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Yo Soy La Madre Del Heredero.

Yo Soy La Madre Del Heredero.

Status: En proceso
Genre:Romance / Amor tras matrimonio / Arrogante / Matrimonio entre clanes / Secretos de la alta sociedad / Viaje a un mundo de fantasía / Reencarnación / Mundo de fantasía / Amante arrepentido
Popularitas:150.5k
Nilai: 5
nombre de autor: EllenPerez

La vida de Aura da un giro inesperado cuando, tras un trágico accidente, despierta en el cuerpo de una dama noble destinada a un matrimonio sin amor con el Duque Desmon. Con el recuerdo de su vida pasada, aún fresco en su mente, Estela, ahora Aura, lucha por encontrar su lugar en este nuevo mundo mientras enfrenta la hostilidad de criadas groseras y la indiferencia de su esposo.

Pero los desafíos no terminan ahí. Pronto, Aura descubre que está embarazada como resultado de su primera noche con su esposo. La noticia del embarazo sacude aún más su mundo ya complicado. En un castillo lleno de murmullos y sospechas, la gente a su alrededor cuchichea y especula sobre las circunstancias de su embarazo, cuestionando la lealtad de Aura y la fidelidad a su esposo, especialmente ahora que Desmon se encuentra en la guerra, lejos de su lado.

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Algo Sobre El.

En el castillo, el pequeño continuaban creciendo con una vitalidad sorprendente, desafiando las expectativas con su fuerza y salud. A pesar de haber nacido prematuramente, su desarrollo era prometedor, y su risa resonaba por los pasillos del castillo como un bálsamo de alegría en tiempos de incertidumbre.

Un pequeño que no sabía nada de sus sircunstancias, inocente de todo aquello que ocurre en su alrevedor, se enfrentaba a una desicion importante en su corta vida. No estaba seguro de que tipo de leche prefería pero sin duda alguna amana que su madre lo tuviera entre sus brazos y le proporcionara el pecho.

Aura seguía con el afan de tenerlo a su lado en cada momento de su vida, ya sea para estar en la ofinica con el agitando sus pequeñas manos, o a la hora de mormir, el vinculo madre e hijo era impresionante y ya que tenía algo tiempo libre se dedicó a escribir un libro para distribuirlo por todo el territorio sobre como debe ser el cuidado de los niños, los protocolos de higiene a seguir, el tipo de cuidados, los alimentos dependiendo de su edad entre otros metodos para tener un habiente libre de peligros para los más pequeños.

Estaba entusiasmada por la idea de la crianza de un pequeño que había nacido de sus entrañas y quería que su gente pudiera gozar de esa sensación y disminuir las perdidas infantiles.

Las cosas en el territorio siguieron en armonía pero por otro lado, con Desmon en la guerra, la responsabilidad de elegir un nombre para el pequeño heredero del ducado se propuso hasta que el duque regresara sano y salvo.

La ausencia de Desmon pesaba en el corazón de todos, pero no podían permitir que eso afectara el bienestar de la señora y del bebé, por lo que todos pactaron en quedar en silencio respecto a ese tema.

En el campo de batalla, Desmon se movía con una ferocidad desenfrenada, su figura imponente destacando entre el caos y la confusión de la guerra. Conocido como el "Rey Demonio", su reputación había crecido tanto por su destreza en combate como por su comportamiento errático y despiadado.

Empuñando una espada que parecía ser una extensión de su propio ser, Desmon se abría paso a través de las filas enemigas con una facilidad impresionante. Cada golpe era preciso y letal, su arma cortaba el aire con una velocidad y fuerza incomparables, decapitando a sus oponentes con una facilidad espeluznante.

A su lado, su fiel compañero Arthur, un hábil guerrero armado con una lanza, complementaba la brutalidad de Desmon con su propia destreza y determinación. Juntos formaban un dúo imparable, una fuerza de destrucción que dejaba un rastro de muerte y destrucción a su paso.

El enemigo temblaba ante la mera vista de Desmon y Arthur en el campo de batalla. Sabían que enfrentarse a ellos era prácticamente una sentencia de muerte, una batalla perdida incluso antes de comenzar. La combinación de la espada y la lanza, manejadas con maestría mortal, convertía a cualquier encuentro en una carnicería sangrienta.

Pero a diferencia de Desmon, Arthur era un hombre que era amable y respetuoso con los suyos. Un hombre que creía fielmente que luchar por su país era lo correcto, para proteger a sus seres queridos, justificaba la lucha como algo necesario para garantizar la seguridad y el bienestar de su tierra natal y de aquellos a quienes amaba.

A pesar de su habilidad indiscutible en el combate, Arthur no compartía la misma sed de sangre que consumía a Desmon. Para él, la guerra era algo natural, había vivido desde pequeño junto Arthur a matar personas y en comparación con Desmon, mientras que Arthur miraba la luz del sol con ojos esperanzados.

Desmon se sumergía en el frenesí de la batalla, alimentado por una sed insaciable de violencia y venganza, Arthur luchaba con un propósito más noble y altruista en mente. Su corazón estaba lleno de compasión y empatía, y aunque era un guerrero valiente y decidido, siempre buscaba minimizar el derramamiento de sangre y proteger a los inocentes en medio del caos de la guerra.

A menudo, cuando la furia de Desmon amenazaba con desatar la destrucción total, era Arthur quien intervenía, tratando de calmar a su amigo y recordarle la importancia de mantener la humanidad en medio de la brutalidad del conflicto. Su voz tranquila y su presencia serena actuaban como un ancla para Desmon, ayudándolo a encontrar un sentido de propósito más allá de la violencia desenfrenada.

"Desmon, ¿Qué harás cuando acabe la guerra? Escuche que tengo una cuñada, ¿Me la presenta…ras?". Preguntaría Arthur mientras descansaba apoyado de su lanza.

Arthur fue interrumpido repentinamente. "¡Capitán! ¡Los bárbaros se aproximan por el este!", anunció el soldado con urgencia, su voz llena de tensión. Se inclinó en una posición de respeto, ofreciendo el pergamino a Desmon como un tesoro preciado.

Con un gesto rápido, Desmon arrebató el pergamino, sus ojos brillando con anticipación y un toque de excitación por el combate inminente. La información proporcionada por los espías que inspeccionaban la región del este pintaba un cuadro sombrío: una fuerza considerable de bárbaros se aproximaba, lista para desatar el caos y la destrucción en su camino.

...Duque Desmon Des Hasting junto a Arthur Miller, año 5XX....

Sabía que la batalla que se avecinaba sería brutal y despiadada, pero eso solo avivaba su deseo de enfrentarse al enemigo cara a cara, de sumergirse en el calor del combate y demostrar su destreza en el campo de batalla.

Con una sonrisa desafiante en los labios, Desmon se puso de pie y se dirigió hacia la salida de la tienda, su espada desenvainada y listo para la batalla que se avecinaba. "Prepara a los hombres para la lucha", ordenó con una voz llena de autoridad y confianza. "Hoy demostraremos a estos bárbaros lo que significa enfrentarse a nuestro reino".

El soldado asintió con determinación y salió corriendo de la tienda, llevando consigo la orden de su capitán. Sintiendo la adrenalina correr por sus venas mientras se preparaba para el choque de acero y el fragor de la batalla que se avecinaba.

Desmon se erguía con determinación en el umbral de la tienda. El sol comenzaba a asomarse en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y dorados que contrastaban con el oscuro presagio de la guerra.

La espada de Desmon relucía bajo la luz matutina, su filo afilado como el colmillo de un depredador ansioso por la caza. Con un gesto rápido y fluido, desenvainó la espada, sintiendo su peso familiar en sus manos. Era una extensión de su propio ser, una herramienta de destrucción que lo acompañaba en cada batalla, una compañera leal en medio del caos y la muerte.

"Prepara a los hombres para la lucha", ordenó Desmon con voz firme y autoritaria, su mirada fija en el horizonte donde se vislumbraba el avance de los bárbaros. "¡Hoy demostraremos a estos salvajes lo que significa enfrentarse con nuestro reino!".

Todos los hombres tomaron las armas rápidamente y se enfilaron a la espera de la orden para marchar, Desmon tomo su enorme caballo de guerra y encabezo el batallón, marcharían con vigor hacia el Este donde se supone que vendrían los bárbaros, pero nada más legó de la realidad porque tiempo después de llegar al área que había sido reportada no se encontraba ni una señal de vida.

El aire vibraba con tensión mientras Desmon y su batallón avanzaban con precaución por el terreno desolado. La sospecha de una emboscada se hacía cada vez más fuerte en la mente del líder, y sus instintos le advertían de un peligro inminente. Los hombres estaban alerta, con las armas en mano y los ojos escudriñando cada rincón en busca del enemigo.

De repente, el silencio fue roto por el sonido agudo de las flechas cortando el aire. Las primeras señales de peligro llegaron en forma de una lluvia de proyectiles, lanzadas con precisión letal desde las sombras del bosque cercano. Los soldados se protegieron como pudieron, levantando sus escudos para repeler el ataque.

"¡Escudos arriba! ¡Mantengan la formación!", ordenó Desmon, su voz resonando sobre el estruendo de la batalla.

Los arqueros enemigos continuaron disparando, aprovechando la confusión y el caos para causar el mayor daño posible. Algunas flechas encontraron su blanco, perforando armaduras y causando heridas entre las filas de los soldados. Gritos de dolor se mezclaron con el clamor de la lucha, mientras hombres caían heridos al suelo.

Desmon, montado en su caballo de guerra, luchaba por mantener la calma y liderar a sus hombres en medio del caos. Con cada paso que avanzaban, se acercaban más al enemigo oculto en la maleza. El terreno accidentado dificultaba el avance, pero Desmon no se detenía, guiando a sus hombres con determinación hacia el corazón de la batalla.

Mientras tanto, Arthur, el amigo cercano de Desmon, luchaba con fiereza a su lado. Con su espada desenvainada, se abría paso entre los enemigos, protegiendo a sus compañeros con valentía. Sin embargo, la intensidad del combate era abrumadora, y pronto se vio rodeado por varios bárbaros sedientos de sangre.

"¡Arthur, a mi lado!", gritó Desmon, tratando de llegar hasta su amigo.

Pero antes de que pudiera alcanzarlo, una flecha certera encontró su objetivo, hiriendo gravemente a Arthur en el hombro. El joven guerrero cayó al suelo con un grito de dolor, luchando por mantenerse en pie mientras la batalla rugía a su alrededor.

Desmon se abrió paso entre los enemigos, llegando junto a su amigo herido. Con el corazón lleno de angustia, levantó a Arthur del suelo y lo cargó sobre su caballo, protegiéndolo con su escudo mientras retrocedía hacia la seguridad de las líneas aliadas.

"¡Agárrese, amigo mío! ¡Vamos a sacarlo de aquí!", exclamó Desmon, su voz cargada de determinación y desesperación.

Pero la retirada no sería fácil. Los bárbaros, al ver a su líder herido, redoblaron sus esfuerzos por acabar con él y su batallón. Los ataques se intensificaron, con los enemigos lanzándose hacia ellos con ferocidad desenfrenada.

En medio del caos y la confusión, Desmon luchaba por mantener a salvo a su amigo herido. Cada golpe y cada embestida ponían a prueba su resistencia y su determinación. Pero a pesar de los obstáculos, se aferraba a la esperanza de llevar a Arthur a un lugar seguro, lejos del peligro y la muerte que acechaban en cada rincón del campo de batalla.

Finalmente, con un último esfuerzo, lograron llegar a un lugar relativamente seguro, donde los médicos aliados pudieron atender las heridas de Arthur. Desmon observaba con el corazón en un puño, rezando por la vida de su amigo mientras los sanadores luchaban por salvarlo.

Pero la suerte no estaba del lado de Arthur. A pesar de los mejores esfuerzos de los médicos, sus heridas eran demasiado graves y su vida se deslizaba lentamente entre sus dedos. Desmon se mantuvo a su lado, sosteniendo su mano con ternura y despidiéndose en silencio de su amigo caído.

"Lo siento, Arthur. Lo siento tanto...", murmuró Desmon, con los ojos llenos de lágrimas y el corazón roto por la pérdida.

Arthur luchaba por respirar, su cuerpo debilitado por el dolor y la agonía. Con sus últimas fuerzas, se aferró a algo entre sus dedos, una cadena con un anillo de oro que había llevado consigo durante toda la batalla. Con manos temblorosas, se la entregó a Desmon, mientras que este apretaba el uño en silencio.

Desmon recibió el regalo con todo el pesar, sintiendo el peso del dolor y la tristeza aplastándolo el pecho. Miró el anillo con los ojos nublados aguantando las lágrimas pues un lider no se podía permitir llorar por sus hombres, recordando los momentos compartidos y los juramentos de lealtad que habían hecho juntos en el pasado.

La guerra rugía sin piedad a lo largo de todo el verano, consumiendo vidas y devastando tierras. Desmon, sumido en la furia y la desesperación por la pérdida de su amigo y de muchos de sus hombres, lideraba a su batallón con determinación y coraje. Cada día era una lucha desesperada por sobrevivir, una batalla tras otra en un ciclo interminable de violencia y destrucción.

Pero entonces, cuando parecía que la guerra nunca terminaría, algo inesperado sucedió. Sin previo aviso, los líderes de ambos reinos se reunieron en secreto y firmaron un tratado de paz. La noticia se extendió como un reguero de pólvora, sorprendiendo a todos por igual y dejando a Desmon y a sus hombres atónitos y desconcertados.

El tratado de paz significaba el fin de las hostilidades, el cese de las batallas y el regreso a casa para todos aquellos que habían luchado en la guerra. Los soldados, exhaustos y heridos, recibieron la noticia con una mezcla de alivio y incredulidad. Después de meses de combates sangrientos y pérdidas devastadoras, la paz finalmente había llegado.

Desmon contemplaba el horizonte con amargura, sintiendo la rabia arder en su pecho. Había marchado a la guerra con la esperanza de defender a su pueblo y proteger a sus seres queridos, solo para encontrarse con la cruel realidad de la muerte y la destrucción.

La guerra había cobrado un precio terrible, arrebatándole a su mejor amigo y a muchos de sus hombres, dejando solo dolor y desolación a su paso.

Con el tratado de paz, Desmon y su batallón emprendieron el doloroso regreso a su tierra natal. El viaje de vuelta fue silencioso y sombrío, marcado por el peso de las pérdidas y el vacío dejado por aquellos que ya no estaban. Los hombres marchaban con la cabeza gacha, sumidos en sus pensamientos y sus recuerdos, mientras Desmon lideraba la columna con el corazón lleno de amargura y desesperación.

Mientras Desmon montaba a caballo junto a una mujer rubia de ojos verdes y aspecto delicado, cuya barriga de embarazo de alrededor de siete meses era evidente, algunas personas del pueblo les prestaron total atención, mirándolos anonadados. La presencia de la mujer embarazada entre los soldados retornados agregaba un matiz de esperanza y renovación a la escena, pero también despertaba la curiosidad y el asombro de quienes los observaban.

Los ciudadanos se apartaban a su paso, dejando paso a la pareja montada mientras intercambiaban susurros y miradas llenas de interrogantes. Algunos se preguntaban quién sería esa mujer que acompañaba a Desmon.

La mujer, con una sonrisa gentil y la mano descansando con delicadeza sobre su vientre abultado, irradiaba una serenidad que contrastaba con la tensión y la solemnidad del regreso de los soldados. Su presencia traía consigo la promesa de un futuro nuevo y esperanzador, un recordatorio de que, incluso en medio del caos y la desolación, la vida seguía su curso inexorable.

Desmon, por su parte, montaba a su lado con una expresión serena pero pensativa, consciente del impacto que la presencia de la mujer tenía en aquellos que los rodeaban, Desmon llegó al castillo que consideraba su hogar y fue recibido por el mayordomo que sosteniendo su pecho se inclinaria a recibir a su amo, acompañado por una fila de sirvientes al final de esta la mujer con la que habría contraído matrimonio meses atrás la cuál cargaba a un niño en brazos.

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Eliana Galann
quedé intrigada por el futuro de esta historia que está muy interesante.
Blanca Ramirez
Excelente
Priscy Agudelo
vaso
Yelbama Acosta
Excelente
Nicky C May
espero que pronto actualices y por otra parte un consejo tienes muchos párrafos repetidos y es algo tedioso leer varias veces lo mismo . saludos
Jharumy Liviapoma manchay
Excelente
LeLe
Lamento mucho la falta de actualización, últimamente la universidad no me ha dado el tiempo de continuar actualizando. Lo lamento mucho a quienes esperan con paciencia las actualizaciones.
Mitsuki G: Tranquila uno será pasiente la novela vale mucho la pena
total 1 replies
johana parodi loureiro
hubiera preferido que se quedara con kael
Nqr
ay no😔 por favor que no le pase nada malo a Theo, que los guardias estén ahí para el intervenir en el momento preciso
Caridad Gallardo
Excelente
Nqr
no entiendo, ¿cuál siempre, si a penas y se han visto un par de veces, cuál es el odio que le tienen a aurora?
pensé que era porque desmon no la había matado aún, pero veo que las mujeres de la familia real están es locas al punto del delirio 😁
Mónica Aulet
Loca pervertida, a partir de ahora Aura debería de cargar un cuchillo y usarlo si esa loca reina quiere acercarse a su hijo. Es más ya se lo advertirá a ella y a su hijita
Tina Ixchiel Puthod
naaaaaa con los chicos no!!!! x favor autora!!!que vemos a diario horrores!!!!
Mitsuki G
Siiii que alegría ya iba a decirte autora que estaría bien que está Helena es tan buena como Aura es como una hermana una copia de ella con bondad sería genial para alguien tan bueno como el sería un gran compañeros en verdad me encantó ver qué Kiel tampoco fue tan indiferente con ella en verdad me encantó esa pareja ya que ambos merecen buenas personas y la malvada de su media hermana lo merece a Kiel y al menos el pequeño Theo nota que su padre no es tan malo es algo torpe y brusco pero no malo es que no sabe cómo expresarse a ver si ambos niños le dan una oportunidad a su padre que no sabe cómo tratarlos
Tatiana Aricapa
/Grievance//Cry/ hay no que no le pase nada malo al pequño theo me sentiría muy triste/Sob/
Joseling Vanessa Sancho Pineda
Excelente
Michell Ordóñez
No justifico las red falgs qué Desmon a manifestado durante la mitad del libro, y espero que recapacite, en el libro es posible, en la vida real no, aun así mi "yo" lectora ansia qué Aura y Desmon estén juntos y ambos sanen 😩❤️‍🩹
Mariela Gonzalez
esta buenasa.esta novela
autora actualizar cuando puedas.
gracias.
Cari Raziel
Me encanta es muy bueno
Cari Raziel
Ja en tu cara chusma jum
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