Objetivo: Venganza

Ni siquiera dudo del hombre cuando me dice que es el hermano de Mateo, aún cuando no se parecen ni siquiera un poco, porque lo único que se repite en mi cabeza es que Mateo necesita ayuda y el hecho de que lo haga justo cuando Rodrigo estaba en mi casa. 

Por supuesto que está relacionado. 

Subimos a la moto del hombre y vamos directamente hacia donde está Mateo, quien no está lejos del lugar donde nos despedimos antes. 

Salto fuera de la moto y corro hacia él, angustiada cuando lo veo sangrando y parado a duras penas. 

Le digo que lo siento, porque en mi mente no cabe duda de lo que sucedió. Rodrigo lo mandó a atacar, mientras que me distraía y me advertía que tenía a mi familia en la mira. 

Él, sin embargo, me calma, como siempre lo ha hecho y me dice que ambos estamos juntos en esto, juntos contra ese maldito hombre. 

El hermano de Mateo nos recuerda que deberíamos llamar a una ambulancia y Mateo nos informa que ya llamó y que guardemos silencio con respecto a Rodrigo. 

-Dejemos que piense que ganó esta vez- son sus palabras y tiene razón. Entre más crea que tiene el control de todo, más baja será su guardia. Lo conocemos y sabemos lo escurridizo que es.

Además, el que nunca nadie pudiera hacerlo pagar y lo tranquilo que estaba cuando nombre a la policía, me hace pensar que hay algo que no sabemos. 

La ambulancia llega pronto y me voy en ella con Mateo, quien es asistido y el hermano de él nos sigue en moto. 

Una vez que llegamos al hospital, me dejan ingresando los datos de Mateo y a él se lo llevan. Allí me encuentra el hermano quien se presenta como Noah. 

Cuando terminamos, nos trasladamos a la sala de espera y él llama a su madre para avisarle y yo a la mía para ponerla al día, después de esa salida tan abrupta. 

-Entonces… ¿también volviste del futuro?- pregunta Noah, una vez que ambos cortamos. 

Me sorprende su pregunta, pero asumo que Mateo confía tanto en él que decidió contarle todo. 

-Sí. Lo hice- respondo. 

-Ya veo- dice, poniendo una cara de concentración, como si estuviera pensando en algo más. -Mateo dice que fui miserable y que mi mujer, una que he querido siempre, se va con otro y me deja con un hijo- comenta como si nada. -¿Qué harías tú en mi lugar? Estar con esa misma mujer, sabiendo que te engañará y vivir lo mismo nuevamente. Vivir lo mismo aunque ahora no quererla, para que ese niño pueda nacer o simplemente cambiarlo todo y romper contacto con ella. 

Pienso sobre ello, sorprendida por no darme cuenta antes, de que no somos sólo nosotros dos con Mateo, que las vidas que podemos cambiar son muchas con nuestras acciones. Mis padres que tanto sufrieron, no dejaré que me vean en la cárcel nuevamente.

-No te conocí en esa ocasión, pero deberías creerle a tu hermano cuando dice que fuiste miserable. Si él lo dice, es porque es verdad. La pregunta aquí es ¿quieres ser miserable en esta vida también? 

-No, no quiero. Pero la quiero desde que era un niño- responde a mi pregunta. -No sé cómo cambiar eso. 

-Deberías escuchar a una persona que arruinó completamente su vida por alguien a quien quería, incluso para decidir casarse con él. Lo que tienes que hacer es ver, ver realmente como es esa persona y como son las que te rodean. Yo perdí años en la cárcel porque no tomé en cuenta las malas costumbres de Rodrigo y no vi el valor de otras personas a mi alrededor. Observa a las personas como realmente son y ahí decide quien vale y quien no- respondo, con algo que aprendí a la mala. 

-Trataré de hacerlo- dice, pensativo. -Dejando eso de lado, aunque no tengo nada contra ti, me gustaría que mi hermano no volviera a estar en esta situación. 

-Tampoco quiero eso. No quiero que Rodrigo haga nada malo a Mateo, ni a mi familia, tampoco quiero estar siempre preocupada por lo que me pueda hacer- respondo. 

-Por lo que sé de este Rodrigo, no es alguien a quien tomar a la ligera. Mi hermano dice que siempre se libra de cualquier acusación. 

-Lo hace. Es manipulador y estoy sospechando que tiene algún tipo de contacto en la policía también- digo mis sospechas. 

-Ya veo... Los ayudaré a lidiar con él. 

-Tú no tienes…

-Tengo que hacerlo, porque mi hermano corre peligro con ese hombre. Además, si algo te sucede, Meteo se pondrá triste y lo tendré llorando en mi casa todo el tiempo. Quiero un hermano feliz y tú tienes que ver con esa felicidad. Así que cuenta conmigo cuñada. 

Dudo un momento, pero decido aceptar su ofrecimiento de ayuda y confiar en él. 

-Dime algo. Esa ayuda ¿puedo suponer que es sin importar de qué se trate?

-¿Qué quieres decir? ¿Hacer cosas turbias? ¿fuera de la ley? 

-Algo así.

-Cuando dije que podías contar conmigo, lo hice sabiendo lo que sucedió en tu vida pasada y de lo que eres capaz- sonríe con ironía. 

-Entonces, aceptaré agradecida tu ayuda cuñado- respondo.

Después de eso, la conversación de Noah se volvió más ligera y pude relajarme un poco a su lado, mientras esperábamos alguna noticia de Mateo.