Princesa Rota.

Odette.

Me levanto de la cama y voy directo al baño, luego de ducharme muy bien y relajarme salgo y frente a mí esta aleck, lo miro sorprendida, pero voy hacia el armario y me coloco un pijama de seda de mangas largas y pantalón largo, estoy harta de ver mi cuerpo con golpes eso no me hace sentir bonita, al contrario.

—¿No vas a bajar a desayunar?— me pregunta Alek y mirándolo solo niego, él al ver mi seriedad vuelve a hablar.

—Estaba arreglando un asunto conejita, por eso no vine ayer — dice y solo asiento.

—Está bien, no importa Antuan me trajo a la habitación — digo y se molesta.

—Ese idiota no entiende que lo quiero lejos de ti—

—¿Por qué, que tiene de malo que él me ayude, querías que lo hiciera sola? — digo y niega.

—No es eso... Es solo que él te quiere y yo no estoy dispuesto a perderte, eres mía, te lo dije — dice y me acuesto dándole la espalda.

—Tú me odias, no sé por qué ahora me toleras, pero sé que me detestas— digo y lo siento acostarse a mi lado mientras acaricia mi cabello.

—No pienses así, tú me volviste loco desde que te vi, pero después paso lo de mi hermana y entiéndeme, si alguien mata a tu hermana que harías — me pregunta y exploto mirándolo con rabia.

—Si alguien mata a esa perra, le entrego mi vida entera, si es hombre me le entrego en cuerpo y alma y si él no es de este mundo, le entregaría mi alma, esa maldita es la causante de caer en ese asqueroso lugar, esa perra es la responsable de que hoy yo sea tu juguete, de que hoy tú seas mi verdugo, si alguien mata a la maldita que me entregó, le daría mi fidelidad eterna— grité perdiendo la compostura, pero no solté ni una lágrima aunque mi furia era latente en mis ojos.

—¿Preguntas por qué no entrego a mi amiga? Fácil, no tiene ni una gota de mi sangre, no me debía nada y aun así me defendió, me quisieron violar más de una vez y ella llena de miedo me salvó y cuando esa desgraciada traidora me quiso matar ella la mató, sí, ódiame ella mató a tu hermana por mi culpa y perdón, pero jamás conocí a sus hermanos, no sabía que tú eras uno, ni el apellido de ella se le parece y tampoco te conocía — grité y me abofeteo para luego salir del lugar hecho una furia.

Salí una hora después, vestida elegante como toda una princesa de la alta sociedad, toda una mafiosa elegante, justo cuando caminaba me encontré con los del consejo.

— Buenos días, señores del consejo, a qué hora es mi otra prueba — dije y estos se vieron entre sí.

— Mi señora, usted es una verdadera reina y queremos decirle que quedan dos pruebas, una es de pelea o al menos deberá durar una hora de golpes o derrumbar a su oponente, pero siempre ha sido que las mujeres aguantan los golpes y la última es más bien decisiva es la peor de todas y esta la debe tener su esposo a menos que usted decida quien la tendrá, pero para esas dos pruebas falta algo de tiempo dejaremos que usted sane primero y luego empezaremos de nuevo, pronto regresaremos con su permiso, señora.— Dijo el jefe y los demás lo siguieron.

Yo hice una reverencia y ellos se marcharon, luego vi al jardín y al ver ese extenso campo salí corriendo, no quería escapar, pero si sentirme libre y entonces corrí y corrí, una vez estando lejos empecé a danzar, giraba y giraba, saltaba y caía, bailaba con gracia tal que me sentía un ángel libre y alegre, volví a ser la nena de papi y la princesa de todos y todo iba bien hasta qué...

— Coneja, por favor, para—dijo esa voz de mis sueños y de mis pesadillas y entonces detuve mis pasos.

— Señor Antonov, que sucede— pregunté y me tomó por la cintura, mi respiración se aceleró, me maldije por sentir tanto por este hombre que me odia.

— Odio pelear contigo, detesto tratarte como lo hice...— dijo junto a mis labios alternando su mirada de mis ojos a mis labios y me besó desarmándome de nuevo, su lengua invadió mi boca y mis ganas de sentirlo cerca regresaron, al separarnos nos miramos y habló.

— No quiero volver a discutir, sé que dije que dejáramos todo atrás, pero es mi hermana, ella y Catrina son mis dos hermanitas y ahora solo queda catrina, trataré de no volver a explotar — dijo como disculpándose sin soltar una disculpa y entonces tomó mi mano y me llevo a la salida.

Iba detrás de él tomando su mano, subimos a un Audi negro en la parte de atrás y el chófer arrancó, un buen rato después de un silencio para nada incómodo, bajamos en un lugar parecido a una catedral, pero cuando entré me di cuenta de que era una academia de ballet, al entrar todo era lujoso y perfecto, el lugar constaba de varios espejos y barras el conjunto de muebles del salón se asemejan a los de un palacio.

Consta de un sofá central también llamado borne, hay varios sofás, varias pequeñas banquetas, todo el conjunto es en madera lacada y dorada, tiene una importante pasamanería muy al estilo del segundo imperio, las patas son de tipo cabriolé.

Hay un hermoso Candelabro central, está formado por una peana redonda de calamina, un pedestal de forma esférica sobre el que apoya una figura femenina alada con túnica. Todos estos elementos están realizados en calamina.

El lugar era hermoso, digno de un palacio, yo estaba encantada, luego salió una mujer hermosa de cabello castaño recogido y por su atuendo era una maestra de ballet, luego de hablar con él un rato se acercó a mí y después de entregarme mi uniforme que constaba de leotardo, mallas, zapatillas y una falda de ballet.

Ese día comencé con clases profesionales, mientras danzaba feliz, veía sentado a Aleksander, él no se movió, no toco su teléfono, no me quitó la mirada, parecía hipnotizado al terminar la clase, no puede evitar abrazarlo y comerme su boca, estaba realmente feliz, desde ese día es una rutina que me lleve a mis clases y ahora también llevamos a su hermana catrina que es un verdadero angelito, todo está saliendo bien, me gusta este Aleck, me gusta este hombre más que el demonio que una vez vi y que sé que puede volver en cualquier momento.