En el reino de Altravia, Selene, una princesa atrapada entre el deber y su corazón, se ve obligada a buscar esposo para salvar su linaje. Sin embargo, lo que comienza como un juego de alianzas políticas se complica cuando se enamora de Ascensio, un joven cazador con un secreto oscuro e inconfesable: cada noche de luna llena, una maldición lo transforma en un hombre lobo.
Mientras Selene lucha por descubrir la verdad detrás de los rostros sonrientes de sus pretendientes, Ascensio se enfrenta a su propia naturaleza monstruosa, intentando proteger a la mujer que ama. Pero en las sombras del bosque, fuerzas más oscuras conspiran para desatar una tragedia que podría cambiarlo todo.
Un romance prohibido, intrigas cortesanas y un misterio sobrenatural se entrelazan en esta historia de amor, ambición y redención, donde la luna ilumina tanto los secretos como las verdades más ocultas.
¿Lograrán Selene y Ascensio superar las barreras que los separan, o sucumbirán al peso de sus destinos cruzados?
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Capítulo 11: El Lamento del Viento
Selene tuvo un sueño esa noche en la cueva, mientras se apoyaba sobre el regazo de kaelen.
Un hombre aparecio frente a la princesa, sin embargo ella no tenía miedo, al menos no de inmediato, al observarlo más detenidamente, notó algo extraño en su presencia. Había una intensidad en su aura, una sensación palpable de amenaza. Un escalofrío recorrió su piel.
El hombre dio un paso al frente, rompiendo el silencio como un susurro mortal. "Sabes por qué estoy aquí, Selene", dijo con una voz baja, grave, casi susurrante. "El reino que ves, la paz que has logrado, todo está a punto de desmoronarse."
Selene no respondió. Sabía que debía estar alerta, que algo más grande que su propio reino se cernía sobre ellos. El hombre avanzó, su paso sigiloso como el de un depredador.
"Te han mentido", continuó él, con una sonrisa amarga que no llegó a sus ojos. "Crees que todo está bajo control, pero la verdad es mucho más oscura. Y tú... tú eres la pieza clave."
Antes de que pudiera reaccionar, una explosión de ruido rompió la tensión. El suelo tembló levemente, y desde lo más profundo de la oscuridad, una figura más apareció, esta vez mucho más familiar.
Ascensio.
Él había estado observando desde las sombras, esperando su momento, y lo había encontrado. Su presencia era inconfundible, su postura rígida y lista para la batalla. Su mirada se encontró con la de Selene, y sin decir palabra alguna, se adelantó, el aire a su alrededor pesado con la tensión de lo que estaba a punto de suceder.
"¡No lo dejes hablar!", ordenó Ascensio, su voz grave y llena de urgencia. "¡Es un traidor! ¡Es uno de ellos!"
Selene no entendió completamente lo que estaba ocurriendo, pero el miedo en los ojos de Ascensio fue suficiente para hacerla actuar. El hombre misterioso que antes la había intimidado ahora parecía vulnerable, un enemigo que había subestimado su poder.
Antes de que pudiera hacer cualquier movimiento, Ascensio se lanzó al ataque. Con una velocidad sobrenatural, su cuerpo se transformó en la bestia que llevaba dentro, y la habitación se llenó del sonido de la batalla. La lucha fue brutal. Los dos hombres se enfrentaron con una violencia indescriptible, cada uno desatando su furia. El hombre misterioso apenas pudo defenderse, pero su fuerza era considerable. No era un enemigo común. Mientras el sonido de los golpes resonaba, Selene intentaba mantenerse al margen, pero la tensión la envolvía por completo. El aire estaba cargado de poder, de emociones a flor de piel, y ella no podía evitar sentir que algo mucho más grande que ellos tres se estaba desatando.
Finalmente, Selene se desperto.
Los destellos del un sol madrugador se alzaban sobre el ellos tres.
"¿Quién era ese hombre?", preguntó ella, temblando ligeramente.
"Un agente de las fuerzas oscuras que están detrás de todo esto", respondió Ascensio, su rostro sombrío. "No sé quién los lidera, pero están cerca. Mucho más cerca de lo que imaginas."
Selene sintió cómo el aire a su alrededor se volvía más pesado. Por primera vez en mucho tiempo, la princesa sintió que el reino que tanto había luchado por proteger ya no era seguro.
Más tarde, en las profundidades del bosque...
En la oscuridad de la noche, dos figuras avanzaban sigilosamente entre los árboles. Era un camino que Ascensio conocía bien, un lugar donde el peligro acechaba en cada rincón, pero también era su refugio. Las luces del castillo ya quedaban atrás, y el silencio en el bosque era casi abrumador.
"Tenemos que prepararnos", dijo Ascensio, su voz baja. "La guerra que se avecina no será fácil. Aquellos que buscan el poder están dispuestos a todo."
"¿Y qué hay de ti?", preguntó Selene, su tono serio. "¿Qué harás si… si el monstruo dentro de ti se descontrola?"
Kaelen lo apunto con su espada.
"No eres alquien en quien debemos confiar" Le dijo
Ascensio se detuvo y los miró fijamente. La luna iluminaba su rostro, pero sus ojos eran una tormenta de emociones contenidas.
"Hare lo que sea necesario para protegerte, princesa", respondió, su voz firme, pero cargada de una tristeza que solo Selene podría entender.