Gabriela

Llegué a mi casa directo a la ducha y como dije bien helada. Tomé mi teléfono y veo muchas llamadas perdidas, pero la que me interesaba estaba ahí. Era del investigador, había un archivo. Fuí al computador de mi oficina descargue y empecé a leer. Habían extractos del juicio y de la declaración de la muchacha. Acompañadas de fotos. También busqué la transcripción de las declaraciones de los hombres eran tres y si estaba mi hermano, lo sabía, maldita sea!!!! Y todo se lo tenían muy callado, cuanto habría pagado papá por mantener ésta vergüenza oculta, decía que estaba acusado de secuestro e intento de violación.

Las fotos están muy crudas, Estaba Basilio, muerto y rodeado de un charco de su propia sangre decía que había recibido un corte en una arteria, lo conocía, era unos de la camarilla de amigos de Marcos, también estaba Fernando Faúndez con su cara destrozada. Con un ojo que le colgaba y la cara dividida en dos, con un colgajo, que él sujetaba.

De la muchacha igual habían fotos, pero no se notaba como era su cara de tan hinchada que la tenía.

Pero algo llamó mi atención el abogado defensor era José Luis Parra!!!! mierda. Seguramente de ahí lo conoció mi papá.

Seguí leyendo, el juicio no duró tanto, pero las pruebas en dónde se demostraba que la joven era virgen inexplicablemente desaparecieron , también los exámenes en dónde decía que no había alcohol y drogas en su sangre. Eso se lo comentó el oficial al investigador. Los moretones e hinchazón de su cara eran menos visibles.Ya había pasado un mes desde el ataque.

Los jóvenes sobrevivientes, que se probó que ellos solo habían recogido a una muchacha que los hizo parar para ofrecer sus servicios, fueron puestos en libertad. Eran tres contra una.

Y la joven estudiante que venía del colegio. Que fue cruelmente abusada y golpeada. Fue sentenciada a mas de veinte años de prisión.

Más abajo salía una foto de ella cuando fue condenada. Abrí la foto para revisarla con más detenimiento y quedé estático y sin poder articular ni leer nada más. Me levanté y boté la silla del estupor, caminé a la ventana y respiré unos minutos, levanté la silla y me senté nuevamente.

Busqué rápidamente el nombre de ella, no podía seguir....no....no... no... mi Dios no podía ser ella por favor noooo.

Su nombre era Gabriela Santana. Condenada a veintiun años por haber castigado a los que la lastimaron. No me había dado cuenta, pero estaba llorando, mis lágrimas inundaban mi cara era un sentimiento ajeno a mí. Nunca lo había hecho. nunca había llorado por nadie. Los hombres como yo, se preparan para eliminar los sentimientos de lástima, estamos hechos para destruir adversarios, pisotearlos ganar y seguir adelante. Desde que tengo memoria y entré en ésto, es así. Y ahora lloraba como un niño y no podía parar. Pero lloraba por lo que nunca podría ser. Ella jamás me perdonaría llevar la misma sangre de uno de sus verdugos.

Lloraba, porqué mi Padre debe haber pagado para callar todo. Que nadie supiera que su hijo era un degenerado y violador . Lloraba porqué una familia truncó los sueños de una jovencita pobre, con dinero. Todos sabían, menos yo. Lloraba por la mierda de familia que tengo y yo tan orgulloso que me sentía de mi apellido Vanderbick. Es un apellido de gente inescrupulosa, de ahí provengo yo. Que sucio me siento.

Jamás tendré una miseria posibilidad de optar a algo con ella.

Busqué en Google y la encontré inmediatamente. Figura con un prontuario de asesinato, e intento de asesinato en segundo grado, daños a terceros, como autora de la muerte del inocente joven Basilio del Valle. De lastimar de forma artera a quién ella asegura que la violó Fernando Faúndez y destrozar su rostro. Por el intento de dañar a Marcos Vanderbick. Condenada a veintiun años. Pero había salido a los quince años de su condena por su excelente comportamiento. Además de haber logrado una carrera en dónde se recibió con honores de Médico Veterinario. Parecía un estúpido porqué no podía dejar de llorar. Encarcelada a los diecisiete años...

Confieso que siempre pensé que ella no entraba en mi mundo, pero cuando la ví en la oficina después del altercado que tuvimos. Me imaginé una aventura con ella, ofreciéndole un departamento para tener nuestros encuentros sexuales, así lo hacemos los hombres como yo con nuestras amantes. Si, porqué la ví como una amante deseosa de todo lo que yo pudiera darle en cosas materiales. Y yo me imaginé saciandome de su cuerpo una y otra vez. Porque no había otra forma en que una mujer tan corriente como ella pudiera estar presente en mi vida. Cuando me enteré del episodio y propuesta indecente que le había hecho Parra. Los celos me comieron vivo y fuí con toda mi rabia y lo confronté, y no me di cuenta que yo estaba pensando lo mismo. Que mierda de hombre soy.

Después que la fuí conociendo, acepté que no era una mujer vulgar a quien se le podía hacer tal proposición. No era una mujer corriente. Era una mujer que se notaba arisca y no fácil de conquistar. Era una profesional y junto a éste sentimiento que crecía en mi corazón iban de lado con la admiración.

Mi orgullo me cegó por años, pensaba que sólo mujeres intachables cómo Tatiana podían ir de mi brazo, mi clase social, jamás aceptaría otra clase de mujer.

Por eso lloraba porque aúnque me negué una y otra vez.

Pensé que yo podía romper con todo. Mandar a la cresta a mi familia, y amistades, ignorar a mi círculo de Banqueros. Todo!!!!!. todo, porqué ella fuera mi compañera y la madre de mis hijos y si no quería hijos, tampoco me importaba. Porqué Gabriela, era mi todo, desde que la conocí se metió por dentro y por fuera de mi piel y como un fierro candente puso su nombre en mi corazón.

Pero ella jamás me aceptaría, 😩mi gatita era única y aunque yo no tenía culpa llevaba en mis venas la sangre de los la trataron de matar en vida. Y mataron sus sueños de libertad.💔