.

Franco: eres una de las socias y eres la futura esposa del dueño, así que podemos faltar.

Isabella: No seas creído y levantemos que la gala fue todo un éxito y tenemos mucho trabajo.

Franco: No, no te voy a soltar, si logras escaparte de mis brazos nos vamos, si no te hago el amor todo el día.

Isabella: Está bien, mi amor soy toda tuya, mi príncipe pasas esa bufanda que está ahí para que me amarres.

Franco: por supuesto mi traviesa bella.

Franco se voltea para alcanzar la bufanda y me levanto corriendo y me meto al baño antes de cerrar, le tiro un beso y le guiño un ojo.

Franco: Pequeña tramposa, pero igual te amo.

Después de ducharme salgo del baño con mi toalla y me apresuro a vestirme antes de que mi amor se emocione mucho y tengamos que quedarnos de verdad todo el día en casa, optó por ponerme un vestido marrón de mangas largas a los hombros, ceñido al cuerpo, corto, él entra y se baña luego sale con su toalla solamente y Dios ahora soy yo la que me quiero quedar.

Me quedo viéndolo como idiota y él dice.

Franco: Cierra la boca amor o te vas a tener que volver a bañar.

Isabella: no es mala idea, nos bañamos juntos mi amor.

El niega con la cabeza y me regala una sonrisa malévola y dice.

Franco: Pues no hay que trabajar.

Isabella: Amor eres malo y vengativo muy malo.

Digo asiendo un puchero y él me guiña un ojo y se ve tan sexy que hice para merecer a tan bello Dios griego.

Mi amado y guapo novio se termina de arreglar con un look casual negro con unas botas marrones, se ve de infarto, definitivamente somos el uno para el otro, bajamos a desayunar y luego de muchos besos y risas vamos a la oficina donde somos el centro de todas las miradas.

Al llegar a la oficina le doy un beso a mi novio para despedirnos y voy a mi oficina a trabajar, llamo a Jimmy y le pido los últimos informes de compra y venta de la empresa, luego llamo a un gran amigo y le pido que me consiga toda la información posible sobre Sebastián y las arpías lo más pronto posible, a mí no me gusta hacerle daño a nadie, pero me cansé de ese trío y no permitiré que sus estupideces dañen la empresa, yo ya le había pedido ese favor y él ya llevaba mucho adelantado, corto la llamada y sigo trabajando, es una locura los pedidos me llegan en cantidades muchos clientes quedaron impactados y otros quieren algo igual, pero que sea exclusivo para ellos.

Las chicas vienen a buscarme para almorzar, pero les digo que no voy a poder, pues, tengo muchísimo trabajo, que si quieren salgan ellas y me traigan algo a mí para almorzar.

Luego de un rato suena mi teléfono y es mi amigo que me tiene toda la información, le digo que me la mande a mi correo y Bingo me cansé de que ellos se metan conmigo yo no les he hecho nada Pero esta vez sí me voy a defender.

Llama a Sebastián a mi oficina y este viene con una radiante sonrisa que estoy segura de que se devorará en minutos.

Sebastián: me mandaste a llamar hermosa.

Isabella: sí Sebastián seré breve, tengo pruebas que tú fuiste el que saboteaste el desfile acompañado de tus otras dos cómplices.

Sebastián: De qué hablas No te entiendo.

Isabella: Ah no me entiendes Pues mira.

Le tiró los papeles que imprimí de la información que me mandaron al correo y sus ojos están que se salen de su cara, hay pruebas de él y de las otras dos arpías saboteando todo No solo eso hay fotos de los tres sinvergüenzas haciendo una orgía, aparte de fotos de su amada prometida engañándolo y él a ella.

Isabella: si no quieres que te destruya necesito que dejes de ser socio de esta empresa o por lo menos que no seas tú el que maneje tu parte.

Sebastián: no lo puedo hacer Isabella y lo sabes bien, no puedo dejar de ser socio, de aquí sabes que esta empresa la fundaron nuestros padres.

Isabella: entonces envía a uno de tus hermanos a que vele por esto y tú vete a otra, no te quiero cerca.

Sebastián: tampoco lo puedo hacer Te propongo algo no me vuelvo a meter contigo, lo prometo, no lo vuelvo a hacer, pero por favor no hagas nada.

Isabella: No te creo Sebastián, tú decides si no me tienes una respuesta para mañana temprano serás testigo de un hermoso show.

Sebastián sale como alma que lleva el diablo azotando la puerta y despotricando cualquiera cantidad de obscenidades, yo solo río y continúo trabajando hasta que es la esa hora de salir al lado de mi príncipe hermoso.