Tentación Prohibida

POV SÁMARA.

Veo a jorge levantarse y empezar a ponerse su ropa.

—¿Podemos hablarlo?— lo miro mientras termina de cambiarse. —Por favor— En ese instante se detiene y me mira, se acerca y toma asiento en la orilla de la cama dándome la espalda. —¿Por qué te pones así?—

—¿Por qué tienes que ser tú la que salga de viaje con él?— gira la cabeza para verme y la mirada que me da me hace sentir apenada. No sé qué pasa por su cabeza, pero siento la angustia en sus ojos.

—Mamá y él me lo han pedido, es solo un viaje de dos días por trabajo—

Suspira.

POV JORGE.

Sé que él es el esposo de su mamá. Lo que lo convierte en su padre ahora.

No debería estar haciéndome pensamientos que no son, pero es que, joder.

Yo he visto como la mira.

Cómo se enoja cuando ella tiene actos de amor hacia mí.

Por mi cabeza se han pasado miles de pensamientos, pero me obligó a no creer y solo pensar que quizás es uno de esos padres protectores.

—Lamento mi reacción— digo volteándome para verla a los ojos. —Solo no quiero que te vayas— le doy una sonrisa forzada, para que no sepa mis demás pensamientos.

Solo quiero confiar en ella, si es digna de mi amor no hará nada para arruinarlo.

POV SÁMARA.

Le sonrió, quizás él no lo sepa, pero yo también estoy preocupada por ir a ese maldito viaje.

—Lo sé, y yo tampoco quiero alejarme de ti. Solo serán dos días— llevo una de mis manos a su mejilla y me acerco para dejarle un tierno beso en sus labios.

—Te amo, Sámara. ¿Lo sabes verdad?—

Lo miro a los ojos y le sonrió, la verdad yo también siento algo muy lindo por él.

—Lo sé, y yo también siento lo mismo por ti, me gusta estar contigo. Me haces sentir muy bien— mis palabras son sinceras.

Puedo decirles que me he propuesto en quererlo de la manera que él se merece. Yo también merezco sentirme querida y no usada, sentirme amada y no solo deseada por un momento.

—Bajemos, que nos están esperando abajo— asiente y me ayuda a levantarme.

Voy a mi armario y me visto con algo rápido. Decido ponerme un short con un blazer. Peino mi cabello desordenado, y salgo de mi habitación tomada de la mano de mi guapo y sexy novio.

Al llegar a la sala, ya están todos ahí. Incluso él.

Mi padre, Zeus.

—Ya pueden pasar a cenar, ya está lista la comida— grita mi madre desde la cocina. —¿Jorge? ¿Te quedarás a cenar con nosotros cierto?—

Él la mira un poco apenado, y luego Ami. Asiento con mi cabeza y él la vuelve a mirar.

—Está bien, gracias— Ella le sonríe y empieza a organizar la mesa.

—Déjame ayudarte mamá— le digo yendo a la cocina. —Por favor siéntate ya vuelvo— le digo a jorge.

Entro a la cocina y voy directo a ella.

—Mamá— ella me mira. —¿Por qué pediste que fuera a ese viaje?—

—Oh, hija es que yo no puedo ir, no me dieron el permiso en el trabajo porque estamos cortos de personal— dice sin mirarme porque está aún sirviendo los platos. —¿Porque, paso algo?—

—No, pero me hubiera gustado que me hubieran preguntado antes si yo quería ir mamá, no que tengo que ir—

—Solo son dos días hija, ¿Qué es lo que sucede?— me mira. —¿Nuevamente te peleaste con tu papá?—

Suspiro y pienso en las palabras adecuadas para decirle.

—No mamá, aunque el trabajo ha estado tenso. No hemos discutido ni nada parecido—

—¿Entonces que sucede?—

—Es que, no me siento cómoda mamá, esto era tarea tuya como su esposa. Yo tengo mis obligaciones en el trabajo, aquí en casa, y con mi novio. Me gustaría y te pido el favor de que para la próxima vez, me pregunten si quiero ir. ¿Está bien?—

Ella se me queda mirando por un momento y luego asiente.

—Si, lo sé. Lo lamento hija, lo propuse porque no le vi problema, pero tienes toda la razón, para la próxima te preguntaremos primero—

—Está bien mamá, ya todo está arreglado. Mañana salgo con papá a ese viaje— ella asiente. —Llevaré los platos a la mesa—

Digo y me voy, a la mesa con los platos en mi mano. Coloco el de jorge y el mío, mamá ya le trajo el plato de Pablo y el de su esposo.

Terminamos de tomar asiento, levantó mi vista y mi mirada se cruza con la de Zeus, está observándome con una intensidad que me abruma. Aparto la vista y mis nervios se encienden, resulta que jorge lo está viendo también, aparta la mirada de él y me mira.

¡Dios mío!

Está tensión y está angustia es insoportable, ya no soporto más está situación, siento que en cualquier momento voy a explotar y eso es lo que temo.

Porque me conozco y cuando eso suceda todos a mí alrededor saldrán lastimados. Por eso me contengo, por eso sufro en silencio.

No quiero dañar lo que estoy intentando reparar. No quiero hacer sufrir a mamá, a Pablo, incluso a jorge.

Ninguno se lo merece, pero Zeus últimamente no está disimulando sus miradas, su intensidad y mucho menos sus celos.

Ya es tan evidente que creo que los únicos que no se quieren dar cuenta es mi madre y Pablo, porque algo dentro de mí me dice que el reclamo que me hizo Jorge ahorita en mi habitación, junto con las miradas que me está dando ahora mismo me dicen que él ya se está dando cuenta y pueda que hasta sospeche algo.

No sé atrevido a preguntarme, quizás este esperando a que sea yo quien tome la iniciativa de decirle, pero eso es algo que no quiero hacer.

Me he esforzado mucho por olvidar ese suceso. Por tratar de corregir mi gran puto error, no volvería hacer algo así.

Claro que no, y tengo que aclararselo de una vez por todas a Zeus...