Demonios Fuera Del Cuadrado

Salimos de ese pueblito y otra vez no había más que plantas, pero esta vez había más sombrita por unas plantas muy extrañas que flotaban, apenas las vimos le tome una foto para mandársela a mi padre, no he parado de ver cosas extrañas que son realmente impresionantes en este viaje.

Caminamos por horas hasta que llegó el almuerzo y paramos para comer, sacamos unas cositas de nuestras mochilas y prendimos una fogata para calentar la comida.

Andras: La próxima parada es nuestra antepenúltima parada

Zalir: ¿Ósea que ya casi terminamos el viaje?

Andras: Algo así, podemos seguir explorando, pero ya no estaría en mis planes

Zalir: No quiero que se acabe este viaje

Runa: La estas pasando muy bien con tu amiguita

Tenía que aparecer ahora... ya se había tardado en aparecer... Suspiré con fastidio y le dije que no molestará.

Runa: ¿Te molesta que diga ese tipo de cosas?

Zalir: Tu simple presencia me molesta...

Runa se ofendió y dijo molesta:

Runa: ¡No es justo que te desquites conmigo! Solo porque Andras...

Le dije que se callara y mire a Andras, me preguntó qué pasaba con Runa y le dije que hoy estaba insoportable, en lo que yo dije eso Runa más molesta dijo que podría ayudarme, pero no me dejaba, le respondí que desapareciera y se fue indignada.

Andras: ¿Ya se fue?

Zalir: Si... Al fin

Solo estaba diciendo tonterías que me incomodaban... Es una pequeña fantasma muy molesta. Runa no podría ayudarme en nada...

Andras: Bueno... ¿Quieres más comida?

Zalir: Mm... No, estoy llena...

Terminamos de comer, guardamos todo y apagamos la fogata para seguir a la siguiente parada, esta estaba bastante lejos, Andras dijo que llegaríamos muy tarde en la noche, serán horas de mucha caminata...

...

Ya eran las 10 de la noche cuando llegamos a un lugar donde solo había una casa, era una casa pequeña de un color que logra camuflarse con la naturaleza, Andras toco la puerta de dicha casa, aunque le dije que no lo hiciera porque seguro el dueño estaba durmiendo y podría molestarse, pero no le paro a mi advertencia.

Abrió la puerta un demonio muy pequeñito, tenía cuernos enroscados en su cabeza, le daban dos vueltas, su cabello era naranja y tenía una especie de tatuajes en la cara, su expresión no era muy buena que digamos, sabía que se molestaría...

Duende: ¡¿Por qué me están molestando a esta hora??!!

El pequeño demonio movió sus manos como si fuera a usar algún poder, atacó a Andras, ella se sostuvo la cabeza, dijo que le empezó a doler mucho, queriendo ayudarla use mi poder y me metí en la mente de él pequeño demonio haciendo que se arrodille y provocando mucho dolor al pequeño demonio.

Duende: ¡Basta!

Cesó su ataque y yo el mío, preguntó un poco débil que hacíamos allí, Andras se estaba recomponiendo así que yo respondí.

Zalir: Solo pasaremos la noche aquí...

Duende: Pueden quedarse ahí...

Señalo un lugar al lado de su casa, tenía algunas linternas colgadas en esas plantas que vuelan, no era nada especial...

Zalir: Claro, gracias

Tome la mano de Andras para ayudarla a caminar ya que todavía estaba algo débil, el pequeño demonio cerró la puerta de su casa y apagó todas las luces, nosotras llegamos al lugar que nos dijo y armamos la carpa para dormir de una.

Andras: Ahg... Eso sí que dolió...

Zalir: Si me imagino... ¿Ya estás mejor?

Andras: Si, gracias por cuidarme

Sonrió y yo sentí cálido en mi corazón... Me gusta cuidarla y provocar sus sonrisas, ser la responsable de que sea feliz...

Zalir: De nada, no podía ver cómo te hacían daño...

Volvió a mostrar su sonrisa y preguntó si ya nos acostamos a dormir mientras entrábamos a la carpa, le dije que quería hablar un rato antes de dormir, respondió que estaba bien mientras cerraba la carpa.

Andras: Voy a hacerte unas preguntas y tienes que responderme con la verdad ¿Vale?

Zalir: Mm... Está bien, dilas...

Qué raro que diga eso tan de repente, se puso muy seria, ocultando sus nervios, muy mal por cierto, al segundo note que la ponía nerviosa la situación

Andras: ¿Sabes que poder usó ese duende?

Zalir: Mm... Supongo que control mental...

Andras: Igual que el tuyo...

Zalir: Sí... Aunque parezco más fuerte...

Andras: Sí... Lo debilitaste en un segundo...

Zalir: Si, pero ¿Por qué la pregunta?

Andras: Solo curiosidad...

Agarró su cuaderno, un lápiz y escribió en él, yo me acerque para ver que escribía, pero no vi nada porque lo cerró rápido, dijo que me preguntaría otra cosa y yo me aleje de su lado, al alejarme note su ligero sonrojo y sin pensarlo le pregunté:

Zalir: ¿Y eso?

Andras: ¿Qué...?

Zalir: Tus mejillas están algo coloradas...

Le dio aún más pena y se tapó la cara con su cuaderno, en ese momento caí en cuenta de lo que le había dicho, sentí como me invadía una pena que no había sentido nunca... Le dije que no tenía que responderme, no me respondió a eso, solo dejó su cuaderno a un lado y me pregunto otra cosa relacionada con lo que me había preguntado antes, le respondí y me dijo que me haría una última pregunta sin relación con las otras dos...

Andras: ¿Alguna vez te ha gustado alguien?

Fin del capítulo...