Lluvia II

NARRADOR

Niebla estaba más ansiosa que nunca. Esa noche era luna llena y lo sentía en su ser. Aunque era un poco distinto a lo que recordaba de la vez que cambió por primera vez de manera prematura, se sentía muy diferente.

Niebla salía cada noche y se encontraba con ese inmenso lobo negro que la acompañaba a caminar por el bosque sin decir una sola palabra.

A Niebla le causaba curiosidad quién se escondía detrás de ese impresionante lobo, pero él aún no se mostraba en su forma humana ante ella.

Esa noche a Niebla le aconsejaron no salir; era luna llena y, aunque recibió entrenamiento junto a su hermano, hacía mucho que no se transformaba y podría perder el control.

Todos se quedaron dentro del castillo, pendientes de Niebla, asegurándose de que estuviera bien y pudiera controlar el cambio al salir la luna llena. Cuando la luna llena se posó en el cielo nocturno, sorprendentemente, nada pasó con Niebla.

Lluvia, Patricio, Rayo y Cielo la encontraron en su habitación leyendo al pie de su ventana, mientras los rayos de la luna la iluminaban.

—¿Niebla, te sientes bien? —pregunta Lluvia al ver a su hija tan tranquila leyendo.

—Sí, mamá, tengo algo de frío y me dolían los huesos. Creí que la transformación había comenzado, pero al parecer no fue así. Quizás ese lobo no era mi pareja escogida por la luna después de todo —piensa Niebla, lógicamente, y todos se miran sorprendidos.

—Bueno, estaremos pendientes —dicen Lluvia y los demás, y salen de la habitación, dejando nuevamente a Niebla sola.

Cuando todos se retiran, una luz mágica brillante aparece frente a Niebla. Ella deja su libro a un lado para observarla.

—Sigue tu destino, Niebla, ya es hora —la voz proviene de esa hermosa luz brillante, la cual atrae muchísimo a Niebla.

La luz baja por la ventana de la habitación de Niebla, y ella decide seguirla y baja por su ventana de igual forma.

Rayo y Cielo habían regresado para hablar con su hermana y se encontraron con esa escena que los dejó casi sin palabras.

—Ve por mamá y papá, yo la seguiré —le ordena Rayo a su hermana menor, y esta lo obedece.

Rayo se transforma en lobo y sigue a su hermana de cerca. Niebla camina hipnotizada por esa hermosa luz hasta el centro del bosque. Ella no sabe lo que está haciendo ni por qué lo hace; simplemente siente que debe seguir esa luz y esa voz.

El camino fue largo, pero ella nunca se detuvo. Al llegar al centro del bosque, la luna ilumina directamente la raíz de un árbol que fue talado hace millones de años.

Niebla, sin saber por qué, se acerca a él, coloca sus manos sobre él y la luz brillante se posa sobre sus manos. Niebla no sabe qué pasa, pero esa luz corta su mano y su sangre comienza a caer sobre la raíz del gran árbol talado. Para sorpresa de Niebla, el árbol comienza a crecer sin parar.

Sus padres ya habían llegado tras ellos, al igual que Rayo y Cielo. El árbol se convirtió en el más alto y hermoso del bosque. Se escucharon aullidos y sonidos en todo el bosque. Los ojos de Niebla se iluminaron de múltiples colores. Nadie sabía lo que pasaba, pero de repente muchos lobos comenzaron a salir del bosque y rodearon el gran árbol que acababa de crecer frente a todos. Niebla no sabe qué pasa, pero no puede dejar de mirarlo; es como si ese árbol llamara a todos.

Niebla siente un poder muy grande creciendo en ella, tan grande que no puede resistirlo. Mira a su hermano y de repente se desvanece. Su padre y su hermana intentan llegar hasta ella, pero fue un gran lobo negro el que la sostuvo. Se convirtió en un hombre y la protegió en sus fuertes y enormes brazos, diciendo:

—Te tengo, pequeña, no sabes lo que acabas de hacer —el hombre guapo de ojos color café acomoda el cabello de Niebla para dejar libre su rostro.

—¿Y tú sí sabes lo que mi hermana acaba de hacer? —indaga Rayo, preocupado por su hermana y por lo que acaba de pasar.

—Ella despertó la magia del bosque, la cual lleva dormida miles de años —otro de los lobos se transforma a su forma humana, y resulta ser una mujer mayor.

—¿Cómo pudo ella hacer eso? Ella no sabía lo que hacía, y ¿qué significa que despertó la magia del bosque? —Lluvia interviene, angustiada, pues algo leyó sobre la magia del bosque en los antiguos libros de su maestro, y que haya despertado puede ser muy bueno o muy malo.

—No sabemos cómo llegó ese poder a su sangre. Solamente ella puede decirnos ¿cómo ese poder tan grande estaba dentro de sí? Al despertar el bosque y su magia, despertó a cada criatura mágica que ha dormido. Podríamos ver incluso criaturas que creíamos extintas, así que no les sorprenda si alguna criatura que nunca antes hayan visto sale de este bosque un día —responde la señora a los interrogatorios de Lluvia.

—Haz que despierte, hijo —la mujer le ordena al hombre que sostiene a Niebla en sus fuertes brazos, y este la besa, para luego hacer brillar sus ojos rojos.

—Despierta, pequeña —ordena el hombre, y los ojos de Niebla se abren y brillan en color rojo.

Su alfa la estaba llamando y debía despertar. Esa es la fuerza del sexto clan: sin importar si están heridos o demasiado débiles, si su alfa los llama, deben reaccionar. Y en este caso, el alfa llama a su luna, la cual jamás ignoraría su llamado.

—¿Tú quién eres? —pregunta Niebla, algo aturdida en los brazos de aquel hombre.

—Mi nombre es Bastian, pero creo que me prefieres cuando soy un lobo negro y te escucho hablar toda la noche —responde él con una gran sonrisa.

—Sí, creo que eres más simpático como lobo —responde Niebla algo débil, sin saber por qué se siente así.

—Hay que llevarla a las aguas sagradas. Ahí sabremos cómo llegó ese poder a su sangre —vuelve a intervenir la madre de Bastian.

—Madre, está débil —recalca lo obvio Bastian.

—Tú puedes cargarla, además no estaría débil si ya la hubieras marcado, ¡es tu luna por Dios santo! —la madre de Bastian está molesta.

—Ya basta, madre, ella no ha decidido quedarse a mi lado y no la voy a marcar si ella no lo quiere —responde Bastian, molesto.

—¿Podrían dejar de discutir y decirnos de qué aguas sagradas hablan? —Lluvia interviene. Sabe que Niebla se niega a quedarse y es admirable que ese hombre respete la decisión de Niebla y que no la marque, pero han pasado tiempo juntos y si no la marca pronto, ambos serán muy vulnerables.

Cada clan es diferente. Para Lluvia no fue tan necesaria la marca de Patricio, porque ella nació como un alfa y por herencia su clan le hubiera permitido ser la líder sin tener esposo. Si la pareja destinada para su hija fuera de uno de los cinco principales clanes, Niebla estaría bien. Sin embargo, la pareja que la luna escogió para ella viene del sexto clan, un clan muy especial con poderes y normas diferentes, algo que todos tendrán que aprender, incluso Niebla.

Además, Niebla debe tomar la decisión de quedarse junto a Bastian o irse, pero por ahora lo más importante es saber como ese poder llegó al interior de Niebla.

—Los llevaremos allí, verán cómo ese poder llegó a estar dentro de su hija —la madre de Bastian comienza a caminar, y Bastian no tiene más remedio que cargar a Niebla y seguirla. Todos los demás hacen lo mismo y caminan tras ellos.