Zara la hija menor de una familia adinerada, por vueltas del destino termina casada con un rico CEO, quien era el prometido de su hermana, ¿podrá Zara amar a quien antes era su cuñado?
¿Podrá su corazón sentir algo más fuerte que solo el cumplimiento del deber, en una situación así?
¿Podrá lo sucedido con su hermana no ser un peso para así obtener un final feliz?
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CAPÍTULO 3
La fiesta acabó temprano, después de un rato me acerqué, hubo intercambio de anillo, unas palabras de mi padre, todo era felicidad, pero yo en mi corazón presentía que lo que había entre Jenny y Sebastián no era algo simple.
Todo terminó con una cena, con familiares y amigos, y muchos fuegos artificiales, las personas comenzaron a irse, papá y Jimmy dieron la despedida a todos, los últimos en irse fueron Dylan y su familia, Mady y yo nos despedimos, y entre a la casa, está cansada y salía que al otro día sería algo difícil.
Me quité el vestido, y me tiré en la cama en ropa interior, estaba de buen humor, era típico de mí, me dormí en seguida, me desperté al día siguiente con el ruido en el jardín delantero, al parecer los empleados comenzaron a recoger las cosas, rodé en la cama, de un lado a otro.
Después de un rato me levanté y me metí al baño, me quite la ropa interior y me di una ducha de agua caliente, salí de la ducha cepille mis dientes, luego salí del baño, busque ropa interior y un set deportivo de pantalón y suéter, más unos tenis, me puse todo y por último me hice una cola en mi pelo mojado, era mi look típico en casa, no podía ser como mamá y Jenny desde la mañana hasta la noche están bien vestidas, maquilladas y peinadas.
Salí de mi habitación y me dirigí a las escaleras, baje y en salón estaban, mamá y Jimmy, papá y Jenny no se veían por ninguna parte.
— Buenos días.
— Zara, vamos a jugar baloncesto más tarde.
— Claro.
Mamá nos miró con esos ojos de ella muy abiertos,
— ¿Qué?, ahí muchas cosas que hacer en casa, para donde creen que van a jugar, y tu Zara, todavía no se te quita el completo de marimacho, Dios que estoy pagando con estos dos.
Me senté en el sofá junto a Jimmy y comencé a decirle a mamá,
— Mamá, Jimmy y yo somos excelentes estudiantes, él se graduó con honores y seguro que yo también, ya comenzó a aprender el negocio con papá y Dylan, y es admirado por todas las chicas, por ser guapo, inteligente y de buena familia, que queja tiene sobre él.
— Debiste ser abogado, en vez de estudiar economía, siempre tienes que responder.
— ¿Dónde está, papá?
— Fue a resolver unos asuntos.
— ¿Y Jenny?
— Dijo que tenía cosas que hacer, se levantó temprano y salió, llevaba una bolsa con cosas, eso fue extraño, le pregunté, y me dijo que era ropa para regalar a una amiga.
Se levantó temprano y salió con un bulto de ropa para regalar, esto es muy extraño, pero quien sabe, cada vez pasan cosas más raras en esta casa, si ella se atreve a engañar a Dylan con Sebastián, quien sabe que más hará y no lo sabemos.
El día comenzó avanzar, papá llegó de hacer sus asuntos, pero Jenny no había regresado, Jimmy y yo salimos a la cancha de Baloncesto a jugar un poco en la tarde, por casualidad no encontramos a Dylan y Mady, que supongo que nos es mucha casualidad, ya que le había escrito por texto a Mady donde iba a estar con mi hermano.
— Hola, cuñados. Nos saludó Dylan.
— Hola, agite la mano, en señal de salud. Respondió Jimmy.
— ¿Jugamos un dos para dos? Pregunto.
Le hice una señal a Jimmy, él sabía que le estaba diciendo vamos a darles una lección, jugamos por un largo rato, nadie se quería dar por vencido, ya cuando estaba anocheciendo, la tarde se fue de una vez, Mady está cansada y estábamos Jimmy y yo a un punto de ganar, es decir una canasta, aunque Mady no era tan buena jugando, pero Dylan era tan bueno que podía con Jimmy y yo, entonces decidí engañarlo, pretendí tirar la bola, sin embargo, la deja caer hacia atrás, y yo me caí hacia adentro sobre Dylan, Jimmy agarro la bola y encesto.
— ¡Sí!
— Oye eso es trampa, dijo Mady.
Me pare de encima de Dylan, lo más rápido que pude, y le conteste a Mady,
— Dicen que en la guerra y el amor todo se vale, esta era una guerra.
Todos terminamos riendo, después de eso, caminamos a un lugar cercano, para Comprar algo de comer y agua, entonces miré a Jimmy y Mady tirándose miradas el uno al otro, quería dejarlo solos, así que antes de llegar me senté en un banco en el parque y les dije,
— Hermano, ve con Mady, yo esperare aquí con Dylan, tráeme una galleta y un agua.
— Bueno.
Agarre a Dylan de un brazo y lo sostuve con fuerza para que entendiera, Jimmy y Mady fueron juntos.
— Quiere que estén solos
— Sé gustan, pero son idiotas, no sé cuando se van a confesar.
— No debería ser Jimmy quien le pida salir.
— No necesariamente, Mady también puede hacerlo, si espera a Jimmy se pondrá vieja esperando.
— ¿Tú lo harías?
— ¿Qué cosa?
— Confesarte primero.
— Claro, no me gusta esperar, soy impaciente, y si alguien me gustará me confesaría sin problemas.
— ¿Y si te rechazan?
— Nada, solo olvidar y continuar, si una persona no quiere estar en mi mundo, no tengo que seguir en el de esa persona.
Después de eso Jimmy y Mady llegaron, tomé mi agua y una galleta de avena, que de inmediato comencé a comerme, hablamos un rato y nos separamos, cada quien se fue para su casa.
Hace mucho tiempo que no pasaba una tarde tan agradable, jugando y hablando, Mady parecía muy feliz, mientras íbamos caminando, le pregunté a mi hermano.
— ¿Te gusta Mady, verdad?
— Sé nota tanto.
— Sí.
Se quedó callado, debería ayudarlo un poco,
— A ella también le gustas, ¿por qué no le Pides salir?
— Estoy esperando a que termine todo lo de la boda, para hacer algo especial.
— Ese es mi hermano.
Lo abracé, y me fui enganchada a él, por qué mi hermano y yo somos los más unidos, y siempre espero que seamos así, cómplice en todo, si un día se casa con Mady será genial, mi mejor amiga desde la infancia, sería mi cuñada.
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