La Princesa Prometida Para El Pirata.

FRANK PIERCE.

Salgo molesto de la habitación al darme cuenta de que fui engañado aunque más molesto por el hecho que esa pequeña mocosa disfruto el hecho de que me deje engañar.

Decido buscar a mi padre para contarle lo ocurrido y lo veo con mi pequeña Nilo jugando en la cubierta del barco, me detengo y disfruto de la imagen, ya que pocas veces puedo ver a mi padre sonriendo y sin preocupaciones. Luego de un rato nota mi presencia y toma en brazos a la pequeña para acercarse a mí.

-¿Ocurre algo hijo? Dice papá.

-Necesitamos hablar urgente de algo.

-Pensé que pasarías tiempo conociendo a tu esposa- responde.

-De eso debemos hablar.

-No la quiero- grita Nilo-ella me va a alejar de vos- dice medio sollozando.

-Jamás dejaría que nadie te aleje de mí, sabes que te amo cachorra- le digo.

Se tira a mis brazos y besa mis mejillas. Le devuelvo el beso y la pongo en el piso. Le indico que busque a Cloe y le pido a mi padre ir a su camarote para hablar a solas. Una vez solos me mira curioso.

-¿Qué está pasando? Te veo enojado.

-Nos engañaron- digo.

-¿No comprendo?

-No es la esposa que te prometieron- respondo.

-¿A qué te referís?-dice con clara duda.

-No es Maria, se llama Clara y es la hija ilegítima de Patrick.

-Maldito hijo de puta- grita.

-Exacto, el maldito se burló en nuestra cara. ¿Qué vamos a hacer?

-¿Qué podemos hacer? Ya están casados, no podemos anular el matrimonio, ya que no nos otorgara otro con la hija correcta.

-Me tengo que conformar con esa niña desafiante y malcriada. ¿Qué pasa si la mando a espiarnos?-le digo.

-No lo creo, él no sabe lo que hacemos, aunque deberás estar atento y vigilarla- me dice.

-Es sospechoso también el hecho que trajo gente de fuera. ¿Por qué no estaban en el palacio? ¿Quiénes son? Si es la nana debería haber salido del palacio- digo.

-Yo me encargo de vigilar a esa mujer, vos de tu esposa. Son las dos más sospechosa, la otra sirvienta tiene un terror encima cada vez que hablamos se sobresalta y el hombre es protector pero no parece ser peligroso.

-Estoy de acuerdo, pero voy a poner a los chicos a vigilarlos. Pensaba tal vez Paz para el hombre ella es intuitiva y persuasiva creo que lograra sacar información.

-Estoy de acuerdo-dice papá- que te parece Jhon para la chica es el típico seductor que hace caer a cualquier mujer, además la vi viéndolo de a ratos.

-Excelente. Espero que esto quede en nosotros no quiero que nadie sepa todavía de esto. Antes quiero ver que planean estas mujeres.

-Quédate tranquilo, queda entre nosotros.

Me despido de papá y voy hacia Salva y Nico para ver que todo esté en orden, confirmo que estamos en rumbo hacia la zona que debemos investigar y charlamos de los planes una vez que lleguemos. Me cargan respecto a mi supuesta noche de bodas y de lo que le voy a hacer en la cama y cuando quiero objetar y decir que no la pienso tocar una voz nos saca de la charla.

-Espero que tengas con quien sacarte esas fantasías, porque conmigo no va a ser esposo-dice de manera arrogante.

-Parece que la pequeña esposa tiene carácter amigo- dice Nico y me hierve la sangre de bronca por haberme puesto en ridículo.

-Cariño porque buscaría a otra cuando me rogaste hace un rato que te tomara en ese preciso momento-le digo.

-Yo no...

-Shh no deberíamos hablar de lo mucho que te gusta mi polla delante de mis hombres- le digtomándolala de la cintura y tirando de ella para que camine conmigo- después seguimos hablando chicos.

Forcejea conmigo y quiere que la suelte, pero es tan diminuta que no tiene tanta suerte. Llegamos al camarote y la empujo para que entre.

-Nunca te atrevas a volver a hacer eso-le digo sujetando su mandíbula.

-¿Hacer que exactamente? -dice en tono ingenuo que me hace querer tirarla en la cama y meterme en ella.

-Desafiarme, dejarme como tonto delante de mis hombres-digo y me acerco a su oído- si lo haces va a haber consecuencias.

-Oh que miedo¿Qué vas a hacer esposo?- dice retándome.

-Te voy a tirar en esa cama y nalguear ese culo tuyo hasta dejarlo tan rojo que me vas a rogar que pare.

-No te atreverías- me mira con ojos muy grandes y rio socarronamente.

-Probame y vas a saber si soy capaz o no.

-Yo no nací para agachar la cabeza- me dice.

-No pretendo que lo hagas, pero sí que me respetes, soy tu marido y el capitán de este barco si me desafías ¿qué evita que mi gente no lo intente?-le pregunto y me mira pensativamente.

-Comprendo, pero yo no pedí esto a mí me obligaron a aceptar esto así que me gustaría algo de consideración de tu parte- me pide.

-¿Qué me pedís?- pregunto.

-Vos pedís respeto, yo pido tiempo.

-¿Tiempo?- digo curioso.

-Si, sé que se espera que cumpla con cierto papel en esta unión, pero no te conozco y no voy a mentir tengo miedo.

-¿Miedo?

-Puede que para vos sea normal en intimar con una mujer, para mí no.

-Menos mal no me gustaría que a mi esposa le gusten las mujeres- digo riendo y ella me pega en el hombro.

-Sos idiota, estoy hablando seriamente- dice enojada.

-Solo quiero relajar la situacion, ok tiempo y no intimidad por ahora, entendíi bien?- digo.

-Si y me gustaría que nos conozcamos.

-Y eso seria ¿Por?- digo curioso.

-Se supone que este matrimonio es para siempre, salvo que estés pensando matarme, por lo cual deberíamos conocernos- dice ella.

-Buen punto. De acuerdo, entonces no intimidad y conocernos ¿algo más?

-No.

Asiento con la cabeza y la miro fijamente es sumamente hermosa y cuando está nerviosa se potencia, ver sus ojos abiertos enormemente y sus mejillas sonrojadas ya sea por vergüenza o bronca me pone a mil.

-Así que chau noche de bodas ¿eh? lástima tenía tantos planes- digo nalgueando su cola, le guiño un ojo y salgo del camarote dejandola sola y con unas ganas enorme de golpearme lo vi en su rostro.