Ariane reencarno en la protagonista de una novela, una de las cual no le gusto el final, así que planea cambiarlo, pues no le gusto para nada que se quedará con el protagonista que la engaño.
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capítulo 13- libertad
Tal como le había pedido a su padre, este fue con varios carruajes, para llevarse todas las cosas de Alice, los sirvientes van sacando todo de la residencia, mientras que ella espera sentada en la sala, debe lucir deprimida hasta que por fin salda de ahí, Aldo había ido a verla minutos antes, pero ella, nisiquiera lo miro, solo le dijo que se arrepentirá y cuando lo haga, ella nunca volverá. Cuando ya todo estaba lista, Alice caminaba rumbo a su carruaje, mientras los otros que llevan sus cosas se iban, Eleonor llega ante ella, mostrando una sonrisa arrogante.
- al final, usted ha perdido, mientras que yo, ahora lo tendré todo.
- no te creas, el día que nos volvamos a ver, yo estaré por encima de todos y si no es así, solo se que, no importa si su padre es un Duque, usted, nunca pasará de ser una simple concubina.
Alice le muestra una sonrisa de burla.
- diga lo que quiera, al final yo me quedo y usted se va.
- te quedas porque así lo quise, yo, logre mi cometido.
Dicho esto se da la vuelta y sube a su carruaje, dejando a Eleonor un poco confundida por sus palabras, aunque de seguro solo lo dijo por orgullo, pero no importa como sea, ella ha ganado. En el carruaje, Alice observa el palacio a distancia, finalmente se siente libre al dejarlo, ya no aguantaba estar en ese sitió donde solo había gente molesta, aunque ahora debe pensar que hacer, pues no esta segura si debería irse al país de Astral con su tía y seguir el rumbo de la historia, es decir conocer al emperador Elián, aunque no es seguro si este se fijará en ella, ya que es muy distinta en su manera de ser y ha salido del palacio antes del tiempo que debería ser.
- padre, de ahora en adelante, nuestra familia podría estar en la mira de todos, quizás lo mejor es que me vaya lejos por un tiempo.
- Alice, pensaba lo mismo, más que nada, porque eres tú quien estará en la mira de todos. Lo he pensado y quizás tú tía en Astral pueda recibirte en su casa un tiempo.
- no, yo quiero ir un tiempo con ni hermano a la frontera, está bien establecido y prometo que no le daré problemas.
- también es una buena opción, pero no se si él puede cuidar de ti, enviaré una carta primero.
- por supuesto padre, te lo agradezco.
La mejor opción por ahora, es ir con su hermano, pues el pertenece a los caballeros del país de Astral, siendo un reconocido general, con el título también de Barón, además de que es su oportunidad para entrenar ese cuerpo, pues no le agrada eso de ser solo damisela en peligro, en su vida anterior, siempre fue una mujer fuerte, se destacaba mucho en deportes y gustaba de aprender todo tipo de estilo de lucha. Al llegar a la mansión del Marqués, su madre la recibió alegremente y lamentando por lo que paso.
- madre no hay nada de que preocuparse, yo me alegro de haber salido de ese lugar.
- pero, hija, estabas tan ilusionada por casarte con su majestad.
- eso fue antes de ver como es en realidad, me alegra de haber abierto los ojos, para no casarme con un hombre que no puede mantener su promesa.
- en realeza es muy normal tener concubinas, antes de aceptar el compromiso recuerdo haberte dicho, que sería casi imposible, romper esa regla.
- y lamento no haberla escuchado madre, pero afortunadamente no ha sido tarde. Pero, lamento manchar la reputación de la familia.
- Alice, la felicidad de nuestros hijos, es mas importante que la reputación.
- tú madre tiene razón. Ve a descansar, enviaré de inmediato la carta a tu hermano.
La Marquesa se extraña, pero mientras van a la habitación de Alice, ella le cuenta el motivo por el que enviarán la carta. Mientras tanto en el palacio, Aldo estaba en su sala, cabizbajo por todo lo que ha pasado, pues pese a todo, le duele el haber tenido que romper el compromiso, pero, era necesario para mantener calmados a los ministros, aún así, no se dará por vencido, ya que pese a todo sigue queriendo a Alice, pero sabe que todo es su culpa, si tan solo no se hubiese metido con Eleonor, nada malo hubiese pasado; justamente, Eleonor entra a la sala y se acerca a Aldo, tocando su hombro, pero Aldo reacción apartando de un golpe la mano de Eleonor.
- majestad...lo siento no quería...
Eleonor cubre la mano que le golpeo con la otra, Aldo levanta la vista, mirándola con enojo.
- vete, no quiero verte. Por ti y tu padre, he perdido a la mujer que amo.
Eleonor aprieta los puños, pero, se muestra triste.
- lo siento, nunca fue mi intención, si pudiese cambiar el pasado, lo haría y evitaría esa noche.
- ¿de que sirve decir eso? Tal vez todo fue plan de tu padre ¿no? Te envié la medicina anticonceptiva ¿por qué no funcionó? ¿Tú padre te dijo que no lo tomarás?
- n-no es así, lo hice, lo bebi. No se como paso...
- lárgate y no vengas más. Guardias, lady Eleonor estará recluida en su residencia, tiene prohibido venir al palacio principal.
Los guardias entran, pidiendo a Eleonor que les siga.
- p-pero majestad...yo no puedo...
- te niegas a obedecer la orden del rey...
- no, yo no...nunca lo haría...
Sin que le quede de otra, tiene que salir de ahí siendo seguida por los guardias; estaba furiosa, no era posible que le tratará de esa manera, pero, no se rendirá, el rey debe estar alterado, porque recién rompió el compromiso.