Mi Ex Esposa Será Mi Reina.

Eran las tres de la tarde, cuando internet reventó en Tulip Kingdom.

"Es idéntica a su majestad el rey Alejandro".

"Eh aquí una fotografía de su majestad la reina Mary cuando tenía tan solo cinco años, la pequeña es muy parecida a ella."

"Melanie Humpring princesa de Montwhite, tiene una bebé fruto de su matrimonio con su majestad".

"La futura reina de Tulip Kingdom, se llevó la peor parte del matrimonio, pero sin duda obtuvo una gran recompensa, tener a la hija de su majestad."

Mil comentarios comenzaron a llenar la fotografía de Alessandra Ginebra.

__¡Vaya, creí que nunca ibas a mostrar a mi hija!.__Alejandro llamó enseguida a Melanie, ver a su hija le llenó de orgullo.

__Es mi hija y solo lo hice para callar la gran boca de tu mujer.

__No digas eso, Cecilia y yo hace mucho que no tenemos nada, me repugna la idea y más si sale de tu boca.

__Nada, si claro, en fin eso no me importa en lo absoluto, ocúpate de ella y te lo advierto majestad, que ella no se atraviese en mi camino, por qué juro que la voy a aplastar, cuidado con que vuelva a mencionar a mi hija, entonces sí que verá el infierno.

__Descuida, Cecilia no es peligrosa, ella solo hace tonterías por despecho, su veneno ya no hace daño, necesito que vengas al palacio, el obispo ya tiene una fecha para la coronación.

__De todas formas, conozco a las de su clase, nacen víboras y víboras mueren, pasaré mañana, hoy no quiero toparme con tu adorada serpiente.

Melanie tenía marcado el día siete del mes de septiembre, sería el cumpleaños número cuatro de su hija, faltaban dos semanas.

Pasó la tarde escapando de las aturdidoras llamadas de la prensa, de las estiradas señoras que la comenzaron a buscar para agendar una cita con la princesa, de los fotógrafos que se formaron en la calle alrededor del palacio.

Al amanecer, las calles se llenaron de flores y muñecos de peluche, carteles y mantas en honor a la recién revelada hija del rey de Tulip Kingdom.

Se percibía un ambiente festivo, las banderas en verde y dorado ondeaban en los autos, en los porches de las casas, todo era tan hermoso que Melanie Humpring tuvo que aguantar la respiración al ver tales muestras de amor.

__Mas allá de mi sentido común, puedo ver qué quizá no es tan descabellada la idea de presentar a Ginni, aunque la descarada de Cecilia me haya orillado a hacerlo.

__La bebé es tan parecida a tu flamante esposo, que dudo mucho que la pudieras esconder más tiempo.__Dijo Frederick, en apenas un movimiento de labios.

__Tengo miedo.__Le contestó Melanie, con leve signo de alarma en su suave voz.

__¿De que exactamente?.__Exigió saber Frederick.

__De Alejandro, que quiera tener derechos sobre ella y que un día llegue y me diga que la niña le pertenece y que me la quitará.__Melanie comenzó a torcer su dedo índice.

__El abuelo dejó esa carta por alguna razón, quizá lo hizo para protegerlas, no temas, Alejandro tendría que matarme y a Gustav, para poder hacerles algo, sería un intercambio, una vida por otra, pero ese inmundo animal, no es más que un cobarde.__Intercambiaron miradas , Melanie ahogó en los ojos azules de Fred, todos sus miedos.

__¿Siempre seremos amigos no Freddy?.__Le preguntó casi al borde de las lágrimas.

__Siempre Mel, siempre.

Al llegar al palacio de River Green, una multitud de reporteros se arremolinaron sobre el Audi de Melanie, todos esperando obtener una fotografía de la princesa, vestía un conjunto beige, de tres piezas, blazer y pantalones, la blusa era de un color amarillo con pequeños cristales en color amarillo, un escote en v, no tan pronunciado, elegante y sexi a la vez.

__Nunca me voy a acostumbrar a esto, odio tanto alboroto.__Dijo molesta.

__Uf, sin parecer aguafiestas, pero siendo sincero, creo que estábamos mejor en Lombardía.__Respondió Frederick.

__No sabes hasta que punto agradezco que estés aquí, Ginebra es todo lo que amo en esta vida y el que tú compartas conmigo la necesidad de protegerla y amarla, me llena de felicidad.

__Dios santo Melanie, suenas como una abuela, anda ya vamos a salir , por el amor a Dios, no se te ocurra bajar la mirada...debes hacerles saber, que tú serás la reina de todos ellos, ¿fuí claro?.

__¡A veces te detesto!.

El chófer abrió la puerta del auto, Melanie salió tan segura de sí misma como podía. Del otro lado, Frederick Lindt sostenía a Alessandra Ginebra en sus brazos, la niña lo abrazó al cuello, enterrando su pequeño rostro en el hueco de su barbilla.

Las cámaras comenzaron a tomar fotos, era sumamente aturdidor.

__Princesa Melanie, ¿es cierto que nunca se divorció de su majestad?.

__Luce espectacular, su alteza.

__Que dios bendiga a la princesita.

Las preguntas iban y venían. Apenas y pidieron entrar al palacio de River Green.

__Casi tropiezo.__Refunfuñó Melanie.

Todos los empleados del palacio, hicieron una fila al costado de la sala, miraban expectantes a la pequeña.

La reina Mary, estaba de mejor semblante.

Se acercó a Melanie, mirando con cautela a la niña.

__¿Que más podría pedir?, todo lo que siempre quise, fue ver a mi dinastía, mi amor por este reino, el amor por mi familia, la lealtad a mi esposo, el odio a quien nos intenta hacer daño, todo eso se resume en ti.__Con sus dedos fríos acarició la mejilla de Melanie.

__Mejestad.

__Tu debes ser Alessandra, Alessandra de Greendellville, mi bisnieta y mi próxima heredera.

Un alboroto alcanzó los oídos de todos adentro.

__Majestad, lady Cecilia está intentando entrar, dice, no , exige ver a su majestad el rey.

Uno de los guardias señaló a la mujer que causaba el alboroto.

__Que pase.

Melanie sintió rabia, ella estaba ahí con su hija y la reina no le estaba dando su lugar.

__Si me lo permite majestad, me retiro.

__No te lo permito.__Le respondió tajante.

__Abuela, no es nada bueno que Melanie pase por una humillación así.__Frederick contradijo a la reina.

__Lleva a mi princesa a conocer el palacio Fred, Melanie hoy vas a aprender como poner en su lugar a las cortesanas que se creen realeza.

Cecilia entró tan altiva como siempre, ella sentía que tenía el favor de su majestad, la reina madre no se había metido con ella, nunca quiso conocer a su hijo , pero tampoco prohibió que Alejandro lo trajera al palacio y compartiera tiempo con él.

__Su majestad.__Saludó, haciendo una reverencia exagerada.

En cuanto Cecilia Moldren vió a Melanie, su cara se transformó en odio puro.

"Maldita seas torpe y estúpida Melanie". Pensó.

__Querida, ¿que es lo que quieres?, ahorrame el sermón que te daré acerca de tu frágil reputación.

La reina fue clara y precisa.

__Yo, yo, yo, estoy molesta con la casa real, todo el mundo habla de la hija de Melanie Humpring y se olvidan de mi hijo, que además es el primogénito de su majestad...mi hijo merece reconocimiento, Dios sabe de dónde sacó a esa niña Melanie, Alejandro y ella no se querían, bueno el no la quería, mucho menos la deseaba...

La reina agitó su abanico, lentamente.

__Que lástima por esa criatura, comparto tu sentir Cecilia, Melanie, ¿tu puedes decirme si Alejandro y tú se fueron a la cama para procrear a esa hermosa niña?.

Melanie sintió sus articulaciones engarrotarse.

__Creo que todos saben cómo es que se traen niños al mundo.

Cecilia la quiso matar ahí mismo, mancharía la alfombra y muy probablemente el cuadro de Picasso que colgaba sobre la chimenea, odiaba más que nada ese cuadro.

__Espero no volver a repetir esto jamás, los hijos que nacen de las amantes, no son hijos que se puedan presumir, porque debes saber querida Cecilia, que los hijos nacidos de las esposas, son los únicos que tienen el derecho de ser reconocidos, tú lo sabes mejor que nadie , ¿dónde está tu padre?, ¡exacto!, está con su familia, con su esposa y con los hijos de esa esposa, en algún lugar en Escocia pregunta a tu madre si es que recuerda quién es realmente, sabes bien que ese niño no es de mi nieto se nota demás, Melanie en cambio, talló con pincel el rostro de Alejandro en su hija, me estoy controlando lo más que puedo, porque debe ser Alejandro el que resuelva sus asuntos, ese irresponsable que dejó crecer a una serpiente, creció tanto que se hizo un problema, porque tú eres eso, un problema,

pero no siempre tendrás esta versión de mí, ¿lo entiendes Cecilia?, mantén tu trasero mullido lejos de mi palacio si quieres seguir viviendo como una prostituta rica, ni tu ni yo nos fastidiamos y todos felices, ahora ¡¡¡largo!!!.

La humillación fue el triple de peor.

"No vas a tardar en morir, momia desgraciada", amenazó Cecilia en su mente antes de ser sacada por la puerta trasera del palacio de River Green.