Karen Wilson, era una esposa amable, cariñosa y muy atenta con todos, ella pensaba que tenía todo hasta que su prima Samanta la engaño para poder así lograr separarla de su flamante esposo.
Sebastian Meló un hombre rico y poderoso es engañado también por Samanta y con eso ella logró llegar a ser la amante del esposo de su prima a la que envidia y odia.
Karen por decepción y para poder darle una buena vida a su hijo, decide volver a trabajar para mantener a su hijo, aún cuando eso le lleve a meter a su ex esposo y a su amante a la cárcel, Karen Wilson hará lo que sea necesario para no volver a ser pisoteada por su esposo, aún cuando ella lo ame no le pasara una infidelidad más. Ahora ella cuenta con el apoyo de Andrew Lezama, el mejor abogado, hijo de una de las mejores familias, además es guapo él la ama y no dejará que nada malo le pase.
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Capítulo 24
Karen miraba como Andrew era bueno con su hijo y que Johan era muy feliz por encontrar un amigo en el, eso para Karen la hizo sentir aún más triste por darse cuenta que nunca Sebastian se tomaba el tiempo para dedicarle a su hijo como ahora lo hacía Andrew y que el no tenía ninguna obligación con su hijo, haciéndola que ella dejase de pensar vio como Andrew y su pequeño le hablaban y haciéndole señales para que se sentase en una mesa donde ellos se encontraban ahí sentado riendo muy divertidos por ver a Karen que parecía una estatua ahí parada.
Ja ja ja
¡Vamos mami ven siéntate aquí con nosotros!
Le decía Johan a su madre señalando una silla, Karen camino hasta ellos, tomando asiento, les preguntó Andrew.
¡Y bien!
¿Cuál es la especialidad del lugar?
Johan le respondió.
¡Lo mejor son las bolas de pollo, pero no son tan buenas las ensaladas de verduras mixtas, esas son muy feas!
Ja ja ja
¿Pero como es que una verdura es fea?
Ja ja ja
Preguntó Andrew curioso por la respuesta que le daría ese pequeño, antes que el pequeño Johan diera su respuesta llegó el mesero, con una sonrisa entregándoles los menú les dijo.
¡Buenas noches!
¡Mi nombre es Pablo y yo seré quien los atenderá el día de hoy!
¿Qué les gustaría ordenar hoy?
Johan fue el primero en ordenar.
¡Yo quiero bolas de pollo y una limonada con gas por favor!
Ja ja ja
Se río Andrew al ver como el pequeño niño ordenaba su cena muy serio, divertido le dijo al camarero que se encontraba anotando frente a ellos en su libreta el pedido de Johan.
Ja ja ja
¡Para mi… traiga me lo mismo que a este caballerito por favor!
El joven continuó anotando, sin levantar la vista para darse cuenta que Karen aún continúa mirando el menú, preguntó el chico.
¿Y para su esposa, desea que le sirva lo mismo señor?
Andrew al instante que escucho que el camarero le había puesto en el lugar de esposo de Karen sin desear aclararle al chico su verdadera relación con la mujer que se encontraba a su lado, se giro para ver a Karen, poniendo su mano encima de la de ella y con voz cariñosa le preguntó.
¡Sólo falta usted mi bella dama!
¿Ya sabes que es lo que vas a ordenar o quieres que nosotros ordenamos por ti?
Karen retiro la mirada del menú enseguida que sintió como un pequeño choque eléctrico le recorría por el cuerpo fue en ese momento que vio como Andrew le tocaba su mano, al instante movió su mano para evitar el contacto con la de el, levantando la mirada para ver al camarero y ver si el se había dado cuenta de su reacción dando gracias que el aún se encontraba escribiendo en su libreta, tartamudeo al hablar y solo dijo.
¡Sí!
¡Sí
¡Sí… ustedes ordenen por mi!
Johan levantando las manos como si ganase el bingo con una sonrisa le dijo al camarero casi a gritos!
¡Todos comeremos bolitas de pollo, por fin mi mami no pidió esa horrible ensalada que quiere que yo me coma!
Andrew entregando le los menús al mesero con una sonrisa le dijo.
¡Van hacer tres ordenes de bolitas de pollo y tres gaseosas de limón por favor!
Johan estaba muy contento por estar en su restaurante favorito junto a su madre y ahora con su nuevo amigo que le parecía genial, luciendo una enorme sonrisa le preguntó a Andrew.
¿Andrew tu tienes hijos?
Andrew sorprendido por la pregunta del pequeño Johan, con una sonrisa amable en el rostro y haciendo movimiento suaves en forma de negación con la cabeza le respondió a Johan.
¡No!
¡Yo no tengo hijos Johan!
Karen algo nerviosa por que Andrew no se fuese a incomodar por la pregunta de su pequeño, quiso cambiar de tema y le dijo a su hijo.
¡Pero que lindo esta tu uniforme!
Johan le dijo a su madre
¡Sí es muy lindo pero nada cómodo!
¿Por qué los hombres tenemos que usar corbatas?
Al escuchar la queja del pequeño Andrew no pudo evitar reírse.
Ja ja ja
¡Tienes mucha razón Johan las corbatas no siempre son muy cómodas de usar!
Ja ja ja
Johan se río con el y luego Karen les dijo.
¡Pero valla hombres se quejan tanto por usar una corbata que no es tan molesto de usar!
¡Son unos bebés!
Andrew y Johan se giraron a ver se el uno en el otro haciendo una expresión en sus rostros de asombro por las palabras de Karen, a lo que Andrew entró a defender la queja del pequeño Johan, se volvió a Karen y luego le dijo.
¡Karen tu no deberías decir que somos bebes por no gustarnos usar corbatas!
Karen les dio una mirada de indignación y luego replico.
¡Claro que son unos bebés!
¿Ustedes no piensan que el usar tacones no es incómodo?
¡Por supuesto que son muy molestos y nosotras las mujeres nunca nos quejamos por usarlos!
¿Lo ven?
¡Por eso son unos bebitos, chillones!
Antes que ellos pudiesen contraatacar llegó su pedido, Pablo el camarero coloco los platos después de dejar todo el pedido en la mesa se despidió.
¡Aquí esta su orden!
¡Que lo disfruten!
Andrew al ver los platos le dijo a Johan.
¡Valla estas bolitas de pollo se ven como palomitas de maíz, se ven deliciosas!
Después de decir eso Andrew tomó una de las bolitas de su plato y se la llevó a la boca, después de saborearla hizo una expresión de alegría, mostrándole sus dos manos con el pulgar arriba luego dijo.
¡Valla Johan si que tienes buen gusto en la comida si que están deliciosas estas bolitas de pollo!
Johan se sintió muy complacido por que le hubiese gustado a Andrew su platillo favorito, Karen también al probarlas pudo darse cuenta que si era cierto lo que decía Andrew, así continuaron comiendo, luego Johan le preguntó a Andrew.
¿Andrew y tu también tienes una empresa como mi papi?
Andrew se giro para ver al pequeño Johan para responder a su pregunta.
¡No Johan, yo no soy empresario como tu papi!
Johan curioso por saber a que se dedicaba Andrew le preguntó.
¿Entonces tu en que trabajas?
Andrew mostrándole una sonrisa le respondió.
¡Bueno Johan, yo soy abogado!
Johan abrió los ojos muy grandes y luego le dijo.
¿De verdad, eres abogado?
Andrew asintió con la cabeza y luego le respondió.
¡Sí Johan!
¡Sí no puedes creer me, un día que tu mami te deje ir a mi bufete para que así puedas creer lo que te digo!
¡A mi me daría mucho gusto mostrarte en donde trabajo!
Johan emocionado le preguntó.
¿De verdad, me llevarías a conocer tu oficina y ver como en las películas como tu defiendes a los buenos de los hombres malos?
Ja ja ja Andrew río por el comentario de Johan el cual le pareció muy divertido para después aclararle de que se trataba.
¡Johan no creó que pueda llevarte a los juzgados, aún eres muy joven para ir ahí que es donde se llevan esa clase de disputas que tu quisiese ver!
Ja ja ja
¡Mi despacho es una oficina común sin peleas entre buenos y malos!
¡Pero aun así me gustaría que algún día fueses a visitarme!
Johan algo decepcionado por no ser la vida de un abogado como en las películas le respondió.
¿Entonces la vida de un abogado es aburrida?
¿También tu tienes que salir de viajes por negocios como lo hace mi papi?
Andrew comprendió el porqué de la curiosidad de Johan, al recordar lo que le dijeron sus compañeros en la escuela a lo que respondió con toda sinceridad aún cuando no fuese muy común que lo hiciese.
¡Sí Johan!
¡Yo también salgo de viaje de vez en cuando por mi trabajo!
¿Te cuento un pequeño secreto Johan?
Preguntó Andrew acercándose al pequeño Johan, el niño curioso por lo que le fuese a confiar su nuevo amigo, también se acercó y luego asentando con la cabeza le dijo a Andrew.
¿Cuál es tu secreto?
Enseguida Andrew respondió.
¡No me gusta tener que salir de viaje!
¡Porque siempre tengo que hacerlo solo y eso no es muy agradable!
¡Yo pienso que a tu papi le pasa lo mismo que a mi!
¡No creó que a el le guste irse y dejar te a ti y a tu mami solos!
Después de decirle eso al pequeño separándose el un poco del pequeño continuó con su explicación.
¡Pero amigo mío, así es en los trabajos hay que dar lo mejor de uno siempre!
Karen por su parte, escuchaba la charla que había entre su pequeño y Andrew, haciendo de cuenta que no prestaba atención y que solo se limitaba a comer en silencio. Cuando Johan comió su última bolita de pollo de su plato se giro a ver a su madre y le dijo.
¡Ya termine de comer mami!
¿Ya puedo ir a jugar?
Karen miró a su pequeño Johan, el cual se notaba que se encontraba muy feliz por haber terminado todo y poder ir a jugar, Karen le respondió a su hijo con una sonrisa .
¡Muy bien, te puedes ir a jugar solo un momento!
Johan brincando de su silla bajando de ella, tomo el brazo de Andrew y le dijo
¡Ya podemos ir a jugar Andrew, mi mami ya me ha dado permiso de ir!
¡Vamos, te mostraré cual es mi juego favorito y se que te va gustar!
Andrew se levantó de su lugar, le dedico una sonrisa a Karen y le dijo.
¡En un momento regresamos, no te preocupes por tu pequeño yo cuidare de él!
Después de decir eso no espero por la respuesta de Karen, ya que el pequeño Johan lo tenía muy bien sujeto de su brazo y casi arrastrándolo a el área de juego para niños.