El Regreso De Sasha

Salió sigilosamente por la ventana de su habitación, que desafortunadamente estaba en un piso alto en el palacio, pero como tenía destreza para ciertas maniobras, para ella no fue nada difícil bajar del lugar.

Caminó hasta llegar en donde se quedaban los guardias que habían llevado a Archer a su habitación en la tarde, hizo un poco de ruido y poco a poco los guardias la fueron siguiendo. Cómo el palacio era muy grande, no había un lugar exacto donde podría llevar a cabo su plan, por esa razón optó por guiarlos hasta la zona de ejecuciones, un lugar que ella ya conocía.

Al llegar ahí, los dos hombres le cortaron el paso, ciertamente como era un lugar de ejecución, no había nadie cuidando ni alrededor, perfecto para Sasha.

—Ya fue suficiente, identifícate o ahora mismo morirás— gritó uno de los guardias, pues no sabían quién era, ya que Sasha llevaba una capa negra que le cubría todo el cuerpo, desde la cabeza hasta los pies.

—¿De verdad ya se olvidaron de mi tan pronto?— con voz melancólica, Sasha preguntó, dejando a los guardias confundidos, era claro que era una niña.

—¿Acaso eres la prometida del bastardo ese?— rompiendo en carcajadas, uno de los guardias se burló

—No debieron tocar a su alteza, ¿acaso no saben quién es mi familia?, ¿no tuvieron miedo a las represalias?— con una risilla, Sasha cuestionó

Sin saber de qué hablaba la niña, los hombres se dispusieron a agarrarla y regresarla a dónde debía estar, esas eran las órdenes que se les había dado antes de llegar al palacio.

—¿Quién les dio permiso de golpear a un integrante de la realeza?— preguntó furiosa Sasha.

—Tenemos el permiso de su madre, nadie puede decirnos nada por eso— dijo uno de los hombres, tratando de excusarse por lo que había hecho.

—Pues la mujer que se hace llamar su madre, pagará de la misma o de peor manera que ustedes— mencionó la niña, comenzando a formar un remolino de viento, con ráfagas de aire cortante, la cual dirigió hacia los dos hombres e hizo que fueran tragados por el remolino. Segundos después, a pesar de escuchar algunos gritos, Sasha pudo notar como se esparcía sangre y trozos de los hombres por todo el campo de ejecuciones. Al ver que su propósito se había cumplido, deshizo el remolino, dejando caer todo lo que aún sobraba. Aunque le dio un poco de asco, solo volteó a otro lado.

—«Todo terminado, justo como debía ser. Este fue el lugar perfecto para hacerlos pagar. Si tan solo supieran cómo pagarán los que dañen a Archer, se lo pensarían dos veces antes de actuar»— pensaba la niña, mientras se iba del lugar de regreso a su habitación. Sin preocuparse de que alguien se diera cuenta de lo sucedido ahí, pues era un lugar solo para deshacerse de gente y ella no cree que vaya haber ejecuciones pronto.

Regresó a su habitación de la misma forma en como salió, estando ya adentro, se dio un baño con agua fría claro, pues se la habían llevado desde horas atrás y por hacer lo que hizo, no se había bañado antes.

—«No pensé que bañarse con agua fría fuera tan malo»— pensaba esto Sasha, mientras temblaba, por lo fría que estaba el agua, pero no podía permitirse quedarse con el olor a sangre que tenía.

A pesar de todo lo meramente terrible que había hecho aún siendo una niña, terminando su baño se durmió tranquilamente.

Al día siguiente que es cuando sería la ceremonia de coronación del príncipe heredero, todo el mundo andaba como loco, pero no justamente porque era la ceremonia, sino que el emperador había recobrado su salud y se encontraba muy bien, por esa razón ya no era necesaria la ceremonia de coronación, pues el emperador aún no iba a morir.

—Veo que ya está despierto alteza— Sasha había ido a ver al príncipe Archer. Estaba preocupada por su condición y sin que nadie la viera, entró a su habitación, viendo que Archer veía todo el caos por su ventana, ella preguntó.

—No se que está sucediendo, pero con todo ese desastre no quiero ni salir de esta habitación— dijo el príncipe, volteando a ver a Sasha.

—¿Se siente mejor, alteza?— preguntó preocupada.

—Mucho mejor, Lady Sasha. Muchas gracias por todo lo que hizo ayer por mí, incluyendo el castigo de aquellos hombres— tomando asiento en un sofá, el príncipe contestó.

Sasha no podía creer que el príncipe supiera lo que había hecho, eso la puso en un aprieto que no tenía planeado, no quiere que el príncipe la vea como alguien mala o como una loca.

—Alteza, yo no sé lo que…— tomando asiento a lado del príncipe, intentaba hablar la pequeña, pero su boca fue tapada por Archer.

—Lady Sasha, no tiene que decir nada. Los dos somos unos niños, no somos culpables de nada, pero contrario a mí, usted tiene un gran poder que puede utilizar para hacer justicia, su secreto está muy bien guardado conmigo, no se preocupe, yo jamás la juzgaría por ayudarme o ayudar a otros. De verdad gracias— aún con la mano en la boca de la pequeña Sasha, el príncipe le habló estando muy cerca, algo que hizo poner a Sasha muy nerviosa.

—Pero no quiero que piense que soy una mala persona o alguna otra cosa peor— con la cara llena de preocupación, Sasha decía.

—No importa si es una mala persona, lo que me importa es que este de mi lado y junto a mí, eso es lo único que necesito y quiero— dijo el príncipe, abrazando a la pequeña Sasha.

Acto que la hizo sentirse segura, de ahora en más no importaba como la vieran los demás, mientras tuviera el apoyo y aceptación del príncipe y su familia, ella no necesitaba nada más.

—Ahora sí, ¿me podría decir cómo sabe lo que hice?— cuestionó Sasha después de todo.

—La verdad, es que lo sospechaba y la seguí Lady Sasha— alejándose de la pequeña y un poco avergonzado, el príncipe respondió.

Sasha no pudo evitar sorprenderse, pero agradece que al menos no tenga que guardarle más secretos a Archer.

—En cuanto volvamos a casa, hablaré con usted sobre algunos asuntos que le conciernen, alteza— de manera seria, Sasha le dijo al príncipe.

No podía quedarse ella sola con las verdades descubiertas sobre el origen de Archer y mucho menos ocultarle que la mujer que tanto le había hecho daño, no era en realidad su madre. Le diría la verdad en cuanto regresaran.